Los activistas climáticos Última Generación ponen fin a sus protestas en Austria
La organización activista climática Letzte Generation anunció este martes 6 de agosto el fin de su polémica campaña de protestas en Austria, tras considerarla fracasada.
“Fin de las protestas. Hemos protestado de muchas maneras, hemos continuado a pesar del odio y las amenazas de muerte. El Gobierno acepta ser responsable de la muerte de miles de millones de personas. La sociedad ha fracasado”, señalaron los activistas en la red social X.
También en un comunicado de prensa, la organización conocida en varios países europeos por sus llamativas y controvertidas acciones y formas de protesta civil, admitió no ver perspectiva de éxito si continúa de la misma manera como lo ha hecho en los últimos dos años.
Sus protestas, como pegatinas en la calle, interrupciones de autopistas, enfrentamientos con políticos y acciones en lugares emblemáticos, como museos y eventos deportivos, no solo ha generado controversia en la sociedad, sino que también acarrearon a los activistas numerosas denuncias y procesos judiciales.
“Hoy finalizan nuestras protestas y la Última Generación Austria. Utilizaremos los fondos restantes para cubrir los costes de la criminalización y las investigaciones. Nuestros canales de donaciones seguirán abiertos porque aún quedan pendientes multas y costas judiciales elevadas”, señaló la nota.
La organización acusa de incompetencia al Gobierno de Austria, formado por conservadores y ecologistas, al considerar que no ha adoptado las medidas necesarias para mitigar el cambio climático en los últimos dos años.
La sociedad austriaca parece dispuesta a continuar en la “ignorancia fósil”, aceptando así su responsabilidad en la crisis climática, lo cual les “entristece infinitamente”, dijo en el comunicado la portavoz de los activistas, Marina Hagen-Canaval.
No obstante, afirmó que no se descartan nuevas iniciativas en el futuro y considera que las acciones emprendidas han despertado la conciencia de muchos.
“Ya no somos los únicos que no estamos dispuestos a seguir tolerando los crímenes del Gobierno. La gente seguirá organizándose y rebelándose contra el sistema destructivo”, se puede leer en una carta dirigida a los ciudadanos austríacos.
La principal reivindicación de Última Generación es consagrar la protección del clima como derecho fundamental en la Constitución. La organización, que se inspiró en el grupo inglés Just Stop Oil, ha sido muy controvertida tanto entre los políticos como entre la población.
Sus acciones buscaban captar la atención mediática, utilizando métodos que generaban gran visibilidad, aunque también polémica. En noviembre del 2022, dos activistas de la organización arrojaron petróleo sobre el cuadro Muerte y vida de Gustav Klimt en el museo Leopold de Viena.
Han realizado protestas en varios países, incluyendo Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos, Suiza, Canadá, Suecia, Finlandia, España y Noruega, para abogar por un tratado internacional de no proliferación y eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
“Fin de las protestas. Hemos protestado de muchas maneras, hemos continuado a pesar del odio y las amenazas de muerte. El Gobierno acepta ser responsable de la muerte de miles de millones de personas. La sociedad ha fracasado”, señalaron los activistas en la red social X.
También en un comunicado de prensa, la organización conocida en varios países europeos por sus llamativas y controvertidas acciones y formas de protesta civil, admitió no ver perspectiva de éxito si continúa de la misma manera como lo ha hecho en los últimos dos años.
Sus protestas, como pegatinas en la calle, interrupciones de autopistas, enfrentamientos con políticos y acciones en lugares emblemáticos, como museos y eventos deportivos, no solo ha generado controversia en la sociedad, sino que también acarrearon a los activistas numerosas denuncias y procesos judiciales.
“Hoy finalizan nuestras protestas y la Última Generación Austria. Utilizaremos los fondos restantes para cubrir los costes de la criminalización y las investigaciones. Nuestros canales de donaciones seguirán abiertos porque aún quedan pendientes multas y costas judiciales elevadas”, señaló la nota.
La organización acusa de incompetencia al Gobierno de Austria, formado por conservadores y ecologistas, al considerar que no ha adoptado las medidas necesarias para mitigar el cambio climático en los últimos dos años.
La sociedad austriaca parece dispuesta a continuar en la “ignorancia fósil”, aceptando así su responsabilidad en la crisis climática, lo cual les “entristece infinitamente”, dijo en el comunicado la portavoz de los activistas, Marina Hagen-Canaval.
No obstante, afirmó que no se descartan nuevas iniciativas en el futuro y considera que las acciones emprendidas han despertado la conciencia de muchos.
“Ya no somos los únicos que no estamos dispuestos a seguir tolerando los crímenes del Gobierno. La gente seguirá organizándose y rebelándose contra el sistema destructivo”, se puede leer en una carta dirigida a los ciudadanos austríacos.
La principal reivindicación de Última Generación es consagrar la protección del clima como derecho fundamental en la Constitución. La organización, que se inspiró en el grupo inglés Just Stop Oil, ha sido muy controvertida tanto entre los políticos como entre la población.
Sus acciones buscaban captar la atención mediática, utilizando métodos que generaban gran visibilidad, aunque también polémica. En noviembre del 2022, dos activistas de la organización arrojaron petróleo sobre el cuadro Muerte y vida de Gustav Klimt en el museo Leopold de Viena.
Han realizado protestas en varios países, incluyendo Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Países Bajos, Suiza, Canadá, Suecia, Finlandia, España y Noruega, para abogar por un tratado internacional de no proliferación y eliminación progresiva de los combustibles fósiles.