Martha Senn se conmueve a través de su pluma
En “Más allá del canto” (Tragaluz Editores), Martha Senn continúa explorando sus pasos como escritora, develando las memorias de una cantante lírica.
Isabel López Giraldo
Para comenzar, quise preguntarle a quién le dedica el libro, pero no lo haré, pues “ellos ya lo saben”. También, en algún momento, quise saber quiénes son los personajes ficticios, pero ahora prefiero dejarlo así y asumir su realidad, pues usted los creó y lo hizo con tanto arte, como quien esculpe una escultura; con tanto detalle, como quien pinta una miniatura, y con tanto deleite, como quien prepara su más exquisita receta.
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Para comenzar, quise preguntarle a quién le dedica el libro, pero no lo haré, pues “ellos ya lo saben”. También, en algún momento, quise saber quiénes son los personajes ficticios, pero ahora prefiero dejarlo así y asumir su realidad, pues usted los creó y lo hizo con tanto arte, como quien esculpe una escultura; con tanto detalle, como quien pinta una miniatura, y con tanto deleite, como quien prepara su más exquisita receta.
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Preludio
“Entonces decidí ir tras mi destino”. ¿Considera que el destino se decide, se forja, o este se deja ver, se muestra, se revela, en la medida en que avanzamos en el camino?
El destino para mí es un misterio que se va revelando por el camino de la vida, cuando se tienen convicciones sobre lo que queremos hacer y la disciplina para lograrlo.
“Viajé entre armonías y arpegios rechazando cualquier refugio de llegada”. La escritura también tiene una composición, una estructura, un ritmo, una cadencia, que se podría considerar musical. ¿Es ella su puerto?
Sí. En Más allá del canto, como se titula mi segundo libro, el puerto de llegada es la escritura con las características que me complacen.
“En mi corazón están vivas las protagonistas que tuve la fortuna de encarnar. Al enriquecer mi comprensión de sus sentimientos, cualidades y defectos, enriquecí también la comprensión de mí misma”. ¿Qué comprensión tuvo de usted al escucharlas cuando le hablaron de libertad, superficialidad, infidelidad, belleza, obediencia y complicidad?
Sin duda, cada una de ellas y las esencias de sus personalidades al estudiarlas, supieron colocarme ante el espejo y cuestionarme para hacerme una con ellas, o separarme para actuarlas e interpretarlas.
¿Cómo entiende los conceptos de felicidad y esperanza? ¿Quizá como “el principio de lo armónico”, según lo expresa en “Más allá del canto”?
Son ideales a los que todos los seres humanos aspiramos por el mero hecho de serlo y con los que intentamos neutralizar nuestras miserias del diario vivir.
Jacinta
En este capítulo invita a hacer un recorrido por sus recuerdos de infancia, que consisten en “una dimensión de colores y sonidos”. ¿Si se reencontrara con Jacinta en este instante, qué le cantaría?
Tal vez las canciones infantiles que yo misma inventaba siendo niña y que llevaban su nombre. Las canciones de la infancia nunca se olvidan.
“Mantelito blanco de la humilde mesa, donde compartimos el pan familiar”. Y es por los sentimientos que genera en mí esta canción que quisiera conocer los suyos, por su letra que encierra una profunda nostalgia, pero los de ese momento, a esa edad, en el instante en que la interpretó.
Era la cancioncilla preferida de la directora del colegio y me la hacía cantar en las sesiones solemnes. Con ella aprendí a superar desde muy niña el miedo a salir a escena y al público que me escuchaba, y feliz y sorprendida escuché los primeros aplausos.
Sor Constance
“Ahora la imagino entre silenciosas oraciones, tejiéndose con los hilos de la culpa un manto de melancolía”. Con este capítulo comienza una serie de testimonios de personas que dejaron un recuerdo muy potente en usted, quizá por sus vivencias, su carácter, el momento de vida o por la fuerza de la imaginación. Para no revelar la historia de sor Constance, prefiero tan solo preguntar: ¿ama algo más que a Dios?
Más que a Dios mismo, amo todo lo creado y lo que por ser sagrado nos invita a respetarlo. Y oro día a día para que nuestras conciencias, las de todos los seres humanos, se llenen de esa divinidad.
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Seis cantatas en Nueva York
Primera voz
En su rol de abuela, ¿cómo se ha manifestado la primera voz?
Con total orgullo por lo que van siendo mis nietos y con temor por lo que este desenfrenado mundo de tragedias pueda afectarlos.
Segunda voz
¿Qué es lo más cerca que ha estado de la muerte? ¿De cuántas maneras distintas ha muerto? ¿Qué cosas han muerto en su vida? ¿Algo en usted se resiste a morir?
