L’Explose Danza presenta Crudo Equilibrio
Una pieza de danza contemporánea que parte del encuentro necesario y creativo entre la compañía colombiana y el reconocido coreógrafo israelí, radicado en España, Sharon Fridman.
Argenis Leal Pineda
Miedo, frustración, dolor, nostalgia, amor, solidaridad, cariño, amistad, abandono, apoyo y tristeza, ¿cómo transformar estas palabras en movimiento? ¿cómo llevar a escena el sin fin de emociones por las cuales hemos atravesado en los últimos dos años? Todos hemos llorado la pérdida de seres queridos, hemos sentido la zozobra de perder la estabilidad económica o emocional. El mundo giró, llego una pandemia y con ella muchas cosas cambiaron, nos obligó a adaptarnos, aceptar el momento y avanzar. Cuando Sharon Fridman, coreógrafo israelí, radicado en España, llego en enero del 2022 a Colombia para ser parte de la nueva obra de la compañía de danza L’Explose, no imaginó que el tema central del montaje seria la pérdida, un concepto que atraviesa muchas instancias de la vida cotidiana y que a partir de un intenso proceso de creación se transformó en una bella coreografía que se centra en el contacto entre los cuerpos y su relación con el equilibrio.
“Crudo Equilibrio es el nombre que nace del proceso creativo. Cuando llegué no pensé que iba a trabajar la pérdida, es lo que encontré, y sentí la obligación de tomar las sensaciones que estaban en el estudio y darles una forma. Por un lado, entendí que mi proceso con los bailarines empieza en un lugar que no es neutro, una pérdida, pero no solo de una persona, sino una pérdida de seguridad, porque a la hora de trabajar con un nuevo registro, te cuestionas y eso conlleva todo un proceso emocional” comenta Sharon, quien junto a la directora de la compañía y dramaturga Juliana Reyes crean un funeral poético y delicado donde la estructura coreográfica busca atrapar las emociones, pero estas se escapan a raudales, generando momentos de quiebre.
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En la pieza se destacan tres solos a cargo de los bailarines René Arriaga, Sara Regina Fonseca y Ángel Ávila, quienes comparten escenario con Ángela Cristina Bello, Luisa Camacho, Vanessa Henríquez y Yeison Fúquene. Siete bailarines que transitan por un duelo colectivo, creado con gran precisión y filigrana, donde el movimiento individual repercute y afecta a los otros. Para Sharon, “una fotografía de la pérdida, a veces de manera narrativa y a veces de forma más abstracta,” que se da, a partir de una cadena de movimientos, delicados, precisos, sutiles, pero a la vez fuertes y contundentes, que se basan en la técnica INA, una exploración del equilibrio y el contacto llevada a cabo por el coreógrafo por más de 10 años.
“Mi madre, INA, convive con el síndrome Arnold Chiari y necesita constantemente algún tipo de referencia que la ayude a reconocer la posición de su cuerpo. En nuestro «Moshava» (pueblo), caminábamos conectados el uno al otro, planificando la ejecución de cada movimiento. Después de muchos años creando coreografías basadas en mi investigación sobre el equilibrio y su manipulación, intentando controlar la pasión que siento hacia el potencial que se esconde tras la conexión entre los cuerpos, y de haber desarrollado mi capacidad para ser más sensible a la gravedad y al tacto, le di a esta técnica el nombre de INA: el sentido de mi equilibrio” comenta el bailarín y coreógrafo.
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Cuando nos enfrentamos a un terreno movedizo, la mejor manera de equilibrarnos es apoyarnos en los otros, abrazar el vacío para gestionar y atravesar los momentos de inestabilidad. “Tras la pandemia, la perdida de Tino y el reto de una nueva creación, quería tener una mirada distinta a nivel coreográfico, que nos permitiera confrontarnos como compañía y nutrir el trabajo dancístico que veníamos haciendo. Crudo Equilibrio es una pieza de danza contemporánea en la que hemos querido hacer una catarsis de la pérdida, del duelo, pero también mostrar que renacer solo es posible con el apoyo de los demás, y para eso hemos tomado un tema sustancial de la danza: el equilibrio, metafóricamente eso tiene que ver con lo que nos ha pasado a todos en esta pandemia. Encontrar el equilibrio solo es posible gracias al apoyo de los demás.”, concluye la dramaturga Juliana Reyes.
Crudo Equilibrio estará en temporada durante Semana Santa en la sala de la Factoría Tino Fernández ubicada en la Cra. 25 No 50- 34 a las 7:30 p.m
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“Crudo Equilibrio es el nombre que nace del proceso creativo. Cuando llegué no pensé que iba a trabajar la pérdida, es lo que encontré, y sentí la obligación de tomar las sensaciones que estaban en el estudio y darles una forma. Por un lado, entendí que mi proceso con los bailarines empieza en un lugar que no es neutro, una pérdida, pero no solo de una persona, sino una pérdida de seguridad, porque a la hora de trabajar con un nuevo registro, te cuestionas y eso conlleva todo un proceso emocional” comenta Sharon, quien junto a la directora de la compañía y dramaturga Juliana Reyes crean un funeral poético y delicado donde la estructura coreográfica busca atrapar las emociones, pero estas se escapan a raudales, generando momentos de quiebre.
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En la pieza se destacan tres solos a cargo de los bailarines René Arriaga, Sara Regina Fonseca y Ángel Ávila, quienes comparten escenario con Ángela Cristina Bello, Luisa Camacho, Vanessa Henríquez y Yeison Fúquene. Siete bailarines que transitan por un duelo colectivo, creado con gran precisión y filigrana, donde el movimiento individual repercute y afecta a los otros. Para Sharon, “una fotografía de la pérdida, a veces de manera narrativa y a veces de forma más abstracta,” que se da, a partir de una cadena de movimientos, delicados, precisos, sutiles, pero a la vez fuertes y contundentes, que se basan en la técnica INA, una exploración del equilibrio y el contacto llevada a cabo por el coreógrafo por más de 10 años.
“Mi madre, INA, convive con el síndrome Arnold Chiari y necesita constantemente algún tipo de referencia que la ayude a reconocer la posición de su cuerpo. En nuestro «Moshava» (pueblo), caminábamos conectados el uno al otro, planificando la ejecución de cada movimiento. Después de muchos años creando coreografías basadas en mi investigación sobre el equilibrio y su manipulación, intentando controlar la pasión que siento hacia el potencial que se esconde tras la conexión entre los cuerpos, y de haber desarrollado mi capacidad para ser más sensible a la gravedad y al tacto, le di a esta técnica el nombre de INA: el sentido de mi equilibrio” comenta el bailarín y coreógrafo.
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Crudo Equilibrio estará en temporada durante Semana Santa en la sala de la Factoría Tino Fernández ubicada en la Cra. 25 No 50- 34 a las 7:30 p.m
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