Las obsesiones de una restauradora de muebles
Lurdes Palacio es delineante y diseñadora de interiores, además es la fundadora y propietaria de una empresa dedicada a restaurar muebles antiguos y modernos.
¿Cómo se conformó su empresa?
La empresa se llama Lourdes y la fundé hace 35 años. Mi pasión por restaurar muebles antiguos inspiró la creación del taller. Actualmente, la empresa tiene sedes en Bogotá y Medellín. En nuestra organización familiar, mi esposo y yo iniciamos el negocio, pero nuestros hijos se han ido integrando. Además, contamos con un equipo de 14 artesanos que trabajan con nosotros. Todos en el equipo comparten la misma pasión por la restauración de muebles.
¿Recuerda cuál fue su motivación para empezar en la restauración?
Empezó en mi hogar. Durante mi infancia, los muebles eran testigos de momentos especiales en familia y al ver cómo se desgastaban con el tiempo, me di cuenta del valor sentimental que tenían y quería preservarlos. Esta inquietud se fortaleció cuando estudiaba en la Academia Superior de Arte en Medellín, donde profundicé en las técnicas de restauración de muebles antiguos.
¿Cómo es el proceso de restaurar una pieza antigua?
El proceso comienza con una conversación profunda con el cliente para comprender el valor sentimental de la pieza. Cada mueble tiene una historia única y es importante conocerla para poder preservar su significado. Después de entender la historia detrás del mueble, se determinan los arreglos particulares que se puedan hacer para devolverle su belleza.
¿Qué aspecto resulta complejo cuando se hace una restauración?
Para mí, lo más difícil no es un desafío técnico específico, sino más bien entender y honrar la historia y el significado detrás de cada mueble. Cada pieza tiene su propia narrativa y mi labor es asegurarme de que, a través de la restauración, pueda seguir evocando los mismos sentimientos que transmitía en el pasado. Mi enfoque se centra en el amor y la dedicación hacia el mueble, lo que me impulsa a estudiarlo y analizarlo con profundidad para encontrar la mejor manera de devolverle su protagonismo en el hogar.
¿Cuáles son las piezas más comunes que suele recibir?
Las más comunes son muebles antiguos, lo cual es una delicia trabajar porque la madera es muy resistente. Generalmente, estas piezas requieren la eliminación completa de la pintura y un proceso de decapado para devolverlas a su estado natural o darles un nuevo color. Además, la tela también suele necesitar cambios, ya que a menudo no se pueden reparar los remiendos debido al desgaste. Asesoramos a los clientes sobre telas modernas y resistentes como las antifluidos, que cuentan con texturas amigables para mascotas. Luego, añadimos el toque final con detalles como el acabado de la madera para que la pieza luzca hermosa y pueda destacar en el hogar.
¿Cómo estudia la pieza antes de restaurarla?
Lo primero que hacemos es examinar la calidad de la madera, ya que las piezas antiguas suelen tener una madera más resistente, pero también más delicada. Observamos detenidamente para evaluar qué cambios pueden realizarse sin comprometer su estructura. Si el cliente desea algún ajuste, explicamos la necesidad de preservar la integridad original de la pieza. Realizar un análisis minucioso nos permite planificar la restauración para que no cause ningún daño a la pieza.
¿Hay alguna pieza en particular que recuerde con afecto?
Recuerdo una sala que llegó completamente destrozada, sin espuma y con la estructura desbaratada. El cliente me contó que esos muebles tenían un valor sentimental inmenso: le recordaban a su abuela y a su madre, quienes habían fallecido. Nos dedicamos por completo a restaurarlos y, cuando se los entregamos, su reacción fue de asombro y emoción. Ver cómo esos muebles cobraban vida de nuevo y traían de vuelta tantos recuerdos felices fue realmente conmovedor.
¿En su oficio tiene alguna propuesta con respecto a la ecología?
Al restaurar piezas antiguas, evitamos que terminen en vertederos, lo que contribuye a reducir la cantidad de desechos y a preservar los recursos naturales necesarios para fabricar muebles nuevos, como la madera y el agua. Además, donamos las telas que ya no sirven a casas de hogar, donde se utilizan para crear nuevas piezas útiles, como colchas. Esta práctica evita el desperdicio y también ayuda a otras personas.
¿Cuál es su propuesta de innovación?
Incluye la expansión hacia el sector empresarial, donde a menudo se descartan muchos muebles. Queremos ofrecer nuestros servicios para restaurar y reutilizar estos muebles en lugar de comprar nuevos, lo que contribuiría a reducir el desperdicio y el consumo de recursos. Además, nos enfocamos en muebles antiguos y modernos. Estamos comprometidos con esta labor porque amamos lo que hacemos y creemos que restaurar muebles es una forma significativa de ayudar al medio ambiente.
