Esther Rojas, directora de la nueva Big Band femenina de Bogotá.
Foto: Idartes
Casi un año después, puede decirse que el proyecto causó una sacudida necesaria en la escena, pues sus integrantes y otras mujeres del movimiento musical independiente parecen estar reclamando, con decisión y sentido de justicia, el espacio de visibilidad y reconocimiento que les corresponde. Esto lo puedo asegurar después de hablar, gracias a mi labor como periodista radial, con unas cuantas de sus protagonistas a quienes quiero exaltar en estas líneas.
Por Esteban Bernal Carrasquilla
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