Hubo una pausa de dos años por la pandemia, así que recordemos el origen de este evento. ¿Desde cuándo y por qué existe el Festival de Poesía de Medellín?
El Festival Internacional de Poesía de Medellín no ha tenido ninguna pausa desde 1991. Durante 2020 y 2021 se realizaron ediciones virtuales, con participación de 380 invitados de todos los lugares geográficos de la tierra, reafirmando su nombre, su trayectoria y su título de ser el mayor festival de poesía del planeta. El Festival nació el 28 de abril de 1991, como un conjuro contra el pánico ciudadano. En una ciudad presa del miedo por el terrorismo del Cartel de Medellín y por el genocidio político promovido por el Estado, de acuerdo con las conclusiones del Comité Interamericano de Derechos Humanos (CIDH), comenzaron a escucharse poemas y cantos para abrigar a la población y humanizar una ciudad violenta. Desde entonces, más de 1.800 poetas, de 187 países, han intervenido las plazas y parques, las calles y barrios, los auditorios en universidades y auditorios culturales, las salas de teatro, las escuelas y colegios, para llevar la voz del espíritu humano a Medellín y a un número enorme de municipios del departamento y del país.
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¿Cuál será el lema de este año? Hablemos de las novedades y algunos de los invitados a esta 32.ª edición.
El eje temático del Festival, es “Paz mundial, paz con la naturaleza”. Queremos con esto contribuir a incrementar la atención, la reflexión y la acción de nuestro pueblo para profundizar y materializar nuestra vocación indeclinable de paz y amoroso cuidado por el agua, los bosques y la tierra, que es preciso dejar en manos de nuestros hijos purificada y protegida.
Algunos de nuestros principales invitados son el poeta africano Nimrod, Premio Apollinaire; Mend-Ooyo Gomonjav, de Mongolia, quien recibió en 2015 el más alto honor de su país: la Orden de Chinggis Khaan Mongolia; Vera Duarte, activista defensora de los derechos humanos, que fue Ministra de Educación y Consejera del Presidente de la República de Cabo Verde; Afua Cooper, poeta jamaiquina- canadiense y también Premio Dr. Burnley Allan Jones de la Comisión de Derechos Humanos de Novia Scotia; Joan Naviyuk Kane, poeta de la nación inupiaq, Estados Unidos, y el poeta y cineasta colombiano Víctor Gaviria. Además, los premiados con el Premio Right Livelihood, reconocimiento que recibió el Festival en 2006, Vandana Shiva, física, filósofa y escritora india, y el teólogo brasileño Leonardo Boff, cofundador de la teología de la liberación.
Un aspecto que nos parece relevante destacar es la participación este año de poetas provenientes de países prácticamente desconocidos para Colombia: Islas Reunión, Timor Oriental, Maldivas, Brunei, Suazilandia, Zambia, Dominica, Vanuatu y Guam.
¿Qué es la Escuela Internacional de Poesía de Medellín?
La Escuela Internacional de Poesía de Medellín se fundó en 1996, en alianza con la Escuela de Poesía de Viena, que encabezaba el poeta Christian Ide Hintze, y desde entonces se ha desarrollado anualmente, con la participación de 300 alumnos en promedio, a través de clases, talleres, conversatorios y paneles. Es por esto que podemos decir que la audiencia para la poesía en Medellín es muy calificada. El Festival ha dejado un legado a la ciudad, no solo en materia de pedagogía poética, sino también el gran impacto de una forma específica del lenguaje ha producido en la consciencia y en la sensibilidad de cientos de miles de personas, durante más de tres décadas, manifestado en el surgimiento de nuevo poetas, publicaciones, encuentros, y en la esfera internacional, con la fundación de numerosos festivales en todos los continentes.
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“Tanta acumulación de la muerte nos ha hecho desear otro país y otra realidad, en el lugar donde la poesía puede soñar y convertir en lenguaje nuestras derrotas y nuestros anhelos”. Hablemos de esta idea, del potencial de la poesía para convertir en obra, en arte, los fracasos, las tristezas…
El mundo se mueve en medio de presiones muy fuertes, entre la vida y la muerte, el dolor, la expoliación y la guerra y el deterioro de la naturaleza hasta peligrosos límites, han creado una nueva conciencia y una renovada sensibilidad en los seres humanos. La extrema violencia que ha vivido Colombia ha producido una reacción enorme de la poesía y el arte, transformada luego en el poderoso movimiento cultural que ha movilizado al país. Como decía un bardo: “Poesía es todo aquello que al vivir vamos arrebatando a la muerte”. Aunque sea intangible y casi imperceptible el deseo de la poesía, como espíritu que precede la vida, habita cada vez más en cientos de miles de personas, en la ciudad y en el país, y a ello ha contribuido en gran manera nuestro Festival.
El Festival ha logrado que en Medellín cada vez más personas consideren que es un modelo ser un poeta, ser un artista, ser un creador, nunca más un sicario.
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Hablemos de esa relación entre paz y el cuidado del medio ambiente que ustedes, para esta edición del festival, proponen…
La lucha por el agua y por la tierra ha desencadenado guerras en muchos países, la poesía es una expresión magna del amor por la vida, que implica nuestra gran responsabilidad en la protección de los derechos de la naturaleza y de los derechos humanos. La poesía es la más elevada forma del diálogo y de la reconciliación entre los humanos y de nuestro abrazo al planeta. Durante el desarrollo de la programación de esta nueva edición del Festival varios poetas e invitados hablarán sobre estos temas vitales. La paz mundial está estrechamente vinculada con un nuevo pacto de la humanidad con la naturaleza.
¿Cuándo comienza, termina y en cuáles lugares se celebrará el festival? ¿Será 100% presencial?
El Festival será virtual y presencial. La programación virtual comenzará este sábado 9 de julio, con la transmisión de la inauguración, a las 3:00 pm., en FB: festivalpoesiamed y YB: Revista Prometeo, y se extenderá hasta el 22 de julio. El sábado 23, a la 4:00 p.m., se inaugurará la zona presencial, en el Teatro Carlos Vieco de Medellín, para desarrollar 71 actividades en Medellín, los cinco corregimientos y varios municipios de Antioquia, incluida la ciudad de Santa Marta.
El Festival ha sobrevivido durante más de 30 años a la adversidad, a la persecución y al bloqueo de fondos por parte de la empresa privada. El gobierno nacional disminuyó a la mitad el presupuesto que le otorgaba cada año, y después de todos estos años de contribuciones al espíritu y a la imagen del país, el Festival corre más peligro que nunca, ya que el Ministerio de Cultura ha desconocido sistemáticamente la ley que reconoció, hace 13 años, como Patrimonio Cultural de la Nación, y que con el mayor desprecio se ha negado a aplicar. Por otro lado, hemos solicitado al Municipio de Medellín que cumpla con el acuerdo del Concejo, que otorga un presupuesto al Festival cada año, que ahora es el mismo de hace seis años, una norma que estipula que el presupuesto del Festival debe ser incrementado anualmente, lo que no ha sido cumplido. Hemos solicitado reiteradamente un diálogo con el alcalde, Daniel Quintero, para dialogar sobre esta situación, pero tampoco ha sido posible. Esperamos que se haga generosa justicia.