Algunos poetas responden: “¿y para qué la poesía?”
En el Día Internacional de la Poesía decidimos preguntarles a varios autores “¿y para qué la poesía?” y esto fue lo que respondieron.
Andrés Osorio Guillott
¿Para qué la poesía? ¿Qué responden ustedes a esa pregunta? ¿Les gusta la poesía? ¿Qué es para ustedes la poesía? Esa palabra y ese significado tan etéreo, tan difuso, tan lleno de prejuicios. Hoy es el Día Mundial de la Poesía, y no solo hoy, sino muchos otros días me he preguntado esto para qué. Con los años entendí que ese poema de Ítaca que alguna vez nos tuvimos que aprender de memoria en el colegio para una nota tendría un significado transversal en mi vida; que los versos de Emily Dickinson que no busqué, pero que me llegaron, le darían un “solemne sentido” a lo que hago; que el día que me aventuré a escribir mi primer poema, aunque fuera malo y seguramente no fuera poema, iba a sentir que esa ansiedad que desde hace años me acompaña ya tenía un antídoto; que esa poesía que de tanto en tanto aparece fue la que me permitió ver o intentar ver con otros ojos el mundo y seguir cultivando el asombro por las pequeñas cosas, por las más cotidianas, porque finalmente es eso, hallarle valor o belleza a lo que aparentemente no lo tiene.
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¿Para qué la poesía? ¿Qué responden ustedes a esa pregunta? ¿Les gusta la poesía? ¿Qué es para ustedes la poesía? Esa palabra y ese significado tan etéreo, tan difuso, tan lleno de prejuicios. Hoy es el Día Mundial de la Poesía, y no solo hoy, sino muchos otros días me he preguntado esto para qué. Con los años entendí que ese poema de Ítaca que alguna vez nos tuvimos que aprender de memoria en el colegio para una nota tendría un significado transversal en mi vida; que los versos de Emily Dickinson que no busqué, pero que me llegaron, le darían un “solemne sentido” a lo que hago; que el día que me aventuré a escribir mi primer poema, aunque fuera malo y seguramente no fuera poema, iba a sentir que esa ansiedad que desde hace años me acompaña ya tenía un antídoto; que esa poesía que de tanto en tanto aparece fue la que me permitió ver o intentar ver con otros ojos el mundo y seguir cultivando el asombro por las pequeñas cosas, por las más cotidianas, porque finalmente es eso, hallarle valor o belleza a lo que aparentemente no lo tiene.
Hoy le preguntamos a algunos poetas colombianos “¿y para qué la poesía?” y esto fue lo que nos dijeron.
Camila Melo: la poesía embellece todo lo que narra. El dolor, el vacío, el desasosiego e incluso la precariedad pueden llegar a un tono sublime y grandioso a través del lenguaje poético. No seremos salvados a través de los poemas, pero seguro sí, podremos seguir andando a través de las vicisitudes cotidianas o extraordinarias, remando con un verso, una frase que nos despeje el camino.
Ramón Cote: para muchas cosas, para mirar, para volver a ver, y, sobre todo, para sacralizar. Creo que una de las funciones más importantes de la poesía es la sacralización de los lugares, de las personas, de volverles a las personas, a los lugares, a los sentimientos, a las situaciones su verdadero sitio, su significado profundo, su símbolo más hondo. La poesía también funda, la palabra siempre está fundando nuevos territorios para lo que antes nos pasaba desapercibido ya tengo un destello, un detalle que nos llame la atención. La poesía de alguna manera tiene alguna vinculación con lo sagrado para que todo quede imantado por la eternidad.
John Galán Casanova: para salvaguardar el mar nuestro de la lengua. Para aguzar la concentración y la visión interior. Para acallar la mente y modular un órgano inaudible. Para beber de los siglos de los siglos. Para cultivar la imaginación, el pensamiento analógico y la fértil soledad. Para desacelerar, digerir y reciclar el tiempo. Para paladear los sentidos, la cadencia y la resonancia de las palabras. Para exprimir las uvas del dolor y de la dicha. Para pellizcarnos y recordar que estamos vivos. Para disponer, como en “El Aleph” de Borges, de un agujero privilegiado que nos permite escudriñar y dilucidar el universo.
Bibiana Bernal: preguntarse “para qué la poesía” podría ser uno de los grandes pilares de la educación en la infancia, en casa y en la escuela. Pero no como parte del conocimiento académico, o información que debe memorizarse junto a tantos datos que recibimos y perdemos en dicho ciclo vital. No, todo lo contrario: como vivencia, como exploración del mundo con toda nuestra vasta e imperfecta humanidad. Preguntar para qué la poesía es plantearse el sentido mismo de la vida, de la que en apariencia —porque en realidad no es posible— se ha separado. Si desde la infancia la persona tuviera ese para qué, la vida sería la pregunta y también la respuesta, y no por ello sería fácil y carente de misterio, pero sí el medio y el fin; y sabríamos desde el comienzo para qué estamos aquí, y el asombro sería nuestro mejor aliado. Quizá por y para esto, la poesía ha sido “separada” de la vida, lo mismo que el ser se ha disociado; para que hagamos el camino hacia su descubrimiento, para que la busquemos y lleguemos a ella, lo mismo que a nosotros mismos, temprano o tarde. ¿Para qué la poesía?, o mejor, ¿para qué la conciencia de la poesía? Para estar aquí, para habitar el mundo de manera sensible, para habitarnos.
Catalina González: la poesía puede ser el vínculo más poderoso con el mundo, la fuerza vital. La poesía es secreto y revelación. En ella nos encontramos con nosotros mismos y con las voces de otros grabadas en el tiempo.
Fredy Yezzed: si nuestra sociedad fuera educada poéticamente, es decir en la sensibilidad de la poesía y sus mecanismos lingüísticos y espirituales, estoy completamente seguro que no seguiríamos viviendo en la barbarie. La poesía, como cualquier manifestación artística, nos permite mirar con esperanza y agudeza el gran vacío en que vive el ser humano. El lector de poesía está llamado a un mundo de lucidez y goce.
Sthefany Rojas Wagner: la poesía es un puente que nos acerca de forma consciente a la vida, a la experiencia de existir, y esta claridad del complejo entramado de pensamientos y sensaciones nos permite ser y estar en comunicad. La poesía para existir y para ser y compartirnos con lo otro.
Juan Mosquera: para nada. Para todo. Para sanar dolores apenas nombrados. Para describir la belleza cotidiana y el horror del mundo. Para ser humanos, tan humanos, como el lenguaje nos permite y propone. Para comprender, para comprendernos. Para sentirnos menos solos después de mirarnos al espejo.
Lucía Donadío: para respirar mejor, para sentir el aire, no tengo más palabras. Las palabras son de la poesía.
Federico Díaz-Granados: la poesía sirve para relacionarnos de una forma diferente, más ética y verdadera, con el lenguaje que tan vapuleado anda por estos días por tanta fake news y abundancia de redes sociales. La poesía no solo permite que el lenguaje tenga una estatura estética sino que permite modificar el habla y darle un orden a las emociones humanas. Gracias a la poesía hemos sabido cómo palpitó el corazón humano hace miles de años y sabrán los futuros habitantes del mundo cuáles eran nuestros temores y grandes preguntas.
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