“La música popular es una nación, una historia que llevamos en la sangre latina”
Luis Alfonso compartió detalles sobre su nueva colaboración con el cantante mexicano Tony Aguirre y habló sobre su álbum “Contentoso 2024″. También reflexionó sobre su trayectoria artística, sus influencias musicales y sus rituales antes de subirse al escenario.
Háblenos de su nueva colaboración con el mexicano Tony Aguirre…
En esta colaboración cantamos una canción llamada Los dolidos. Una ranchera escrita por mi compañero Tony Aguirre que habla de despecho y desamor. El video oficial fue grabado en Guadalajara, México, y estamos planeando lanzarla el 15 de mayo en una gran caravana por la ciudad de Bogotá. Estamos muy emocionados y tenemos grandes expectativas para este tema.
¿Cómo ha sido llevar su trabajo a México? ¿Cómo ha sido su experiencia?
Estoy profundamente agradecido con el hermoso país mexicano. Cada día hacemos nuevos amigos, establecemos contactos y abrimos más puertas. Mi canción Mi palabra contra la de ellos se volvió viral de manera orgánica, sin invertir un solo dólar, y ha sonado en muchas partes de este país. Hemos tenido numerosas experiencias bonitas y positivas en México y sus alrededores. Sinceramente, estoy agradecido con todos los paisanos mexicanos.
¿De la música y la cultura de México qué es lo que más le gusta?
Desde mi infancia, he sido apasionado por la música mexicana. Comencé con los clásicos, inspirándome en figuras como Pedro Infante y Jorge Negrete, y en la rica tradición de las rancheras y las películas mexicanas. Esta pasión se debe en gran parte a mi abuelito materno, quien desde temprana edad me introdujo al mundo de Cantinflas y toda su cultura. Me encantaba todo: la música, los caballos, los pistoleros; todo lo que veía en las películas mexicanas. Esta pasión por la música ranchera se convirtió en una vocación que finalmente se convirtió en mi profesión.
Cuéntenos sobre su nuevo álbum que se llama Contentoso 2024.
Este álbum contiene aproximadamente 16 canciones del género “contentoso”. Lo que quiere decir que ese es mi distintivo: una fusión entre la música mexicana y el estilo popular colombiano. Es una mezcla de sabores y colores musicales que me define como Luis Alfonso, como el “contentoso”, el “señorazo”. Este álbum, lleno de temas de amores y desamores, está diseñado para todos los gustos, tanto para hombres como para mujeres. Mejor dicho, hay algo para todos en este álbum, así que no hay excusa para no disfrutarlo con una “guarito” en la mano.
¿Cómo ha sido su trayectoria artística? ¿Qué momentos significativos recuerda ahora?
La trayectoria de mi vida es la misma que la de la música. Vivo cada día nuevas experiencias, alegrías y tristezas, pero siempre con la misma fe. En este momento, recuerdo los tiempos en los que iba de concierto en concierto, con la esperanza de que me dejaran cantar una canción en una tarima grande. A veces se podía, a veces no. Escribía canciones con mucho esfuerzo o grababa una canción con mucha fe y a veces sonaba, a veces no. Aun así, nunca desistí. Todos los días conté con el apoyo de mi equipo de trabajo, de mi familia. Poco a poco, las cosas han ido mejorando, las bendiciones han llegado, he crecido y he sido reconocido por el público nacional e internacional. Estoy muy contento y agradecido con mi público y con todos aquellos que me apoyan y contribuyen a mi crecimiento, tanto en lo laboral como en lo personal.
¿Recuerda cuando descubrió por primera vez su pasión por la música?
Desde muy niño vi películas antiguas mexicanas. Las canciones que acompañaban esas películas no eran tan comerciales, pero yo me las aprendía. Tengo 30 años y conozco mucha música antigua. Tengo un alma muy bohemia y eso se debe en gran parte a mi abuelito, quien me inculcó desde muy pequeño el amor por la música. Recuerdo que una vez me puse a cantar una ranchera mientras veíamos una película, y algunos escucharon mi voz y me dijeron que cantaba bonito. Eso me motivó a aprender más rancheras. Luego aprendí a tocar la guitarra y participé en el coro de la iglesia y en una orquesta juvenil del barrio.