Ir naciendo e ir muriendo son los procesos de vida más afortunados que nos ofrece la naturaleza, al permitirnos ir viviendo. La canción popular dice “cuantas veces me mataron, tantas veces me morí; sin embargo, estoy aquí resucitando”. Incluso el poema le da gracias a la desgracia. Está en nosotros mismos tomar conciencia de ello y aprovechar el tiempo con la mayor creatividad que nos sea posible, hasta el momento final, sea el que sea.
Tercera voz
¿Qué le sofoca? ¿Qué no tolera? ¿Qué le resulta incómodo?
Que alguien me coloque en una situación de tener que faltarle al respeto.
Cuarta voz
La cuarta voz es un canto de melancolía que se descubre en el momento último. ¿Interpreto bien si cuando ella se marchó este sentimiento se instaló en usted?
En efecto, la melancolía que los brasileños llaman saudade acompaña con frecuencia, no solo cuando se canta.
Quinta voz
“Dramatizar la vida era algo muy peligroso”. ¿Qué es lo más dramático que ha escenificado en el contexto real de su existencia?
Mi reto ha sido dramatizar en la escena lírica teatral y desdramatizar en la escena de la vida.
Sexta voz
“El respeto al ajeno es la paz”. ¿Se trató de una circunstancia premeditada para causar la situación que efectivamente se dio? Pero más allá de eso, ¿dónde está su paz, en qué tonalidad, en qué voz, en qué color, en qué textura, en qué vibración?
Cuánto me gustaría que mi anhelo de paz vibrara con la tonalidad, la voz, el color y la textura de la paz del universo entero. Sé que es un anhelo fatuo.
Le pregunto: ¿para qué sirve la belleza?
La pregunta es quién se siente con el derecho y el privilegio de definir la belleza. Los códigos sociales de la estética y del arte son muy variados. Yo no me atrevería ni siquiera a intentarlo. Por otra parte, la vanidad y la superficialidad van de la mano.
¿Domesticó el ego?
Ojalá hubiese podido, pero este ayuda cuando se sale a escena, o se escribe, con el pensamiento y el sentimiento de, tal vez, no ser rechazado.
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La voz, más allá de la materia, eleva, transporta. El canto desnuda emociones, sensaciones, sentimientos, dejándolos a flor de piel. Entonces, ¿la trusa como segunda piel que conforta y abraza el pudor?
Creo que el pudor sí es una trusa que abraza y conforta.
Luciérnaga
“Se trataba de compartir historias de vida sucedidas después de asumir, por razones de la profesión, identidades diferentes a la propia”. En el libro “Más allá del canto”, revela la historia de Lucy, que la compartió sin reservas como una especie de liberación. Independiente del contenido de esta narración y sabiendo que la luz también se agota y las luciérnagas se apagan. ¿Qué quisiera que permaneciera encendido y no se agotara jamás?
La dignidad de cada ser humano y el respeto mutuo, al reconocernos como iguales en derechos.
¿Qué halla en sus sombras y qué tan profunda es su oscuridad?
El reto de vivir es precisamente el de ir aclarando nuestras sombras para vernos mejor, y esa tarea hay que hacerla hasta el último respiro.
El evangelio según Dina
¿Qué quisiera gritarle al mundo desde lo más profundo de su ser y desde lo más alto de una montaña, con megáfono en mano, como lo hizo Dina? ¿Tiene algún sentimiento reprimido que quisiera reventar, o abrir puertas y ventanas y volar en libertad para desaparecer o para liberarse?
Mi amor de madre, que es el sentimiento que más me acerca a la idea de lo infinito.
Pippo
¡Pippo ya reposa en el cielo… y la vida sigue! ¿Alguna vez ha querido detener el mundo, suspender el tiempo, frenar la marcha, para perpetuar algo o a alguien? ¿Alguna vez ha querido permanecer en el eterno infinito?
Ojalá ese instante indescriptible, culminante y misterioso de amor entre una pareja pudiera tener esa connotación de detener el mundo, suspender el tiempo y frenar la marcha para perpetuarlo. Ese es mi romanticismo imposible.
¿Cuáles son ese modo, lugar y tiempo perfectos para guardar un tesoro?
Creo que los tesoros son para compartirlos.
¿Qué atesora?
La sinceridad y la confianza, que son la base de una sana comunicación.
Himno para soñadores
Su silencio y su introspección se vieron interrumpidos cuando se traspasó esa línea invisible, pero evidente, con un “oye”, que la llevó a unirse al canto de las ballenas. Emocionarse es elevar el alma, si se quiere; sentimiento difícil de describir, pero que es necesario hacerlo ante una experiencia única e irrepetible, como la que la llevó a vivir el científico Jorge Reynolds. ¿Qué significó y sigue significando para usted? ¿Se ha vuelto a comunicar con ellas de otra manera? ¿Se convirtieron en una especie de tótem?
