Marithea, más allá de los titulares y un campeonato nacional de freestyle
Luego de coronarse campeona de la nacional de Red Bull Batalla de los Gallos, la caleña representará a Colombia en la final internacional de la especialidad que este año será en Chile.
Joseph Casañas Angulo
Haberse coronado campeona fue simplemente - aunque no sea tan simple - el final de un largo proceso que no siempre pudo disfrutar y en el que los reflectores que hoy le apuntan estuvieron apagados.
Hoy la noticia está en todos los medios de comunicación. Los titulares apuntan a repetir que “Marithea es la primera mujer en coronarse campeona de la Batalla de los Gallos en Colombia”, además en redes sociales el nombre, ese nombre (Marithea) viaja sin escalas por los puertos del freestyle. Ella lo agradece, claro, pero para ser totalmente honestos siempre me pareció que a la caleña le incomodó que se hablara más de ella por ser mujer que por ser rapera.
Por momentos, que no son pocos, medios, competidores y público en general prefirieron valorarla (o cuestionarla) por ser mujer, antes de encumbrarla por el poder de sus respuestas, su ingenio o la coherencia de sus rimas a la hora de improvisar sobre una base de hip hop. Entonces optaron por el camino fácil. Ella prefirió siempre el más largo, el complejo. El que nadie más había recorrido.
“El 90 % de las personas que están en freestyle son hombres. Público, competidores, jurados. La gente piensa que uno solo gana porque es mujer y que los eventos favorecen a las mujeres solo para que se les reconozca por la inclusión, eso hace las cosas más difíciles”, me dijo Marithea enero del 2020 luego de quedarse con el título de Combatemática en Bolivia. Le invitamos a leer: Primera mujer del mundo en quedar campeona internacional de freestyle es colombiana
En el escenario Marithea camina despacio, pero piensa rápido. Cuando agarra el micrófono da la sensación de que algo, quizá un demonio, se apodera de ella. Su mano derecha se mueve con la misma velocidad que lo hacen sus pensamientos y su lengua. No disimula nada. Si está nerviosa tanto el público como su oponente se dan cuenta. Eso, aunque parezca una debilidad, en realidad, dice, es una virtud.
“Nadie espera las respuestas, porque asumen que estoy asustada. Mi fuerte, como pasa con los raperos españoles, es el ingenio. Mi estilo no es asumir las batallas solo con insultos, sino que intento hacer rimas con contenido. Con mensaje”.
Además: ¿Por qué Colombia está pisando fuerte en el circuito mundial de freestyle?
Así se empezó a escribir su historia
Marithea tenía catorce años cuando entendió que su cuerpo no iba a vibrar nunca con la salsa como sí lo hacía con el hip hop. En el descanso del colegio y mientras todos los niños corrían, saltaban y jugaban, ella buscaba el lugar más alejado y silencioso del patio. Allí, en un rincón y sin que nadie lo notara, se estaba forjando una leyenda.
Los recreos se convirtieron en una excusa de entrenamiento. Junto a su mejor amigo y mientras una grabadora antigua reproducía pistas con un ruido poco nítido, Maribel improvisaba. Más allá de que fuera una rima fluida, con poco o mucho flow, con poca o mucha métrica, con poca o mucha estructura, lo sorprendente era ver que una mujer se animara a improvisar sobre las pistas de un ritmo que surgió en una calle del Bronx en Nueva York en julio de 1976.
Una charla con Marithea sobre freestyle, literatura y la vida
En 1998 y mientras sus compañeritas de colegio pensaban en el color del vestido, los tacones, el peinado, el salón y el vals, Maribel se devanaba los sesos pensando en su mote. Para entonces ya había librado un par de batallas de freestyle y era necesario un a.k.a. (abreviatura de la expresión anglosajona Also Known As, que traduce “también conocido como”). Ese año nació Marithea. Mari, por su nombre de pila y Thea, que significa diosa. ¿La diosa del freestyle? Tal vez la traducción sea algo pretenciosa. Lo objetivo sería decir que Marithea se metió de cabeza en la escena para quedarse y hacer historia. Y eso no es solo una expresión grandilocuente escrita para darles fuerza a estas líneas.
En julio del 2020 la caleña se convirtió en la primera mujer (y que me perdone por caer de nuevo en ese lugar común) del mundo en ganar una regional de Red Bull Batalla de Gallos, el torneo de freestyle en habla hispana más importante del mundo. Ese triunfo le dio el paso a la final nacional. No desentonó y se quedó con el tercer puesto de la competencia.El año pasado por temas de salud, no pudo disputar la batalla por el tercer y cuarto puesto (vs. Token).
El camino de Marithea para quedarse con el título de Red Bull Batalla Colombia 2021
Marithea vs. Lokillo
Marithea vs. Alzate
Marithea vs. Neg
Marithea vs. Airon Punchline
Escribir dos veces la historia
En 2019 la caleña se convirtió en la primera mujer en ganar un campeonato internacional de freestyle. o hizo cuando se quedó con el título de Combatemática. En Bolivia, Marithea derrotó a raperos de Bolivia, Ecuador, Argentina, México, Chile, Venezuela y Perú, entre ellos el rapero chileno Mateo Elicura Cervera Machuca (Teorema), considerado el mejor freestyler de la historia del país austral y uno de los referentes a escala mundial.
Esa batalla, que se registró en la semifinal de Combatemática, fue la más peleada de la noche. En la final, la caleña derrotó al peruano Jair.
“Para el free nacional esta victoria significa mucho. Hay muchas chicas rapeando en países que son potencia, como México, España y Argentina. Allá incluso tienen ligas femeninas, porque hay suficientes mujeres para hacer ese tipo de cosas; en Colombia no, pero sé que mi triunfo generará que más mujeres se animen”, le dijo entonces a El Espectador.
Ese título de Thea fue la consolidación de un reconocimiento que se viene haciendo desde que la caleña empezó a ser parte del circuito mundial de freestyle. En noviembre de 2019, durante la final internacional de Red Bull Batalla de los Gallos que se realizó en Madrid, la MC española Sara Socas, quizá la freestyler con más visibilidad del globo, le dijo a El Espectador: “Marithea es la mejor del planeta. Incluso es mejor que yo. Tiene una rima contundente, fluida y mucho ingenio”. Lo propio han reconocido, entre otros, el mexicano Mauricio Hernández (Aczino), el mejor freestyler de la historia, Jhony Beltrán y el colombiano Camilo Ballesteros (Valles-T).
Haberse coronado campeona fue simplemente - aunque no sea tan simple - el final de un largo proceso que no siempre pudo disfrutar y en el que los reflectores que hoy le apuntan estuvieron apagados.
Hoy la noticia está en todos los medios de comunicación. Los titulares apuntan a repetir que “Marithea es la primera mujer en coronarse campeona de la Batalla de los Gallos en Colombia”, además en redes sociales el nombre, ese nombre (Marithea) viaja sin escalas por los puertos del freestyle. Ella lo agradece, claro, pero para ser totalmente honestos siempre me pareció que a la caleña le incomodó que se hablara más de ella por ser mujer que por ser rapera.
Por momentos, que no son pocos, medios, competidores y público en general prefirieron valorarla (o cuestionarla) por ser mujer, antes de encumbrarla por el poder de sus respuestas, su ingenio o la coherencia de sus rimas a la hora de improvisar sobre una base de hip hop. Entonces optaron por el camino fácil. Ella prefirió siempre el más largo, el complejo. El que nadie más había recorrido.
“El 90 % de las personas que están en freestyle son hombres. Público, competidores, jurados. La gente piensa que uno solo gana porque es mujer y que los eventos favorecen a las mujeres solo para que se les reconozca por la inclusión, eso hace las cosas más difíciles”, me dijo Marithea enero del 2020 luego de quedarse con el título de Combatemática en Bolivia. Le invitamos a leer: Primera mujer del mundo en quedar campeona internacional de freestyle es colombiana
En el escenario Marithea camina despacio, pero piensa rápido. Cuando agarra el micrófono da la sensación de que algo, quizá un demonio, se apodera de ella. Su mano derecha se mueve con la misma velocidad que lo hacen sus pensamientos y su lengua. No disimula nada. Si está nerviosa tanto el público como su oponente se dan cuenta. Eso, aunque parezca una debilidad, en realidad, dice, es una virtud.