Usted escribe sus propias canciones…
Como compositor, nunca puedo estar en un estado de ánimo estándar. Tengo que estar muy triste o muy contento y así llega el impulso de agarrar una guitarra, un lápiz y un cuaderno. Así sale la letra, la combino con una melodía y luego la llevamos al estudio con mi equipo de trabajo. Nosotros mismos somos los productores, mis muchachos y yo. Hacemos las cosas a nuestro estilo para que reflejen nuestra esencia, nuestro sabor “contentoso”. Es así como las canciones van surgiendo poco a poco, desde las emociones del alma.
Hablemos de ese estilo personal. ¿Qué lo diferencia de los demás?
Siempre me he enfocado en no parecerme a nadie, absorbiendo influencias de todas partes. Admiro el trabajo musical de Colombia, de México y de muchos otros artistas que hacen música hermosa y saben cantar, pero siempre busco mi propio estilo sin copiarme de nadie. La música evoluciona constantemente, por lo que estoy siempre enfocado en aprender, en proponer e innovar con nuevos sonidos, nuevos sabores, nuevas melodías e ideas. Gracias a Dios, esto ha sido el éxito de mi carrera. Cada día creo nuevas ideas que son del agrado de la gente y que escuchan con gusto. Es un verdadero regalo divino.
En el género popular cada día hay más colaboraciones ¿Cómo ve el futuro de este tipo de música?
Siempre he tenido claro que la música es para compartirla, no para competir. Siempre he admirado cómo en el género urbano, especialmente el reggaetón, la unidad ha sido clave. Han trabajado sin envidia, se han apoyado mutuamente y han entendido que la unión hace la fuerza. Los artistas grandes siempre han respaldado a los que están en proceso, a las nuevas olas, lo que ha fortalecido el género y el gremio en general. Creo firmemente que mientras más música hagamos, más fortaleceremos el género. Esta misma mentalidad la hemos adoptado en el género popular. Hoy en día, gracias a Dios, el género está más fuerte que nunca, unido y colaborando entre nosotros. Cada día vemos cómo el género crece y se mantiene en la cima, y creo que esto se debe al trabajo conjunto en beneficio del género y del gremio, dejando de lado envidias y egos personales.
¿Para usted qué es lo más gratificante de su carrera?
Desde que era niño y comencé este sueño hasta la fecha, siempre me he guiado por un mismo motivo: el amor por la canción. Mi carrera, mi amor por la música, me han llevado a trabajar arduamente para dejar un legado, para que el día que falte, mi música siga latiendo en el corazón de la gente. Quiero que pasen generaciones y nunca me olviden, al igual que sucedió con los grandes de antaño, como Joan Sebastián, Vicente Fernández, Antonio Aguilar, Darío Gómez y muchos otros. Creo que he trabajado incansablemente, no solo para hacer música del momento, sino para tocar el corazón de la gente, para dejar una huella perdurable. Vivo este sueño con pasión cada día, y mi mayor deseo es que la gente disfrute y sienta las emociones que plasmo en cada letra y en cada canción que creo.
Además de la música popular, ¿qué le gusta escuchar?
Para escuchar, me gusta de todo. Soy crossover. Me encanta el vallenato, la salsa, el reggaetón, la balada, la música popular, la ranchera, pero en todos los géneros que escucho, me gusta la música clásica. O sea, disfruto de la salsa vieja, el reggaetón clásico, el vallenato viejito, artistas como Diomedes Díaz, el Binomio de Oro, Los Diablitos, Los Chiches, entre otros. Soy muy clásico en mis gustos musicales, la verdad.
¿Tiene algún ritual o algún hábito antes de subirse al escenario?
Antes de empezar siempre me encomiendo mucho a Dios, a la Virgen Santísima y a los angelitos. Cuando tengo tiempo y no es muy tarde para llamar a la señora, la saludo a ella, luego a los niños y después me subo a la tarima.
¿Qué consejo les daría a los artistas emergentes que están tratando de hacerse un nombre en esta industria?
Que luchen, que no se parezcan a nadie, que trabajen todos los días por encontrar su propio sello, su sueño, su perfil, su sonido único. Que trabajen muy duro, que graben mucha música, que compongan, que sueñen, pero que no se queden solo soñando. Que sean hombres de fe y que tengan muchas ganas de trabajar. Lo más difícil no es llegar sino mantenerse. Mucha gente se desanima cuando alcanza el éxito, quieren vivir solo la historia de la fama, pero es importante mirar hacia adelante y mantener esa pasión viva.
La música popular llega cada día a más países. Uno cómo logra llamar la atención de alguien para que se interese en el género...
