“Los problemas no son impedimentos, sino oportunidades”: Santiago Hoyos
Por primera vez en Colombia una marca de ropa se une con una de comida para crear prendas y alimentos. Se trata de la colaboración entre Seven Seven y Bubu Burger, que tomaron las hamburguesas como fuente de inspiración. El artífice de esta última habló sobre este paso en la creación de productos de culto.
¿Cómo nació la colaboración entre Seven Seven y Bubu Burger?
Seven Seven se nos acercó y nos comentó que querían hacer una colaboración de este tipo, en la que pudiéramos explorar la posibilidad de interpretar la identidad de las prendas como la de las hamburguesas que sacamos para esta colección. De inmediato dijimos que sí, porque es una marca que admiramos y que nos gusta mucho. Luego vino todo el proceso interactivo y de creación tanto de las piezas gráficas, los colores y los sabores.
Le sugerimos leer: “Las personas con discapacidad queremos vivir en una sociedad incluyente”.
¿Qué cosas en común tienen una marca de comidas con una de ropa?
La ropa es algo que se usa todos los días y una hamburguesa es algo que se puede comer en cualquier momento, no amerita una ocasión especial. Entonces queríamos aprovechar que son cosas que forman parte de nuestra cotidianidad y de nuestra cultura. Por eso las prendas que lanzamos son vintage, cómodas, con esa lógica de sentirnos en casa, lo cual es importante para nuestra marca, porque nuestros productos son artesanales, como si fueran cocinados por nuestras madres y hechos con mucho amor.
Ha exaltado que esta colección es de ropa y comida de culto. ¿A qué se refiere con esto?
Se refiere a algo efímero. Es decir, la ropa de culto es algo que sale una vez y son piezas limitadas. Lo mismo hicimos con la hamburguesa, que solo estará un tiempo disponible al público y que será una experiencia única. Eso es lo que las convierte en piezas de culto, que son cosas que no se encuentran tan fácilmente, pero que la gente ama y sabe que tienen que aprovecharlas porque ya después no van a estar.
La colección se llama “Hecho con amor”. ¿Cómo define este sentimiento?
El amor es un sentimiento del que siempre queremos dar y recibir. Es absolutamente recíproco y altruista. Uno ama porque quiere y no porque necesita.
¿Qué lo enamora de su trabajo?
Me enamora trabajar con mi equipo. Este es un negocio de servicio, pero sobre todo de experiencia, en el que todos participamos para ofrecerles lo mejor a nuestros clientes. Quien se une a Bubu siente algo desde lo estético, los sabores y desde el propósito de influir y dejar algo en la gente con nuestra comida; como que la prueben y se vayan más contentos a su casa o a sus lugares de trabajo.
Le recomendamos: Mariángela Urbina: “El feminismo me ayudó a entender que sí tengo una familia”.
¿Y qué ama de su cotidianidad?
El amor solo podemos sentirlo en la medida en que nos relacionamos, así sea con humanos o con el entorno en que vivimos. Entonces, me enamora todo lo que es parte de mi vida y que me representa compañerismo, lealtad y compromiso.
Ha dicho que las hamburguesas no solamente tienen su propio sabor, sino también su propia estética. ¿Puede explicar esta idea?
Sí, toda la comida entra por los ojos. Nosotros nos preocupamos porque se vea bonita, porque esté bien presentada, porque el pan esté en su punto, que las salsas se vean del color que tienen que verse y que la carne esté en el grado de cocción correcto. Todo esto genera una estética visual, que en conjunto con la identidad de marca maximiza la experiencia.
¿Cuál es la identidad de Bubu Burger?
Nos interesa la calidad de nuestros productos, y por eso hacemos todos nuestros procesos de manera artesanal. Todos los días le ponemos el mayor esfuerzo y los mejores estándares de calidad, pero sin dejar de lado la experiencia del cliente. No solo vendemos un producto, sino un momento.
¿Y qué lo identifica en su trabajo?
A mí me identifica trabajar con pasión, honestidad y compasión, pues siempre ha sido una prioridad tener la capacidad de escuchar, de conversar y contribuir, porque en este proceso todos participan y aportan. Me interesa trabajar en equipo y fomentar el espacio para reflexionar y mejorar.
También puede leer: “No puede haber paz con hambre”: Andrés Maíz.
Al ser la primera marca de comidas en generar esta alianza con una de moda, ¿lo volvió más ambicioso en sus deseos empresariales?
Absolutamente. Queremos comernos el mundo, queremos dar a conocer a Bubu y el amor que nos une como personas. Esperamos llegar más lejos, porque creemos profundamente en lo que hacemos, y en este tipo de colaboraciones, porque nos ayudan a tener mayor alcance y visibilidad.
¿Qué ha aprendido de su trabajo para su vida personal?
Aprender a escuchar, a trabajar con las personas, pero también en mí mismo para poder estar presente en las relaciones tanto profesionales como personales. En la medida en que uno trabaje en su persona, va a poder hacerlo con los demás de manera eficaz y eficiente.
¿Qué reflexiones hace de su labor?
Hay que seguir adelante a pesar de los obstáculos y problemas, porque eso no es lo que define a un negocio, pero sí es parte de tenerlo. No hay que verlos como un impedimento, sino como oportunidades para mejorar y fortalecerse.
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¿Cómo nació la colaboración entre Seven Seven y Bubu Burger?
Seven Seven se nos acercó y nos comentó que querían hacer una colaboración de este tipo, en la que pudiéramos explorar la posibilidad de interpretar la identidad de las prendas como la de las hamburguesas que sacamos para esta colección. De inmediato dijimos que sí, porque es una marca que admiramos y que nos gusta mucho. Luego vino todo el proceso interactivo y de creación tanto de las piezas gráficas, los colores y los sabores.
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¿Qué cosas en común tienen una marca de comidas con una de ropa?
La ropa es algo que se usa todos los días y una hamburguesa es algo que se puede comer en cualquier momento, no amerita una ocasión especial. Entonces queríamos aprovechar que son cosas que forman parte de nuestra cotidianidad y de nuestra cultura. Por eso las prendas que lanzamos son vintage, cómodas, con esa lógica de sentirnos en casa, lo cual es importante para nuestra marca, porque nuestros productos son artesanales, como si fueran cocinados por nuestras madres y hechos con mucho amor.
Ha exaltado que esta colección es de ropa y comida de culto. ¿A qué se refiere con esto?
Se refiere a algo efímero. Es decir, la ropa de culto es algo que sale una vez y son piezas limitadas. Lo mismo hicimos con la hamburguesa, que solo estará un tiempo disponible al público y que será una experiencia única. Eso es lo que las convierte en piezas de culto, que son cosas que no se encuentran tan fácilmente, pero que la gente ama y sabe que tienen que aprovecharlas porque ya después no van a estar.
La colección se llama “Hecho con amor”. ¿Cómo define este sentimiento?
El amor es un sentimiento del que siempre queremos dar y recibir. Es absolutamente recíproco y altruista. Uno ama porque quiere y no porque necesita.
¿Qué lo enamora de su trabajo?
Me enamora trabajar con mi equipo. Este es un negocio de servicio, pero sobre todo de experiencia, en el que todos participamos para ofrecerles lo mejor a nuestros clientes. Quien se une a Bubu siente algo desde lo estético, los sabores y desde el propósito de influir y dejar algo en la gente con nuestra comida; como que la prueben y se vayan más contentos a su casa o a sus lugares de trabajo.
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¿Y qué ama de su cotidianidad?
El amor solo podemos sentirlo en la medida en que nos relacionamos, así sea con humanos o con el entorno en que vivimos. Entonces, me enamora todo lo que es parte de mi vida y que me representa compañerismo, lealtad y compromiso.
Ha dicho que las hamburguesas no solamente tienen su propio sabor, sino también su propia estética. ¿Puede explicar esta idea?
Sí, toda la comida entra por los ojos. Nosotros nos preocupamos porque se vea bonita, porque esté bien presentada, porque el pan esté en su punto, que las salsas se vean del color que tienen que verse y que la carne esté en el grado de cocción correcto. Todo esto genera una estética visual, que en conjunto con la identidad de marca maximiza la experiencia.
¿Cuál es la identidad de Bubu Burger?
Nos interesa la calidad de nuestros productos, y por eso hacemos todos nuestros procesos de manera artesanal. Todos los días le ponemos el mayor esfuerzo y los mejores estándares de calidad, pero sin dejar de lado la experiencia del cliente. No solo vendemos un producto, sino un momento.
¿Y qué lo identifica en su trabajo?
A mí me identifica trabajar con pasión, honestidad y compasión, pues siempre ha sido una prioridad tener la capacidad de escuchar, de conversar y contribuir, porque en este proceso todos participan y aportan. Me interesa trabajar en equipo y fomentar el espacio para reflexionar y mejorar.
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Al ser la primera marca de comidas en generar esta alianza con una de moda, ¿lo volvió más ambicioso en sus deseos empresariales?
Absolutamente. Queremos comernos el mundo, queremos dar a conocer a Bubu y el amor que nos une como personas. Esperamos llegar más lejos, porque creemos profundamente en lo que hacemos, y en este tipo de colaboraciones, porque nos ayudan a tener mayor alcance y visibilidad.
¿Qué ha aprendido de su trabajo para su vida personal?
Aprender a escuchar, a trabajar con las personas, pero también en mí mismo para poder estar presente en las relaciones tanto profesionales como personales. En la medida en que uno trabaje en su persona, va a poder hacerlo con los demás de manera eficaz y eficiente.
¿Qué reflexiones hace de su labor?
Hay que seguir adelante a pesar de los obstáculos y problemas, porque eso no es lo que define a un negocio, pero sí es parte de tenerlo. No hay que verlos como un impedimento, sino como oportunidades para mejorar y fortalecerse.
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