Lina Moreno sobre su rol de primera dama: “Es un objeto jurídico no identificado”
El pasado jueves 14 de marzo, en la Biblioteca Fundadores del Gimnasio Moderno, se reunieron las esposas de los presidentes de Colombia durante sus respectivos mandatos, en el marco del lanzamiento del libro Las primeras damas, escrito por Felipe Zuleta. Entre las invitadas se encontraban Jacquin Strouss, Martha Blanco, Lina Moreno, María Clemencia Rodríguez y María Juliana Ruiz.
Diana Camila Eslava
“Los hombres se definen por sí mismos y las mujeres se definen por su relación con los hombres”, dijo la escritora Laura Freixas, refiriéndose al papel de las mujeres en la literatura, un lugar que ha servido muchas veces de reflejo de la cultura dominante. Sin embargo, como lo hace ver Freixas, la vida de la casa, la maternidad, el cuidado, sus formas, también hacen parte de la identidad y no están desconectadas de la cultura. La crianza de una familia es objeto de reflexión cuando pensamos que fueron las mujeres quienes se dedicaron a cuidar y sostener durante las crisis históricas su obra femenina por excelencia: la humanidad.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
“Los hombres se definen por sí mismos y las mujeres se definen por su relación con los hombres”, dijo la escritora Laura Freixas, refiriéndose al papel de las mujeres en la literatura, un lugar que ha servido muchas veces de reflejo de la cultura dominante. Sin embargo, como lo hace ver Freixas, la vida de la casa, la maternidad, el cuidado, sus formas, también hacen parte de la identidad y no están desconectadas de la cultura. La crianza de una familia es objeto de reflexión cuando pensamos que fueron las mujeres quienes se dedicaron a cuidar y sostener durante las crisis históricas su obra femenina por excelencia: la humanidad.
A propósito de literatura, podría ser interesante pensar que el rol de la primera dama más parece la descripción de un personaje literario. Dijo Lina Moreno durante la presentación del libro Las primeras damas: “El cargo no solamente no existe, sino que la gente pide que exista y cuando usted le da forma a ese cargo a la gente le molesta, es un tema muy complejo. Hay que darle un marco, no lo llame primera dama, pero ese trabajo es importante, así seamos incómodas”. Para el libro en cuestión, Felipe Zuleta preguntó por qué no le gustaba el término, y ella le contestó que como dijo Wendy Guerra, nunca fue primera dama, sino la esposa de Álvaro Uribe Vélez, y que desde el punto de vista de los organismos de control y administrativos toda ‘primera dama’ es un OJNI: un objeto jurídicamente no identificado.
Le puede interesar: Carmen Elisa Acosta es la nueva directora general del Instituto Caro y Cuervo
El término “primera dama” se popularizó en el siglo XIX en Estados Unidos para describir a la esposa del presidente en funciones. Martha Washington, esposa de George Washington, el primer presidente del país, es considerada la primera mujer en obtener ese rótulo. En Colombia la primera dama fue Soledad Román de Núñez. Estuvo casada con el presidente Rafael Núñez, quien asumió el cargo el 1 de abril de 1886, convirtiéndose así en el primer presidente de la República de Colombia bajo la Constitución de ese mismo año, no obstante, el término “primera dama” se comenzó a utilizar de manera formal en 1934, aunque las esposas de los líderes políticos habían desempeñado roles similares mucho antes.
Ana Milena Muñoz, esposa del expresidente César Gaviria, además de la función social o protocolaria del cargo, quiso explicar la oportunidad de esta función desde lo humano: “Debo decir que nadie está totalmente preparado y hay un proceso de aprendizaje. Es importante tener en cuenta que somos seres humanos con aciertos y equivocaciones. Nos encanta disfrutar la vida, la música, el baile, viajar, conocer, leer, caminar, el cine. Nos gusta vestirnos informalmente a veces, descansar y estar. Pero sabemos que hay momento para todo. Y quizás la vida pública y la defensa de la vida privada es lo más difícil de esta posición. El primer escrutinio de la vida pública es el físico: cómo se viste, cómo actúa socialmente, cómo saluda, cómo habla, cómo come. Hoy se preguntarían si, en el caso de quienes estamos aquí reunidas, tenemos canas, si estamos más arrugadas. Luego hablarían sobre el trabajo”.
