Salvador Allende es un ícono latinoamericano. Aquí una exposición de esta semana dedicada al expresidente chileno en la pinacoteca de la Universidad de El Salvador, en San Salvador (El Salvador). En la novela de Carlos Tromben, Allende habla desde el más allá en un retrato de época en el que se cruzan figuras como el Che Guevara, Michel Foucault y Jacques Derrida para dar cuenta de la efervescencia política y social de los años 70.
Foto: EFE - Rodrigo Sura
Primer acto
ALLENDE HABLA
Compañera, muy buenos días, buenas tardes, buenas noches...
Adonde quiera que le llegue a usted mi voz, en onda corta o larga, quiero hacerle llegar un afectuoso saludo desde las regiones desconocidas.
En vida me dijeron de todo: pije relamido, gigoló mapochino, senador por La Habana. Por ahí se dijo que mi nombre verdadero, el que me puso mi madre al nacer, era Salvador Isabelino del Sagrado Corazón de Jesús. Un chiste entre amigos que después se usó en mi contra. (
Por Carlos Tromben * / Especial para El Espectador
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