Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                28 de enero de 2023 - 02:00 p. m.

                                                                                                                                La vaina está maluca (Cuentos de sábado en la tarde)

                                                                                                                                “Estoy llevao, Fermín. La vaina está maluca. Tú no sabes que mi desayuno es un bollo limpio y que me lo como vacío en la propia tusa porque a veces no pesco nada, o no me alcanza pa’l salao”.

                                                                                                                                Linda Esperanza Aragón

                                                                                                                                Imagen de referencia sobre Vicente y su canoa, en el cuento 'La vaina está maluca'.
                                                                                                                                Foto: LINDA ARAGON
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                A Vicente se le cayó una moneda del bolsillo cuando se sentó en su canoa. Se iba a pescar, ya estaba listo para comenzar a bogar. Dejó el canalete a un lado y desesperado por encontrarla se acercó a Maye, una lavandera que tenía el don de localizar objetos debajo del agua; hallaba desde resbaladizas bolas de jabón hasta pequeños aretes. En la ciénaga se estaba bañando Fermín, quien observaba a Maye buscando la moneda y escuchaba los gritos desesperados de Vicente.

                                                                                                                                —Vicente, vas a quedar como la Morón, la señora del pueblo vecino —dijo Fermín.

                                                                                                                                —¿Y cómo quedó? —le preguntó Vicente.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                —Dicen que después de tener tanto, terminó pidiendo hasta la sal —respondió Fermín.

                                                                                                                                —Fermín, ¿y qué tengo yo? Lo único que me acompañaba era esa moneda de mil pesos.

                                                                                                                                —Pero no te des mala vida, Vicente, la plata va y viene. Deja que otro paisano más necesitado se la encuentre, seguro le servirá para comprar la vitualla del almuerzo.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                —¿Y quién carajos mira por mí? Estoy llevao, Fermín. La vaina está maluca. Tú no sabes que mi desayuno es un bollo limpio y que me lo como vacío en la propia tusa porque a veces no pesco nada, o no me alcanza pa’l salao.

                                                                                                                                —Pero, Vicente, Dios dice que debemos dar a los que están más necesitados que uno.

                                                                                                                                —¿En este pueblo quién puede estar más llevao que yo? —preguntó Vicente.

                                                                                                                                —Vicente, no sabemos la gotera en la casa ajena.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —¡Qué va! Si estamos en pleno verano —remató Vicente.

                                                                                                                                Le recomendamos: Bernandine Evaristo y Aurora Vergara Figueroa: Las dos mujeres de libros

                                                                                                                                Vicente tenía la esperanza de recuperar esa moneda y no desprendía la mirada de Maye, que continuaba buscándola con esmero. Mientras tanto, algunas personas que estaban presentes se unieron a la conversación de Vicente y Fermín.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —Yo soy la señora más vieja del pueblo, tengo 90 años, ¡y cómo quisiera convertir los años en millones! —manifestó Teresa.

                                                                                                                                La señora Plácida, la lotera del pueblo, aprovechó la ocasión para promocionar los boletos de lotería:

                                                                                                                                —Por ahora nadie será millonario en este pueblo, hace rato que no me cogen un numerito.

                                                                                                                                —Si no hay plata para la comida, menos hay para la lotería —contestó Teresa.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —A mí no me gusta deberle a ninguno porque no duermo tranquila, hoy le debo al mundo entero. Antes, cuando la situación era mejor, me dormía con tan solo darme tres mecías en la hamaca. Ya llevo varios días sin dormir, pero no me balanceo tanto para que la hamaca no se me gaste —dijo Etilvia.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                A la ciénaga iban llegando más personas a bañarse, lavar la ropa y darles de beber a los burros. No se callaron, participaron en el diálogo:

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                —Tengo la memoria más lúcida de este pueblo, pero de tanto sacar cuentas se me han olvidado varios cuentos —reveló Felipo.

                                                                                                                                —El médico me prohibió el café con leche, y me conviene hacerle caso para ahorrarme unos pesitos cada día, pero yo no puedo dejar el café, mejor me muero —contó Marce.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ana Benilda, la única en el pueblo que tenía licuadora, se sumó a la conversación:

                                                                                                                                —En la casa recibo a bastantes paisanos que van a preparar los jugos diariamente. Mientras licúan me van echando cuentos y me comentan sus preocupaciones. Voy a empezar a cobrar por los consejos que doy.

                                                                                                                                Le podría interesar: “Si una historia es buena, es universal”: Camila Segura en el Hay Festival 2023

                                                                                                                                Diluvina, la viuda del pueblo, tampoco se quedó callada:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —Todavía no pienso aflojá el luto. Me sale más barato vestir de negro porque no tengo que preocuparme por combinar los colores ni por mandar a hacer vestidos con los estampados de moda.

                                                                                                                                —Hay que ahorrar lo que más se pueda, la vaina está jodía. Vea, yo que soy la que da el saludo más largo en este pueblo, comencé a ahorrar las palabras: ya no digo adióooooooos, ahora solo levanto la mano cuando pasa alguien saludando —expresó Carmelina.

