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Antonio Miscenà, la mente musical del Cartagena Festival de Música

El italiano habló acerca del evento que se realizará entre el 4 y 12 de enero de 2025. En esta entrevista dio detalles sobre cómo llegó al festival y se refirió a la música colombiana.

Andrea Jaramillo Caro
19 de diciembre de 2024 - 12:25 p. m.
Antonio Miscenà es músico graduado del Conservatorio de Perugia.
Antonio Miscenà es músico graduado del Conservatorio de Perugia.
Foto: Cortesía Cartagena Festival de Música
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¿Cuál fue el proceso para decidir el tema del festival?

Este año fue un poco más simple con respecto a ediciones anteriores. Pensamos que nos hemos enfocado mucho en el nacionalismo musical europeo en los últimos años, y esta parte de la historia de la música generalmente lleva el nombre de Escuelas Nacionales, que son tres. Se llamaban así porque desde el medievo, hasta aproximadamente 1850, la música occidental era la expresión de cuatro países: Alemania, Francia, Austria e Italia. Durante siglos la música se produjo ahí, pero eso no significa que en Rusia, España o el norte de Europa no se escuchara música clásica. En 2023 nos enfocamos en la música de la Escuela del Este, en 2024 tomamos la Escuela del Norte y pensamos en cerrar este capítulo de la historia con la parte occidental. Por eso digo que este año fue más simple, porque una vez que decidimos hacer este ciclo dedicado a estos países, fue natural tomar esta decisión.

¿Cómo hicieron la curaduría para los invitados a esta edición?

Una vez que enfoques un tema, como este año hicimos con la identidad musical española, buscas los artistas que interpretan en modo original o que tiene una particular atención con respecto a estos repertorios. Por ejemplo, iniciamos con la Orquesta de Castilla León, que frecuentemente interpreta este repertorio y tiene una historia con él. Por eso la elegimos, por esa cercanía. Y pasa lo mismo con los solistas, los invitados que escogemos están casi que especializados en este tema.

Lleva más de 10 años al frente del festival, ¿cómo se unió al equipo de este evento?

Es un caso extraño de la vida. Conocía al exmarido de Julia Salvi. Durante casi 20 años fui el director del gremio de los productores de instrumentos musicales acústicos y ahí estaba él, quien era uno de los productores de arpa más importantes del mundo. Hacia 2010 me llamó Julia, pero no para el festival en Cartagena, sino para presentar la producción italiana de instrumentos tradicionales en el Congreso Iberoamericano de Medellín. Luego de haber vuelto a Italia, ella me pidió ir a ver cómo era en Cartagena, ver la ciudad, entre otras cosas. Empecé a involucrarme de a pocos, hasta que dos años después me convertí en el director del festival y hemos seguido adelante.

En los 14 años que lleva dirigiendo el festival, ¿qué es lo que más lo ha sorprendido del país y su música?

Lo que más me impresionó es que creo que la gente, especialmente en el Caribe, es muy musical. Allá son naturalmente musicales y le dan una atención especial a la relación de la música con la danza. Tal vez la única diferencia es la tradición de la música culta, porque allá la popular ha tenido más acogida. Me sorprendió también que hay diferentes tipos de música popular y en Europa conocemos muy poco sobre ella. Me encantó ver toda la riqueza que tiene y que no está muerta, es algo vital que la gente toca y escucha. Tiene un rol activo en la sociedad, sobre todo en el área periférica en el país.

¿Cuál ha sido un momento del festival que haya marcado su trayectoria?

Uno que recuerdo bien fue la edición antes de la pandemia, la de 2020. Fue un gran festival porque logramos hacerlo antes de que fuera la cuarentena. Lo grato de haberla hecho es que pudieron venir orquestas maravillosas como la Orquesta Concertgebouw o la Orquesta de Salzburgo, entre otras. Fue un festival grande y complejo porque también hicimos “Suena Sudamérica” en el Centro de Convenciones. Yo quería que esa edición fuera más que una serie de conciertos, si no un contendor con mil actividades como conferencias, seminarios y más. Claro, recuerdo en sentido negativo la primera edición después de la pandemia. Debo decir que no paramos con el festival, no perdimos ni una edición. Entre junio y julio de 2021 el evento se vio muy reducido a un solo teatro con dos conciertos por día y de cuatro días en total. Fue muy corto y hecho con mucho coraje y solidaridad por parte de los músicos. Eso sirvió para mostrar que el sector tenía que vivir.

¿Cómo empezó a interesarse por la música?

Esta no era mi primera opción de carrera. Yo estudiaba en una facultad científica, pero ya había estudiado música, como se hacía en ese momento, a manera de interés personal, como hobbie. De niño tenía cercano el piano y crecí con él. Después, en bachillerato, decidí estudiar en la universidad y en el conservatorio en paralelo. En un momento decidí abandonar la facultad científica, por mis razones, para seguir por el camino de la música. Sin embargo, me interesaba más ser organizador que intérprete. Nunca conecté con ese lado. Me gusta más trabajar por la organización de las cosas.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

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