La música popular es una nación, una historia que llevamos en la sangre latina. Está enraizada en nosotros, ya sea en un requinto, en una guitarra o en una canción de despecho. Más que letras y más que melodías, son emociones. La música popular es un idioma para el mundo entero.
Háblenos de su nueva colaboración con el mexicano Tony Aguirre…
En esta colaboración cantamos una canción llamada Los dolidos. Una ranchera escrita por mi compañero Tony Aguirre que habla de despecho y desamor. El video oficial fue grabado en Guadalajara, México, y estamos planeando lanzarla el 15 de mayo en una gran caravana por la ciudad de Bogotá. Estamos muy emocionados y tenemos grandes expectativas para este tema.
¿Cómo ha sido llevar su trabajo a México? ¿Cómo ha sido su experiencia?
Estoy profundamente agradecido con el hermoso país mexicano. Cada día hacemos nuevos amigos, establecemos contactos y abrimos más puertas. Mi canción Mi palabra contra la de ellos se volvió viral de manera orgánica, sin invertir un solo dólar, y ha sonado en muchas partes de este país. Hemos tenido numerosas experiencias bonitas y positivas en México y sus alrededores. Sinceramente, estoy agradecido con todos los paisanos mexicanos.
¿De la música y la cultura de México qué es lo que más le gusta?
Desde mi infancia, he sido apasionado por la música mexicana. Comencé con los clásicos, inspirándome en figuras como Pedro Infante y Jorge Negrete, y en la rica tradición de las rancheras y las películas mexicanas. Esta pasión se debe en gran parte a mi abuelito materno, quien desde temprana edad me introdujo al mundo de Cantinflas y toda su cultura. Me encantaba todo: la música, los caballos, los pistoleros; todo lo que veía en las películas mexicanas. Esta pasión por la música ranchera se convirtió en una vocación que finalmente se convirtió en mi profesión.
Cuéntenos sobre su nuevo álbum que se llama Contentoso 2024.
Este álbum contiene aproximadamente 16 canciones del género “contentoso”. Lo que quiere decir que ese es mi distintivo: una fusión entre la música mexicana y el estilo popular colombiano. Es una mezcla de sabores y colores musicales que me define como Luis Alfonso, como el “contentoso”, el “señorazo”. Este álbum, lleno de temas de amores y desamores, está diseñado para todos los gustos, tanto para hombres como para mujeres. Mejor dicho, hay algo para todos en este álbum, así que no hay excusa para no disfrutarlo con una “guarito” en la mano.
¿Cómo ha sido su trayectoria artística? ¿Qué momentos significativos recuerda ahora?
La trayectoria de mi vida es la misma que la de la música. Vivo cada día nuevas experiencias, alegrías y tristezas, pero siempre con la misma fe. En este momento, recuerdo los tiempos en los que iba de concierto en concierto, con la esperanza de que me dejaran cantar una canción en una tarima grande. A veces se podía, a veces no. Escribía canciones con mucho esfuerzo o grababa una canción con mucha fe y a veces sonaba, a veces no. Aun así, nunca desistí. Todos los días conté con el apoyo de mi equipo de trabajo, de mi familia. Poco a poco, las cosas han ido mejorando, las bendiciones han llegado, he crecido y he sido reconocido por el público nacional e internacional. Estoy muy contento y agradecido con mi público y con todos aquellos que me apoyan y contribuyen a mi crecimiento, tanto en lo laboral como en lo personal.
¿Recuerda cuando descubrió por primera vez su pasión por la música?
Desde muy niño vi películas antiguas mexicanas. Las canciones que acompañaban esas películas no eran tan comerciales, pero yo me las aprendía. Tengo 30 años y conozco mucha música antigua. Tengo un alma muy bohemia y eso se debe en gran parte a mi abuelito, quien me inculcó desde muy pequeño el amor por la música. Recuerdo que una vez me puse a cantar una ranchera mientras veíamos una película, y algunos escucharon mi voz y me dijeron que cantaba bonito. Eso me motivó a aprender más rancheras. Luego aprendí a tocar la guitarra y participé en el coro de la iglesia y en una orquesta juvenil del barrio.
Usted escribe sus propias canciones…
Como compositor, nunca puedo estar en un estado de ánimo estándar. Tengo que estar muy triste o muy contento y así llega el impulso de agarrar una guitarra, un lápiz y un cuaderno. Así sale la letra, la combino con una melodía y luego la llevamos al estudio con mi equipo de trabajo. Nosotros mismos somos los productores, mis muchachos y yo. Hacemos las cosas a nuestro estilo para que reflejen nuestra esencia, nuestro sabor “contentoso”. Es así como las canciones van surgiendo poco a poco, desde las emociones del alma.