                                                                                                                                Maye no halló la moneda. Le dio la mala noticia a Vicente:

                                                                                                                                —No la encontré, Vicente. Parece que el barro se la tragó. La vaina está tan maluca que el barro no la quiso soltar.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aristides fue el que la encontró, la tenía pisada debajo del agua, pero se quedó callado. Nadie sospechó. Maye continúo lavando la ropa. Vicente sintió una honda decepción al no tener en sus manos la moneda de mil pesos. Dejó su canoa en la orilla y a sus demás paisanos chachareando en la ciénaga, se fue caminando sin rumbo por el pueblo y se dijo a sí mismo:

                                                                                                                                —¡Carajo! Ya veo que el bollo no es el limpio, el limpio soy yo.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                Imagen de referencia sobre Vicente y su canoa, en el cuento 'La vaina está maluca'.
                                                                                                                                Foto: LINDA ARAGON
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                A Vicente se le cayó una moneda del bolsillo cuando se sentó en su canoa. Se iba a pescar, ya estaba listo para comenzar a bogar. Dejó el canalete a un lado y desesperado por encontrarla se acercó a Maye, una lavandera que tenía el don de localizar objetos debajo del agua; hallaba desde resbaladizas bolas de jabón hasta pequeños aretes. En la ciénaga se estaba bañando Fermín, quien observaba a Maye buscando la moneda y escuchaba los gritos desesperados de Vicente.

                                                                                                                                —Vicente, vas a quedar como la Morón, la señora del pueblo vecino —dijo Fermín.

                                                                                                                                —¿Y cómo quedó? —le preguntó Vicente.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                —Dicen que después de tener tanto, terminó pidiendo hasta la sal —respondió Fermín.

                                                                                                                                —Fermín, ¿y qué tengo yo? Lo único que me acompañaba era esa moneda de mil pesos.

                                                                                                                                —Pero no te des mala vida, Vicente, la plata va y viene. Deja que otro paisano más necesitado se la encuentre, seguro le servirá para comprar la vitualla del almuerzo.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                —¿Y quién carajos mira por mí? Estoy llevao, Fermín. La vaina está maluca. Tú no sabes que mi desayuno es un bollo limpio y que me lo como vacío en la propia tusa porque a veces no pesco nada, o no me alcanza pa’l salao.

                                                                                                                                —Pero, Vicente, Dios dice que debemos dar a los que están más necesitados que uno.

                                                                                                                                —¿En este pueblo quién puede estar más llevao que yo? —preguntó Vicente.

                                                                                                                                —Vicente, no sabemos la gotera en la casa ajena.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —¡Qué va! Si estamos en pleno verano —remató Vicente.

                                                                                                                                Le recomendamos: Bernandine Evaristo y Aurora Vergara Figueroa: Las dos mujeres de libros

                                                                                                                                Vicente tenía la esperanza de recuperar esa moneda y no desprendía la mirada de Maye, que continuaba buscándola con esmero. Mientras tanto, algunas personas que estaban presentes se unieron a la conversación de Vicente y Fermín.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —Yo soy la señora más vieja del pueblo, tengo 90 años, ¡y cómo quisiera convertir los años en millones! —manifestó Teresa.

                                                                                                                                La señora Plácida, la lotera del pueblo, aprovechó la ocasión para promocionar los boletos de lotería:

                                                                                                                                —Por ahora nadie será millonario en este pueblo, hace rato que no me cogen un numerito.

                                                                                                                                —Si no hay plata para la comida, menos hay para la lotería —contestó Teresa.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —A mí no me gusta deberle a ninguno porque no duermo tranquila, hoy le debo al mundo entero. Antes, cuando la situación era mejor, me dormía con tan solo darme tres mecías en la hamaca. Ya llevo varios días sin dormir, pero no me balanceo tanto para que la hamaca no se me gaste —dijo Etilvia.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                A la ciénaga iban llegando más personas a bañarse, lavar la ropa y darles de beber a los burros. No se callaron, participaron en el diálogo:

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                —Tengo la memoria más lúcida de este pueblo, pero de tanto sacar cuentas se me han olvidado varios cuentos —reveló Felipo.

                                                                                                                                —El médico me prohibió el café con leche, y me conviene hacerle caso para ahorrarme unos pesitos cada día, pero yo no puedo dejar el café, mejor me muero —contó Marce.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Ana Benilda, la única en el pueblo que tenía licuadora, se sumó a la conversación:

                                                                                                                                —En la casa recibo a bastantes paisanos que van a preparar los jugos diariamente. Mientras licúan me van echando cuentos y me comentan sus preocupaciones. Voy a empezar a cobrar por los consejos que doy.

                                                                                                                                Le podría interesar: “Si una historia es buena, es universal”: Camila Segura en el Hay Festival 2023

                                                                                                                                Diluvina, la viuda del pueblo, tampoco se quedó callada:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                —Todavía no pienso aflojá el luto. Me sale más barato vestir de negro porque no tengo que preocuparme por combinar los colores ni por mandar a hacer vestidos con los estampados de moda.

                                                                                                                                —Hay que ahorrar lo que más se pueda, la vaina está jodía. Vea, yo que soy la que da el saludo más largo en este pueblo, comencé a ahorrar las palabras: ya no digo adióooooooos, ahora solo levanto la mano cuando pasa alguien saludando —expresó Carmelina.

                                                                                                                                Maye no halló la moneda. Le dio la mala noticia a Vicente:

                                                                                                                                —No la encontré, Vicente. Parece que el barro se la tragó. La vaina está tan maluca que el barro no la quiso soltar.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aristides fue el que la encontró, la tenía pisada debajo del agua, pero se quedó callado. Nadie sospechó. Maye continúo lavando la ropa. Vicente sintió una honda decepción al no tener en sus manos la moneda de mil pesos. Dejó su canoa en la orilla y a sus demás paisanos chachareando en la ciénaga, se fue caminando sin rumbo por el pueblo y se dijo a sí mismo:

                                                                                                                                —¡Carajo! Ya veo que el bollo no es el limpio, el limpio soy yo.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                Por Linda Esperanza Aragón

                                                                                                                                Temas recomendados:

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar