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Un pódcast sobre derechos para las mujeres narrado en lengua indígena

Nayelli López Reyes pertenece al pueblo triqui de San Martín, en el estado de Oaxaca, México. Fue la ganadora de la categoría audio de los Premios Gabo 2024. Se dedica a hacer pódcast donde explora las injusticias con las mujeres dentro de su comunidad. En este chat, habló de su participación en el Festival Gabo.

Jorge Danilo Bravo Reina
06 de julio de 2024 - 02:00 p. m.
Nayelli López Reyes es artesana, vocera y tejedora del pueblo Triqui.
Nayelli López Reyes es artesana, vocera y tejedora del pueblo Triqui.
Foto: Festival Gabo

¿Cómo fue su experiencia siendo finalista en el premio Gabo?

Fue una experiencia increíble. Me inscribí con la intención de participar, aunque inicialmente no esperaba quedar entre las finalistas. Estoy especialmente orgullosa de haber sido seleccionada por mi proyecto “Mujeres valientes”, un pódcast donde se narran historias sobre la educación, la violencia y la venta de mujeres en mi comunidad. Fue una experiencia nostálgica. Creo profundamente en la capacidad de este proyecto para llegar a más lugares y permitir que estas historias sean escuchadas.

Usted hace parte del Festival Gabo este año, ¿cuál será su ruta?

Tengo programado un evento en la Biblioteca Virgilio Barco, donde estaré participando en una actividad sobre efectividad de género. También tendré un club de escucha de mi pódcast, donde estarán tres valientes mujeres: Manuela, Natalie y Gabriela. Estaremos compartiendo nuestras experiencias.

Con respecto al pódcast “Las mujeres valientes: Güií Chanáa”, ¿cómo surgió ese proyecto?

Surgió debido a cuestionamientos que tuve con respecto a las injusticias que enfrentan las mujeres dentro de nuestra comunidad: la venta de mujeres, desigualdades en educación y falta de voz y voto. Esto me llevó a capacitarme. Desde entonces, surgió la idea de dar voz a las mujeres de mi comunidad y expresar cómo viven, qué derechos desconocen y dónde pueden denunciar. La falta de información y comunicación es un reto, ya que en nuestra comunidad no tenemos buena señal Wifi o red móvil. Este proyecto también es una confrontación personal sobre qué está bien y qué no en nuestra comunidad, y sobre cómo valoramos ciertas tradiciones como la artesanía y nuestra lengua, el triqui, que hablamos con orgullo.

¿De dónde vino la inspiración?

Principalmente, vino de conocer otras realidades y entender cómo viven las mujeres de otros lugares que enfrentan situaciones similares o incluso peores. Quería contribuir a los cambios positivos, promoviendo la reflexión. Todos tenemos derecho a voz y voto, así que mi esperanza es que otras madres reflexionen sobre cómo educan a sus hijos y qué comportamientos permiten. Este proyecto nació con la intención de empoderar a las mujeres y fomentar el cambio.

¿Cómo fue el proceso de integrar los relatos orales en un formato digital?

Inicialmente, conversé con las participantes para explicarles cómo sería la entrevista y cómo se convertirían sus historias en contenidos digitales. Fue importante tener un equipo sólido que brindara apoyo constante durante todo el proceso. Desde el principio, compartí el proyecto con personas cercanas, explicándoles como quería que fueran las protagonistas de este pódcast, donde podrían contar sus propias historias en español y en triqui. Quería que tuvieran la oportunidad de narrar cómo viven y qué experiencias han tenido, dándoles el privilegio de expresarse con su propia voz y desde su perspectiva personal

¿Qué tan retador fue grabar los testimonios en su lengua?

El proceso fue bastante difícil porque el triqui es mi lengua materna y aunque estamos acostumbradas a hablarlo, fue complicado adaptarlo para el proceso de grabación y traducción. Sin embargo, fue un desafío que valió la pena para lograr el objetivo final: darles voz y espacio a las mujeres de mi comunidad. El hecho de trasladarnos desde San Martín, una zona rural, hasta la casa de mis compañeras en la Ciudad de México para grabar, también fue un desafío logístico. Fue crucial que todas pudieran participar y contar sus historias en su propio idioma. Mi hermana fue la traductora durante este proceso.

Hablemos de las enseñanzas que le quedaron de este proceso...

Me siento contenta de haber podido proporcionar un espacio para las mujeres de mi comunidad. Las admiro mucho por sus historias, que son difíciles de vivir. Aprendí mucho de ellas y cada una de sus historias me llegó al corazón. Además, recibí diferentes reacciones de la audiencia

¿Qué planes tiene ahora?

Tengo muchos proyectos en mente para el futuro. Quiero seguir dando voz a las mujeres que viven situaciones de violencia. Quiero ofrecerles un espacio para que puedan compartir sus historias y ser escuchadas por personas de todo el mundo. Estoy trabajando en ello y espero poder traer más sorpresas y proyectos adelante.

Jorge Danilo Bravo Reina

Por Jorge Danilo Bravo Reina

Comunicador con formación humana dirigida al trabajo con comunidades. Interesado por la investigación del sector cultural y la fotografía digital y análoga.jbravo@elespectador.com

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