“Para ser Dj la disciplina es esencial”
Ivka, quien realmente se llama Valeria Aldana, habló sobre cómo descubrió su pasión por la música, su primera experiencia tocando para el público y cómo equilibra su carrera musical con su vida cotidiana.
Samuel Sosa Velandia
¿Cómo descubrió que quería ser DJ?
Después de trabajar como auxiliar de vuelo durante 10 años, la pandemia cambió mi perspectiva. Durante ese tiempo, mi compañero de vida tenía equipos de música en casa, así que decidí experimentar. Quería sentir lo que era estar detrás de los platos, poner música y conectar con la gente de esa manera. Desde ese momento, empecé a profundizar el otro lado de la música, más allá de simplemente escucharla. Me interesé por los sonidos, los géneros y la teoría musical. Lo que antes era una afición se convirtió en una búsqueda más intelectual. Mi primera vez como DJ fue reveladora y desde entonces no he dejado de hacerlo.
Bueno, hablemos de esa primera vez. ¿Cómo fue? ¿Dónde? ¿Qué pasó por su cabeza?
La primera vez que toqué como DJ fue un momento memorable que ocurrió en Pitalito. En ese entonces, apenas llevaba unos dos meses aprendiendo de manera empírica. A pesar de mis dudas y el susto inicial, la experiencia fue inolvidable. El evento fue en una montaña desde donde se podía contemplar todo Pitalito iluminado. Había alrededor de 200 personas y el organizador, por alguna razón, me programó para tocar cerca de las 2 de la mañana en el punto donde había más gente. Sentí una conexión especial con el público desde el momento en que comencé. La energía y el apoyo que recibí fueron increíbles. La gente estaba entusiasmada y me expresaba lo mucho que les gustaba mi música, a pesar de ser mi primera vez.
Hablemos de un toque inolvidable que la haya marcado y le guste recordar…
He tenido varios momentos memorables como DJ, pero uno que realmente me marcó fue durante la despedida del Radio Berlín en el Centro. Fue un evento cargado de emociones, con mucha gente, euforia y lleno de energía. Esa noche fue una montaña rusa de sentimientos y pensamientos. Fue uno de esos momentos que sé que nunca olvidaré. La conexión que sentí con el público y con todo lo que me rodeaba fue simplemente mágica.
¿Cómo enfrenta las dos facetas en su vida: la de ser DJ los fines de semana y la de su vida cotidiana?
Se trata de mantener un equilibrio entre mis responsabilidades profesionales y mi pasión por la música. Trabajo en el ámbito educativo, facilitando programas de maestría a diferentes destinos. Ambas áreas requieren una gran disciplina y constancia. Sin embargo, la música actúa como un escape de la rutina diaria y la monotonía de la semana laboral. Los fines de semana comparto con mis seres queridos y conozco nuevas personas. Este equilibrio entre lo profesional y lo personal ha sido desafiante, pero extremadamente gratificante.
¿Ha encontrado algún punto en común entre esos dos mundos?
La disciplina es esencial porque tanto mi práctica musical como mi vida en general demandan constancia. La música requiere un compromiso diario. Encontrar esa disciplina es clave para mi vida cotidiana y mi carrera como DJ, pues exigen una dedicación constante.
¿Y cuáles son sus planes en este momento? ¿Quiere que la música sea su proyecto principal?
Es importante dejar que las cosas fluyan naturalmente, sin imponer demasiado control sobre ellas. Se trata de encontrar un equilibrio. Por ejemplo, antes trabajaba en una oficina de lunes a viernes, pero ahora tengo un trabajo más flexible, lo que me ha permitido liberarme un poco de la rutina diaria y concentrarme más en mi pasión. Aunque mantener ese equilibrio puede ser desafiante, la música es lo que realmente da sentido y satisfacción a mi vida. Si tuviera que elegir, definitivamente me iría por la música.
Usted tiene dos aka o nombres artísticos: Ivka e Ivka Vesna. Háblenos de sus diferencias.
Siempre he disfrutado de una amplia variedad de géneros musicales en mi vida y, para mí, la versatilidad ha sido crucial. Recuerdo una ocasión en la que me encontraba en un after party y quise explorar algo diferente en ese contexto. La respuesta fue sorprendente: la gente disfrutó de la variedad y me alentó a seguir explorando. Decidí separar mis sets en dos alias distintos para que la gente comprendiera que tenía dos facetas musicales: en una me inclino más hacia el hard, con un estilo más enérgico y nocturno. En la otra me adentro más en el mundo del house y el tech house.
¿Por qué escogió el nombre Ivka? Muchos DJ prefieren usar su nombre y apellido…
Mi nombre, que es Valeria, es bastante común y en la escena musical ya había varios Val o Vale. Nuestros padres eligen nuestros nombres basados en sus gustos, ser DJ me dio la oportunidad perfecta para elegir algo que realmente me identificara. Quería algo corto, pero con significado, así nació Ivka.
¿Se siente distinta o Valeria sigue ahí presente?
Sí, definitivamente no soy alguien que intenta ser algo que no es. Siempre he tratado de ser genuina y auténtica en todo lo que hago. Ahora, con este nuevo nombre, siento que finalmente estoy siendo verdaderamente yo, tanto en mi vida personal como en este proyecto musical. La música que elijo refleja quién soy. Me verán en mi casa, en fiestas, en todas partes, siendo la misma persona. No hay un personaje diferente detrás de todo esto. La gente puede reconocerme y decir que soy la misma persona, ya sea en su oficina o en cualquier otro lugar.
