La Escuela de Libreros de la ACLI ofrece formación presencial y virtual, con pasantías en librerías y el apoyo para el surgimiento de nuevas librerías independientes.
Foto: El Espectador
No es difícil para un librero o una librera escuchar por los pasillos de sus bibliotecas: “Cuando me jubile, voy a abrir una librería”. Una visión idealizada de un trabajo que, según Gabriela Carrillo, la directora de Cooltivo Libros, requiere mucho esfuerzo. El equipo que trabaja para convertir en realidad las propuestas de la librería debe mantenerse firme. “No es un trabajo sufrido –expresó–, pero no es tan fácil como sentarse a vender”.
Por Diana Camila Eslava
Periodista del Magazín Cultural de El Espectador. Con experiencia en comunicación y gestión cultural, así como en consultoría empresarial en transformación digital. Maestra en Creación Literaria.@CamilaEslava_deslava@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación