Para Martha Senn, la felicidad y la esperanza son “el principio de lo armónico”.
Foto: Ilustración: Alejandro García
Para comenzar, quise preguntarle a quién le dedica el libro, pero no lo haré, pues “ellos ya lo saben”. También, en algún momento, quise saber quiénes son los personajes ficticios, pero ahora prefiero dejarlo así y asumir su realidad, pues usted los creó y lo hizo con tanto arte, como quien esculpe una escultura; con tanto detalle, como quien pinta una miniatura, y con tanto deleite, como quien prepara su más exquisita receta.