¿Cómo descubrió que quería ser DJ?
Después de trabajar como auxiliar de vuelo durante 10 años, la pandemia cambió mi perspectiva. Durante ese tiempo, mi compañero de vida tenía equipos de música en casa, así que decidí experimentar. Quería sentir lo que era estar detrás de los platos, poner música y conectar con la gente de esa manera. Desde ese momento, empecé a profundizar el otro lado de la música, más allá de simplemente escucharla. Me interesé por los sonidos, los géneros y la teoría musical. Lo que antes era una afición se convirtió en una búsqueda más intelectual. Mi primera vez como DJ fue reveladora y desde entonces no he dejado de hacerlo.
Bueno, hablemos de esa primera vez. ¿Cómo fue? ¿Dónde? ¿Qué pasó por su cabeza?
La primera vez que toqué como DJ fue un momento memorable que ocurrió en Pitalito. En ese entonces, apenas llevaba unos dos meses aprendiendo de manera empírica. A pesar de mis dudas y el susto inicial, la experiencia fue inolvidable. El evento fue en una montaña desde donde se podía contemplar todo Pitalito iluminado. Había alrededor de 200 personas y el organizador, por alguna razón, me programó para tocar cerca de las 2 de la mañana en el punto donde había más gente. Sentí una conexión especial con el público desde el momento en que comencé. La energía y el apoyo que recibí fueron increíbles. La gente estaba entusiasmada y me expresaba lo mucho que les gustaba mi música, a pesar de ser mi primera vez.
Hablemos de un toque inolvidable que la haya marcado y le guste recordar…
He tenido varios momentos memorables como DJ, pero uno que realmente me marcó fue durante la despedida del Radio Berlín en el Centro. Fue un evento cargado de emociones, con mucha gente, euforia y lleno de energía. Esa noche fue una montaña rusa de sentimientos y pensamientos. Fue uno de esos momentos que sé que nunca olvidaré. La conexión que sentí con el público y con todo lo que me rodeaba fue simplemente mágica.
¿Cómo enfrenta las dos facetas en su vida: la de ser DJ los fines de semana y la de su vida cotidiana?
Se trata de mantener un equilibrio entre mis responsabilidades profesionales y mi pasión por la música. Trabajo en el ámbito educativo, facilitando programas de maestría a diferentes destinos. Ambas áreas requieren una gran disciplina y constancia. Sin embargo, la música actúa como un escape de la rutina diaria y la monotonía de la semana laboral. Los fines de semana comparto con mis seres queridos y conozco nuevas personas. Este equilibrio entre lo profesional y lo personal ha sido desafiante, pero extremadamente gratificante.
¿Ha encontrado algún punto en común entre esos dos mundos?
La disciplina es esencial porque tanto mi práctica musical como mi vida en general demandan constancia. La música requiere un compromiso diario. Encontrar esa disciplina es clave para mi vida cotidiana y mi carrera como DJ, pues exigen una dedicación constante.
¿Y cuáles son sus planes en este momento? ¿Quiere que la música sea su proyecto principal?
Es importante dejar que las cosas fluyan naturalmente, sin imponer demasiado control sobre ellas. Se trata de encontrar un equilibrio. Por ejemplo, antes trabajaba en una oficina de lunes a viernes, pero ahora tengo un trabajo más flexible, lo que me ha permitido liberarme un poco de la rutina diaria y concentrarme más en mi pasión. Aunque mantener ese equilibrio puede ser desafiante, la música es lo que realmente da sentido y satisfacción a mi vida. Si tuviera que elegir, definitivamente me iría por la música.
Usted tiene dos aka o nombres artísticos: Ivka e Ivka Vesna. Háblenos de sus diferencias.
Siempre he disfrutado de una amplia variedad de géneros musicales en mi vida y, para mí, la versatilidad ha sido crucial. Recuerdo una ocasión en la que me encontraba en un after party y quise explorar algo diferente en ese contexto. La respuesta fue sorprendente: la gente disfrutó de la variedad y me alentó a seguir explorando. Decidí separar mis sets en dos alias distintos para que la gente comprendiera que tenía dos facetas musicales: en una me inclino más hacia el hard, con un estilo más enérgico y nocturno. En la otra me adentro más en el mundo del house y el tech house.
¿Por qué escogió el nombre Ivka? Muchos DJ prefieren usar su nombre y apellido…
Mi nombre, que es Valeria, es bastante común y en la escena musical ya había varios Val o Vale. Nuestros padres eligen nuestros nombres basados en sus gustos, ser DJ me dio la oportunidad perfecta para elegir algo que realmente me identificara. Quería algo corto, pero con significado, así nació Ivka.
¿Se siente distinta o Valeria sigue ahí presente?
Sí, definitivamente no soy alguien que intenta ser algo que no es. Siempre he tratado de ser genuina y auténtica en todo lo que hago. Ahora, con este nuevo nombre, siento que finalmente estoy siendo verdaderamente yo, tanto en mi vida personal como en este proyecto musical. La música que elijo refleja quién soy. Me verán en mi casa, en fiestas, en todas partes, siendo la misma persona. No hay un personaje diferente detrás de todo esto. La gente puede reconocerme y decir que soy la misma persona, ya sea en su oficina o en cualquier otro lugar.