¿Cómo se conformó su empresa?
La empresa se llama Lourdes y la fundé hace 35 años. Mi pasión por restaurar muebles antiguos inspiró la creación del taller. Actualmente, la empresa tiene sedes en Bogotá y Medellín. En nuestra organización familiar, mi esposo y yo iniciamos el negocio, pero nuestros hijos se han ido integrando. Además, contamos con un equipo de 14 artesanos que trabajan con nosotros. Todos en el equipo comparten la misma pasión por la restauración de muebles.
¿Recuerda cuál fue su motivación para empezar en la restauración?
Empezó en mi hogar. Durante mi infancia, los muebles eran testigos de momentos especiales en familia y al ver cómo se desgastaban con el tiempo, me di cuenta del valor sentimental que tenían y quería preservarlos. Esta inquietud se fortaleció cuando estudiaba en la Academia Superior de Arte en Medellín, donde profundicé en las técnicas de restauración de muebles antiguos.
¿Cómo es el proceso de restaurar una pieza antigua?
El proceso comienza con una conversación profunda con el cliente para comprender el valor sentimental de la pieza. Cada mueble tiene una historia única y es importante conocerla para poder preservar su significado. Después de entender la historia detrás del mueble, se determinan los arreglos particulares que se puedan hacer para devolverle su belleza.
¿Qué aspecto resulta complejo cuando se hace una restauración?
Para mí, lo más difícil no es un desafío técnico específico, sino más bien entender y honrar la historia y el significado detrás de cada mueble. Cada pieza tiene su propia narrativa y mi labor es asegurarme de que, a través de la restauración, pueda seguir evocando los mismos sentimientos que transmitía en el pasado. Mi enfoque se centra en el amor y la dedicación hacia el mueble, lo que me impulsa a estudiarlo y analizarlo con profundidad para encontrar la mejor manera de devolverle su protagonismo en el hogar.
¿Cuáles son las piezas más comunes que suele recibir?
Las más comunes son muebles antiguos, lo cual es una delicia trabajar porque la madera es muy resistente. Generalmente, estas piezas requieren la eliminación completa de la pintura y un proceso de decapado para devolverlas a su estado natural o darles un nuevo color. Además, la tela también suele necesitar cambios, ya que a menudo no se pueden reparar los remiendos debido al desgaste. Asesoramos a los clientes sobre telas modernas y resistentes como las antifluidos, que cuentan con texturas amigables para mascotas. Luego, añadimos el toque final con detalles como el acabado de la madera para que la pieza luzca hermosa y pueda destacar en el hogar.
¿Cómo estudia la pieza antes de restaurarla?
Lo primero que hacemos es examinar la calidad de la madera, ya que las piezas antiguas suelen tener una madera más resistente, pero también más delicada. Observamos detenidamente para evaluar qué cambios pueden realizarse sin comprometer su estructura. Si el cliente desea algún ajuste, explicamos la necesidad de preservar la integridad original de la pieza. Realizar un análisis minucioso nos permite planificar la restauración para que no cause ningún daño a la pieza.
¿Hay alguna pieza en particular que recuerde con afecto?
Recuerdo una sala que llegó completamente destrozada, sin espuma y con la estructura desbaratada. El cliente me contó que esos muebles tenían un valor sentimental inmenso: le recordaban a su abuela y a su madre, quienes habían fallecido. Nos dedicamos por completo a restaurarlos y, cuando se los entregamos, su reacción fue de asombro y emoción. Ver cómo esos muebles cobraban vida de nuevo y traían de vuelta tantos recuerdos felices fue realmente conmovedor.
¿En su oficio tiene alguna propuesta con respecto a la ecología?
Al restaurar piezas antiguas, evitamos que terminen en vertederos, lo que contribuye a reducir la cantidad de desechos y a preservar los recursos naturales necesarios para fabricar muebles nuevos, como la madera y el agua. Además, donamos las telas que ya no sirven a casas de hogar, donde se utilizan para crear nuevas piezas útiles, como colchas. Esta práctica evita el desperdicio y también ayuda a otras personas.
¿Cuál es su propuesta de innovación?
Incluye la expansión hacia el sector empresarial, donde a menudo se descartan muchos muebles. Queremos ofrecer nuestros servicios para restaurar y reutilizar estos muebles en lugar de comprar nuevos, lo que contribuiría a reducir el desperdicio y el consumo de recursos. Además, nos enfocamos en muebles antiguos y modernos. Estamos comprometidos con esta labor porque amamos lo que hacemos y creemos que restaurar muebles es una forma significativa de ayudar al medio ambiente.