“Nadie espera las respuestas, porque asumen que estoy asustada. Mi fuerte, como pasa con los raperos españoles, es el ingenio. Mi estilo no es asumir las batallas solo con insultos, sino que intento hacer rimas con contenido. Con mensaje”.
Además: ¿Por qué Colombia está pisando fuerte en el circuito mundial de freestyle?
Así se empezó a escribir su historia
Marithea tenía catorce años cuando entendió que su cuerpo no iba a vibrar nunca con la salsa como sí lo hacía con el hip hop. En el descanso del colegio y mientras todos los niños corrían, saltaban y jugaban, ella buscaba el lugar más alejado y silencioso del patio. Allí, en un rincón y sin que nadie lo notara, se estaba forjando una leyenda.
Los recreos se convirtieron en una excusa de entrenamiento. Junto a su mejor amigo y mientras una grabadora antigua reproducía pistas con un ruido poco nítido, Maribel improvisaba. Más allá de que fuera una rima fluida, con poco o mucho flow, con poca o mucha métrica, con poca o mucha estructura, lo sorprendente era ver que una mujer se animara a improvisar sobre las pistas de un ritmo que surgió en una calle del Bronx en Nueva York en julio de 1976.
Una charla con Marithea sobre freestyle, literatura y la vida
En 1998 y mientras sus compañeritas de colegio pensaban en el color del vestido, los tacones, el peinado, el salón y el vals, Maribel se devanaba los sesos pensando en su mote. Para entonces ya había librado un par de batallas de freestyle y era necesario un a.k.a. (abreviatura de la expresión anglosajona Also Known As, que traduce “también conocido como”). Ese año nació Marithea. Mari, por su nombre de pila y Thea, que significa diosa. ¿La diosa del freestyle? Tal vez la traducción sea algo pretenciosa. Lo objetivo sería decir que Marithea se metió de cabeza en la escena para quedarse y hacer historia. Y eso no es solo una expresión grandilocuente escrita para darles fuerza a estas líneas.
En julio del 2020 la caleña se convirtió en la primera mujer (y que me perdone por caer de nuevo en ese lugar común) del mundo en ganar una regional de Red Bull Batalla de Gallos, el torneo de freestyle en habla hispana más importante del mundo. Ese triunfo le dio el paso a la final nacional. No desentonó y se quedó con el tercer puesto de la competencia.El año pasado por temas de salud, no pudo disputar la batalla por el tercer y cuarto puesto (vs. Token).
El camino de Marithea para quedarse con el título de Red Bull Batalla Colombia 2021
Marithea vs. Lokillo
Marithea vs. Alzate
Marithea vs. Neg
Marithea vs. Airon Punchline
Escribir dos veces la historia
En 2019 la caleña se convirtió en la primera mujer en ganar un campeonato internacional de freestyle. o hizo cuando se quedó con el título de Combatemática. En Bolivia, Marithea derrotó a raperos de Bolivia, Ecuador, Argentina, México, Chile, Venezuela y Perú, entre ellos el rapero chileno Mateo Elicura Cervera Machuca (Teorema), considerado el mejor freestyler de la historia del país austral y uno de los referentes a escala mundial.
Esa batalla, que se registró en la semifinal de Combatemática, fue la más peleada de la noche. En la final, la caleña derrotó al peruano Jair.
“Para el free nacional esta victoria significa mucho. Hay muchas chicas rapeando en países que son potencia, como México, España y Argentina. Allá incluso tienen ligas femeninas, porque hay suficientes mujeres para hacer ese tipo de cosas; en Colombia no, pero sé que mi triunfo generará que más mujeres se animen”, le dijo entonces a El Espectador.
Ese título de Thea fue la consolidación de un reconocimiento que se viene haciendo desde que la caleña empezó a ser parte del circuito mundial de freestyle. En noviembre de 2019, durante la final internacional de Red Bull Batalla de los Gallos que se realizó en Madrid, la MC española Sara Socas, quizá la freestyler con más visibilidad del globo, le dijo a El Espectador: “Marithea es la mejor del planeta. Incluso es mejor que yo. Tiene una rima contundente, fluida y mucho ingenio”. Lo propio han reconocido, entre otros, el mexicano Mauricio Hernández (Aczino), el mejor freestyler de la historia, Jhony Beltrán y el colombiano Camilo Ballesteros (Valles-T).