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                                                                                                                                Mi círculo con el periódico El Espectador

                                                                                                                                La historia sobre un círculo feliz de la vida, en relación con este diario, que se completa hoy con el inicio de la columna Babilonia, de Lucero Martínez Kasab.

                                                                                                                                Lucero Martínez Kasab

                                                                                                                                Columnista de El Magazín Cultural
                                                                                                                                Afectaciones al interior de El Espectador tras la bomba de 1989.
                                                                                                                                Foto: EL ESPECTADOR
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Por estos días una línea que arrancó a mis cinco años acaba de completarse; viene de mi primer amor: mi padre. Se inició con un ritual de todos los días al oír la llave de la puerta, verlo aparecer con su sonrisa, salir corriendo a su encuentro, tirármele al cuello para llenarlo de besos como él me llenaba a mí y mirar si había traído debajo del brazo el tesoro prometido: el periódico El Espectador, con el que me enseñó a leer tirados en el piso contándome las aventuras, que así le decíamos a la página de las historietas. Hoy, ese círculo se completa cuando escribo para El Espectador, donde aprendí a leer; usando las letras, las emociones y los pensamientos que él me enseñó…, y con la bienvenida al diario de parte de un señor cordial, Fernando, como mi padre, toda una coincidencia feliz.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Le recomendamos: Las “25 cosas” del Teatro Petra y la búsqueda de recuerdos a través de los objetos

                                                                                                                                Mi padre me leía y me explicaba las aventuras de Tarzán, el Fantasma, Mandrake el mago y otras que nos dejaban en suspenso hasta el siguiente episodio. Cuando íbamos en el carro sucedía la magia al mirar las letras grandes de los almacenes que juntas por fin cobraban sentido, desde el asiento de atrás le gritaba: “Ahí dice, calzado, flores, joyas…” era toda una exploración epistemológica por la pequeña ciudad. Así, me acostumbré a ensartar una a una las letras, luego las palabras, después las ideas. Años más tarde, en el colegio, la profesora más importante, la del idioma español, me enseñó a utilizar un libro que podría ser aburrido para otros, pero para mí es una fiesta llena de piedras preciosas: el diccionario. Me encanta consultarlo, aprender el significado de las palabras nuevas y sus etimologías, jugar con los sinónimos y elegir aquella voz que desde lejos me alza su manito para que la traiga a mis escritos; yo la tomo y la pongo en el sitio donde más luzca su belleza.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le sugerimos: Apoyo al exdirector del museo Reina Sofía en medio de “una guerra cultural”

                                                                                                                                Por todo esto, el día de 1986 en que asesinaron al director de El Espectador, don Guillermo Cano, sentí, como muchos colombianos un gran dolor. Nunca sobrará el lamento por su asesinato porque necesitamos personas buenas, no perfectas, eso es otra cosa, buenas, como el rostro de don Guillermo con sus editoriales generosos y valientes. Quitarle a la sociedad una persona así es oscurecerle el horizonte que la llevaría al esplendor. Es propiciar la selección negativa de líderes que llegarán al poder con su mediocridad intelectual y emocional a esparcir su baja condición sobre las nuevas generaciones; arrojándonos a una sociedad distópica dada la escalada de personas trastornadas en la política, en los medios de comunicación y en todas las instituciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aun sin reponerse del asesinato de su director, El Espectador recibió en 1989 otro atentado, esta vez contra su edificio, una bomba fue lanzada contra él dejando más de 70 heridos con su planta física destrozada; aun así, se recuperó para seguir siendo uno de los pilares periodísticos de Colombia. El Espectador no solo nos informaba, también nos formaba con los editoriales de don Guillermo, los consejos de Inés de Montaña y la visión política de Klim; labor que con denuedo siguen haciendo las nuevas generaciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El periodismo —ya está dicho— enfrenta grandes retos, pero ¿cuál campo humano no enfrenta retos hoy en día?, si el principal sistema económico, político y cultural se está deshaciendo a medida que se calienta la Tierra, como si los rayos solares no solo derritieran los polos, sino también a este equivocado orden humano. Solo nos toca tener la templanza de nuestros mayores e inspirarnos en la conciencia anticipatoria con la que surcaron por los mares más embravecidos. Saber leer como ellos los astros en estos tiempos donde hemos perdido la brújula. Los astros han estado ahí siempre para nosotros, ahora, estemos nosotros para ellos salvando la convivencia entre los humanos… y el buen periodismo cuánto ayuda con ese propósito.

                                                                                                                                Un círculo feliz de mi vida se completa hoy. Mi padre no me estará viendo desde las estrellas, pero sé que me espera en el mar y yo iré hasta sus orillas para contarle.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                Afectaciones al interior de El Espectador tras la bomba de 1989.
                                                                                                                                Foto: EL ESPECTADOR
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Por estos días una línea que arrancó a mis cinco años acaba de completarse; viene de mi primer amor: mi padre. Se inició con un ritual de todos los días al oír la llave de la puerta, verlo aparecer con su sonrisa, salir corriendo a su encuentro, tirármele al cuello para llenarlo de besos como él me llenaba a mí y mirar si había traído debajo del brazo el tesoro prometido: el periódico El Espectador, con el que me enseñó a leer tirados en el piso contándome las aventuras, que así le decíamos a la página de las historietas. Hoy, ese círculo se completa cuando escribo para El Espectador, donde aprendí a leer; usando las letras, las emociones y los pensamientos que él me enseñó…, y con la bienvenida al diario de parte de un señor cordial, Fernando, como mi padre, toda una coincidencia feliz.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Le recomendamos: Las “25 cosas” del Teatro Petra y la búsqueda de recuerdos a través de los objetos

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                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le sugerimos: Apoyo al exdirector del museo Reina Sofía en medio de “una guerra cultural”

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aun sin reponerse del asesinato de su director, El Espectador recibió en 1989 otro atentado, esta vez contra su edificio, una bomba fue lanzada contra él dejando más de 70 heridos con su planta física destrozada; aun así, se recuperó para seguir siendo uno de los pilares periodísticos de Colombia. El Espectador no solo nos informaba, también nos formaba con los editoriales de don Guillermo, los consejos de Inés de Montaña y la visión política de Klim; labor que con denuedo siguen haciendo las nuevas generaciones.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El periodismo —ya está dicho— enfrenta grandes retos, pero ¿cuál campo humano no enfrenta retos hoy en día?, si el principal sistema económico, político y cultural se está deshaciendo a medida que se calienta la Tierra, como si los rayos solares no solo derritieran los polos, sino también a este equivocado orden humano. Solo nos toca tener la templanza de nuestros mayores e inspirarnos en la conciencia anticipatoria con la que surcaron por los mares más embravecidos. Saber leer como ellos los astros en estos tiempos donde hemos perdido la brújula. Los astros han estado ahí siempre para nosotros, ahora, estemos nosotros para ellos salvando la convivencia entre los humanos… y el buen periodismo cuánto ayuda con ese propósito.

                                                                                                                                Un círculo feliz de mi vida se completa hoy. Mi padre no me estará viendo desde las estrellas, pero sé que me espera en el mar y yo iré hasta sus orillas para contarle.

                                                                                                                                Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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