Las palabras no me alcanzan para describir la emoción de cantar al tiempo con la naturaleza.
¿Qué la llevaría a atravesar océanos? ¿Con qué acompañaría su travesía?
El amor, y sería la mejor compañía.
¿Cuál es el arrullo perfecto?
Por favor, no me lleve al campo del erotismo.
¿Qué travesura la divierte? ¿Qué aventura le generaría fascinación?
En general, lo que me divierte es travieso con algo de irreverencia y mucha imaginación. Danzar sin que mi cuerpo se agotara sería una aventura fascinante.
¿A qué le lanzaría un arpón?
A un psicópata integrado de esos que con su falta de empatía frente al dolor que causan, sus mentiras, sus manipulaciones y su narcisismo perverso, van por la vida haciendo tanto daño en lo personal y en lo social, disfrazados de grandes personajes.
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¿Cuál es su lugar para un eterno retorno?
Dejémoslo en el título de uno de los movimientos de la cantata: Pacificanto.
¿A qué ritmo de la vida se genera éxtasis, fascinación, placidez, plenitud?
Cada quien lleva el suyo propio y ojalá lo baile muy bien, solo o acompañado.
Serendipia
“Me cautivaba la profundidad de esa concepción respecto a “la unidad de los esfuerzos puros” y su alcance como inspiradora visión de la historia”. ¿Cómo interpreta “la unidad de los esfuerzos puros” que tanto la cautivó?
Una unidad de esfuerzos puros materializaría la Novena sinfonía de Beethoven cuando propone el canto coral. “Que todos los hombres se unan como hermanos”.
Quien haya afirmado que la casualidad es la “eterna amiga de todos los artistas” dijo una gran verdad. Esta es la frase que da vida al capítulo. ¿Qué otras casualidades, además de la descrita en serendipia, ha encontrado en su camino, iluminándolo?
Basta tener la atención puesta en ello y las iluminaciones de seguro aparecen. Están siempre allí si queremos notarlas.
El pescador de calamares
“Los rumores del mar y su movimiento me calman los fastidios”. Entregar es liberar y recibir es apreciar, y usted recibió un par de amigos.
El engendro
“Algo más allá de esa rutina disfrazada de alegría”. ¿Le enferma la rutina o le proporciona estructura y equilibrio?
Mi rutina, por lo general, ha sido la de no tener ninguna. Otra cosa es la disciplina una vez un propósito está claramente definido.
Al leer este capítulo se me ocurrió que quizá sus sueños y pesadillas son también toda una puesta en escena. ¿Me equivoco? ¿Interpreta los sueños como quien le envía un mensaje?
El fenómeno de los sueños cuando se duerme se lo dejo a los terapistas. Yo soy más amiga de soñar despierta. Esos sueños me traen a la imaginación personajes inexistentes que me invitan a revelarlos.
¿Dónde están sus demonios?
Tal vez peleando con mis ángeles de la guarda.
Amore mío y susurros imaginados
Quizás estos son el espejo de uno y del otro, porque abordan igual situación desde posiciones contrarias. Usted, testigo silenciosa, observadora pasiva, logra reflejar cada rol, cada emoción, cada frustración, en una narración colmada de detalles. Imposible ser indiferente, aunque se hace mal al juzgar, pero ¿lo hizo, le pudo la moral?
No me atrevo a juzgar a ninguno de los personajes que habitan las páginas de mi libro.
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El zorrero de la presidencia
“No sé lo que soy ni lo que hago”. ¿Hoy lo tiene claro?
A veces sí, a veces no. Ese es un gran reto en la vida que nos permite seguir indagándonos como personas.
La vida en un clic
“El pájaro que anidaba bajo mi balcón ya había volado hacia la breve libertad de la vida, y el alma del difunto acababa de hacerlo “hacia la eterna libertad de la muerte”. ¿Estamos atrapados en la vida? ¿La muerte como puerta de entrada o de salida?
Está en cada quien decidirlo.
Una dama gris
Debo confesar que cada vez que leo un poema o estudio una partitura de canto poético, trato de sentir la pregunta y encontrar la respuesta. A veces lo logro, sobre todo cuando la conjunción de belleza entre palabra y armonía provoca un cierto nudo en la garganta y un aguado en los ojos, lo que, por supuesto, hay que superar para el logro de una buena interpretación.
Es todo un logro conectar con el otro a través de preguntas genuinas, sentidas, profundas, provocadoras, ojalá intimidantes. ¿Alguna vez la han confrontado con alguna, quizá sugerida o sugestiva, que la haya llevado a una meditación reflexiva?
Mi esposo sabe rescatarme de mis equivocaciones y tengo amigas y amigos muy brillantes que me cuestionan y se cuestionan.