Hablemos de ese estilo personal. ¿Qué lo diferencia de los demás?
Siempre me he enfocado en no parecerme a nadie, absorbiendo influencias de todas partes. Admiro el trabajo musical de Colombia, de México y de muchos otros artistas que hacen música hermosa y saben cantar, pero siempre busco mi propio estilo sin copiarme de nadie. La música evoluciona constantemente, por lo que estoy siempre enfocado en aprender, en proponer e innovar con nuevos sonidos, nuevos sabores, nuevas melodías e ideas. Gracias a Dios, esto ha sido el éxito de mi carrera. Cada día creo nuevas ideas que son del agrado de la gente y que escuchan con gusto. Es un verdadero regalo divino.
En el género popular cada día hay más colaboraciones ¿Cómo ve el futuro de este tipo de música?
Siempre he tenido claro que la música es para compartirla, no para competir. Siempre he admirado cómo en el género urbano, especialmente el reggaetón, la unidad ha sido clave. Han trabajado sin envidia, se han apoyado mutuamente y han entendido que la unión hace la fuerza. Los artistas grandes siempre han respaldado a los que están en proceso, a las nuevas olas, lo que ha fortalecido el género y el gremio en general. Creo firmemente que mientras más música hagamos, más fortaleceremos el género. Esta misma mentalidad la hemos adoptado en el género popular. Hoy en día, gracias a Dios, el género está más fuerte que nunca, unido y colaborando entre nosotros. Cada día vemos cómo el género crece y se mantiene en la cima, y creo que esto se debe al trabajo conjunto en beneficio del género y del gremio, dejando de lado envidias y egos personales.
¿Para usted qué es lo más gratificante de su carrera?
Desde que era niño y comencé este sueño hasta la fecha, siempre me he guiado por un mismo motivo: el amor por la canción. Mi carrera, mi amor por la música, me han llevado a trabajar arduamente para dejar un legado, para que el día que falte, mi música siga latiendo en el corazón de la gente. Quiero que pasen generaciones y nunca me olviden, al igual que sucedió con los grandes de antaño, como Joan Sebastián, Vicente Fernández, Antonio Aguilar, Darío Gómez y muchos otros. Creo que he trabajado incansablemente, no solo para hacer música del momento, sino para tocar el corazón de la gente, para dejar una huella perdurable. Vivo este sueño con pasión cada día, y mi mayor deseo es que la gente disfrute y sienta las emociones que plasmo en cada letra y en cada canción que creo.
Además de la música popular, ¿qué le gusta escuchar?
Para escuchar, me gusta de todo. Soy crossover. Me encanta el vallenato, la salsa, el reggaetón, la balada, la música popular, la ranchera, pero en todos los géneros que escucho, me gusta la música clásica. O sea, disfruto de la salsa vieja, el reggaetón clásico, el vallenato viejito, artistas como Diomedes Díaz, el Binomio de Oro, Los Diablitos, Los Chiches, entre otros. Soy muy clásico en mis gustos musicales, la verdad.
¿Tiene algún ritual o algún hábito antes de subirse al escenario?
Antes de empezar siempre me encomiendo mucho a Dios, a la Virgen Santísima y a los angelitos. Cuando tengo tiempo y no es muy tarde para llamar a la señora, la saludo a ella, luego a los niños y después me subo a la tarima.
¿Qué consejo les daría a los artistas emergentes que están tratando de hacerse un nombre en esta industria?
Que luchen, que no se parezcan a nadie, que trabajen todos los días por encontrar su propio sello, su sueño, su perfil, su sonido único. Que trabajen muy duro, que graben mucha música, que compongan, que sueñen, pero que no se queden solo soñando. Que sean hombres de fe y que tengan muchas ganas de trabajar. Lo más difícil no es llegar sino mantenerse. Mucha gente se desanima cuando alcanza el éxito, quieren vivir solo la historia de la fama, pero es importante mirar hacia adelante y mantener esa pasión viva.
La música popular llega cada día a más países. Uno cómo logra llamar la atención de alguien para que se interese en el género...
La música popular es una nación, una historia que llevamos en la sangre latina. Está enraizada en nosotros, ya sea en un requinto, en una guitarra o en una canción de despecho. Más que letras y más que melodías, son emociones. La música popular es un idioma para el mundo entero.