Javier Marías: el destino de escribir
Javier Marías, que falleció ayer a sus 70 años, defendió siempre el destino y el camino de escribir.
Andrés Osorio Guillott
Creamos por esta vez en la teoría del destino. Creamos porque Javier Marías, que falleció ayer domingo 11 de septiembre a sus 70 años, parecía estar predeterminado a elegir la literatura como su elección de vida.
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Creamos por esta vez en la teoría del destino. Creamos porque Javier Marías, que falleció ayer domingo 11 de septiembre a sus 70 años, parecía estar predeterminado a elegir la literatura como su elección de vida.
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Dolores Franco, maestra y traductora; Julián Marías, su padre, filósofo y también profesor. Una familia en la que la educación con base en los libros y la literatura definieron los primeros acercamientos del autor español con el mundo. Fueron siempre las bibliotecas los espacios seguros para la imaginación, para encontrar la posibilidad de soñar con otras realidades posibles. Escribió desde pequeño porque las historias estuvieron al alcance de su mano.
Los dominios del lobo fue su primer novela, la publicó en 1971 cuando tenía 19 años. Desde entonces no dejó de escribir y dedicar entre cuatro y cinco horas a la creación de otras historias que le hicieran olvidar las frustraciones de su mundo y que dejaran de lado el aburrimiento. Escribir para burlar al tedio.
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No fue la eternidad una de sus obsesiones. Habríamos de creer que todo escritor o artista aspira a trascender en el tiempo y dejarle algo a la humanidad. Algo de arrogancia se atraviesa en la nobleza de creer que algunos podemos hacer una obra que será un atajo de nuestra especie para esquivar las angustias y los dolores. En palabras de Marías, sus libros no son un intento por atrapar “la posteridad”, pues creía que en estos tiempos ese concepto ya no era posible, que pertenecía al pasado, pues la inmediatez pasó a triunfar.
El sentido del humor lo aplicó en su narrativa y lo reflejaba en las pocas entrevistas que concedió. Lejos de ofrecer una respuesta en la que muchos periodistas buscamos subrayar una de las preguntas base para hablar sobre un autor y encontrar una frase memorable, Marías habló en varias ocasiones de la decisión de escribir como algo que evitaba tener un horario fijo y un jefe detrás. “A veces me llevo las manos a la cabeza, consciente como soy de que cada página ha sido elaborada y reelaborada pacientemente, siempre sobre papel y siempre a máquina, con correcciones a mano y vuelta a teclear”, dijo el español, que hasta su muerte tuvo una Olimpia Carrera Deluxe, la máquina que vio siempre el nacimiento de una nueva obra.
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Travesías del horizonte , El monarca del tiempo, El siglo, El hombre sentimental, Todas las almas, Corazón tan blanco, Negra espalda del tiempo, los tres volúmenes de Tu rostro mañana (Fiebre y lanza, Baile y sueño y Veneno y sombra y adiós), Los enamoramientos, Así empieza lo malo, Berta Isla y Tomás Nevinson son las novelas que escribió desde 1971 hasta el año pasado. En este 2022 se publicó ¿Será buena persona el cocinero?, un libro que reúne las columnas publicadas en el diario El País.
Medio siglo y la mayor parte de su vida la dedicó a escribir, a un oficio plagado de prejuicios e imaginarios, pero que fue reivindicado por Javier Marías. Subestimaba el valor de las palabras, pero como una suerte de bella contradicción, supo poner a cada una en el lugar justo para los libros que escribió. Pensó cada texto como si fuera el último, y bajo esa creencia hizo una obra que deja huella en la literatura contemporánea.
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