La Importancia de la unión de fundaciones privadas en Colombia
Hace 15 años se creó la Asociación de Fundaciones Familiares y Empresariales, que agrupa a 85 organizaciones de este tipo en el país. Aura Lucía Lloreda habló de lo significativo que ha sido compartir experiencias en este tiempo y de los aprendizajes y retos en los que trabajan.
Mónica Rivera Rueda
¿Cómo llegaron a coordinarse tantas organizaciones?
La AFE nació hace 15 años, en 2008, por iniciativa de 15 fundaciones ante la necesidad de crear una asociación para conocer qué estaban haciendo otras fundaciones familiares y empresariales, comenzar a compartir buenas prácticas y aprender entre todas, con el objetivo de empezar a tener incidencia en la política pública. Hoy en día somos 85 fundaciones
¿Cómo buscan las fundaciones?
Las fundaciones trabajan mucho con otras, entonces les dicen: “Oiga, usted debería hacer parte de la AFE”. También buscamos tener mayor representación de las fundaciones en las regiones, entonces vamos y miramos qué otras se pueden vincular y después hacemos un proceso de presentar la asociación, mirar si les interesa y hacer la afiliación.
¿Qué aprendizajes ha dejado para las fundaciones trabajar juntas?
Cada fundación ha tenido experiencias distintas, entonces cuando se suman esas experiencias, se avanza más rápido en temas de apalancamiento de recursos. Es mucho más fácil presentar un proyecto a la cooperación internacional si estás articulado. También está el impacto y que para las comunidades esté claro qué es lo que se está haciendo y el beneficio.
¿Cuáles proyectos que han realizado resaltaría?
La Alianza para el Desarrollo en Antioquia ha sido un ejemplo para otros países, donde el sector fundacional decidió apostarle al desarrollo rural en Antioquia y esto, que parece ser muy fácil, logró que 16 fundaciones, y hoy en día más de 25, se despojaran de sus logos y sumaran conocimiento. Ahí no solo se unieron los recursos, sino también el conocimiento.
¿Por qué la educación es uno de los sectores en los que más invierten los privados?
Después de la pandemia tuvimos un retroceso, entonces las fundaciones están desarrollando programas de ayuda de lectoescritura para que los niños no se queden atrás. En educación, los retos son inmensos y es muy importante para el desarrollo de Colombia que hagamos todo lo que podamos hacer en ese sentido. Ahora hay una iniciativa que lidera la Fundación Empresarios por la Educación, que tienen la idea de, con datos exactos, mirar problemáticas específicas de temas de educación en varios municipios para ver cómo llevamos y movemos los indicadores.
¿Qué sectores o problemáticas quieren abordar?
La meta es llegar con más proyectos a todo el país, tener más presencia en municipios, ya sean PDET o muy alejados. Eso es lo que soñamos. Obviamente, no podemos hacerlo solos, esto va de la mano del Gobierno y las comunidades; entonces estamos trabajando con, por ejemplo, Ideas para la Paz, que hace mucha investigación para ver cómo podemos hacerlo de una mejor manera, identificar las necesidades para saber qué fundaciones pueden estar ahí y a través de qué programas, pero este es un trabajo diario y la idea es tener más iniciativas en todo el territorio nacional.
¿Cómo llegaron a coordinarse tantas organizaciones?
La AFE nació hace 15 años, en 2008, por iniciativa de 15 fundaciones ante la necesidad de crear una asociación para conocer qué estaban haciendo otras fundaciones familiares y empresariales, comenzar a compartir buenas prácticas y aprender entre todas, con el objetivo de empezar a tener incidencia en la política pública. Hoy en día somos 85 fundaciones
¿Cómo buscan las fundaciones?
Las fundaciones trabajan mucho con otras, entonces les dicen: “Oiga, usted debería hacer parte de la AFE”. También buscamos tener mayor representación de las fundaciones en las regiones, entonces vamos y miramos qué otras se pueden vincular y después hacemos un proceso de presentar la asociación, mirar si les interesa y hacer la afiliación.
¿Qué aprendizajes ha dejado para las fundaciones trabajar juntas?
Cada fundación ha tenido experiencias distintas, entonces cuando se suman esas experiencias, se avanza más rápido en temas de apalancamiento de recursos. Es mucho más fácil presentar un proyecto a la cooperación internacional si estás articulado. También está el impacto y que para las comunidades esté claro qué es lo que se está haciendo y el beneficio.
¿Cuáles proyectos que han realizado resaltaría?
La Alianza para el Desarrollo en Antioquia ha sido un ejemplo para otros países, donde el sector fundacional decidió apostarle al desarrollo rural en Antioquia y esto, que parece ser muy fácil, logró que 16 fundaciones, y hoy en día más de 25, se despojaran de sus logos y sumaran conocimiento. Ahí no solo se unieron los recursos, sino también el conocimiento.
¿Por qué la educación es uno de los sectores en los que más invierten los privados?
Después de la pandemia tuvimos un retroceso, entonces las fundaciones están desarrollando programas de ayuda de lectoescritura para que los niños no se queden atrás. En educación, los retos son inmensos y es muy importante para el desarrollo de Colombia que hagamos todo lo que podamos hacer en ese sentido. Ahora hay una iniciativa que lidera la Fundación Empresarios por la Educación, que tienen la idea de, con datos exactos, mirar problemáticas específicas de temas de educación en varios municipios para ver cómo llevamos y movemos los indicadores.
¿Qué sectores o problemáticas quieren abordar?
La meta es llegar con más proyectos a todo el país, tener más presencia en municipios, ya sean PDET o muy alejados. Eso es lo que soñamos. Obviamente, no podemos hacerlo solos, esto va de la mano del Gobierno y las comunidades; entonces estamos trabajando con, por ejemplo, Ideas para la Paz, que hace mucha investigación para ver cómo podemos hacerlo de una mejor manera, identificar las necesidades para saber qué fundaciones pueden estar ahí y a través de qué programas, pero este es un trabajo diario y la idea es tener más iniciativas en todo el territorio nacional.