Le puede interesar: Las declaraciones de “Mr. Taxes”: Luis Carlos Reyes
Las funciones de este cargo en Colombia incluyen el de ser anfitrionas de la Casa de Nariño y el de acompañar a los mandatarios en ceremonias oficiales y funciones estatales. Por lo general, no ejercen empleos externos. Ana Milena Muñoz contó cómo, durante mucho tiempo, la función de esta figura estuvo asociada al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, que las establecía como presidentas de su junta directiva. “En mi caso creamos Colfuturo y Batuta. Fundaciones público-privadas que gracias a Dios han tenido un impacto importante en la vida de muchos jóvenes colombianos en su formación académica y musical”, relató.
Las primeras damas también suelen representar al país en diversos eventos. Esto puede incluir desde reuniones con otras primeras damas, hasta la participación en foros de UNICEF, encuentros y conferencias internacionales sobre temas relevantes para el país, como economía, industria o apoyo a la primera infancia. Durante estos encuentros, las primeras damas tienen la oportunidad de conseguir recursos, promover la imagen del país y gestionar donaciones de empresas y gobiernos.
Le puede interesar: Las máquinas del imperio (El teatro de la historia)
Asumir esta posición hace que estas mujeres se enfrenten a escrutinios diarios tanto personales como políticos. Como expresó María Juliana Ruíz al relatar su experiencia ante las críticas que recibió durante la época de pandemia. La intimidad de su familia fue “vulnerada” a través de ataques en redes sociales. Ruiz mencionó que la mala intención detrás de ciertos comentarios, la falta de conciencia sobre el impacto de estas agresiones y altas expectativas sociales, le provocaron algunas tensiones y frustraciones a la hora de enfrentar su día a día.
Pese a las adversidades, decidió asumir con responsabilidad su desafío. En el libro, Felipe Zuleta le preguntó a Ruíz sobre su experiencia como profesional y madre. Ella contestó: “Un día, en una entrevista de trabajo en Colombia, me preguntaron qué significaba eso de ser ‘mamá presente’ y se los resumí en una cosa muy sencilla: si alguno de mis hijos va a bailar el jarabe tapatío frente a sus compañeros de curso, yo quiero estar ahí. Cuando Iván me planteó que era el momento de regresar, a pesar de que me tomó un poco procesar esa información de dejar la vida que tenía en Estados Unidos, tenía claro que no iba a ser un obstáculo para materializar sus sueños. Le dije: cuentas conmigo y con tus tres hijos”. En su intervención en el Gimnasio moderno agregó: “A mí no me gustaba mucho el término ‘primera dama’. Si una es primera, ¿quién es segunda, o por qué primera? Cuando se referían a mí como la primera dama, yo decía: ‘para asuntos personales, soy la única’. A veces, el rol se desdibuja desde el lenguaje, pero el poder que se descubre es la oportunidad de servir a los colombianos”.
Le puede interesar: Rita Moreno: “Si abrí puertas a otros, eso lo hice siendo yo misma”
El puesto de primera dama también representa desafíos diplomáticos, y así lo dejó ver Jacquin Strouss cuando contó el momento en que a su esposo, el expresidente Samper, quien asistió a la presentación de este libro, le fue retirada su visa en Estados Unidos, un hecho que ella intuía como un montaje del embajador Miles Frechet, y que años después se confirmó con la desclasificación de documentos que reveló la Comisión de la Verdad, en donde se evidenciaba la intervención estadounidense y la respuesta de otros países aliados. En su participación en el conversatorio, Strouss narró la historia sobre su visita a la Franja de Gaza, invitada por Yasser Arafat: ella y su esposo se vieron envueltos en intensas comunicaciones sobre la extradición mientras compartían un desayuno con Yasser Arafat y su esposa Suha. Gracias a que estableció una buena relación con la esposa del líder palestino, esta le compartió información confidencial sobre la vigilancia estadounidense y dio consejos sobre cómo mantener la discreción en las conversaciones.
María Clemencia Rodríguez, conocida como ‘Tutina’, también vivió tensiones políticas que trascendieron a dolores personales durante su paso por la casa de Nariño. El constante apoyo a lo largo de la carrera política de su esposo, su compromiso con el proceso de paz durante el segundo mandato presidencial y su papel en la vida pública de Juan Manuel Santos, describen, según el autor del libro, su experiencia desempeñando este cargo. En el conversatorio habló del miedo y la alegría que sintió cuando se enteró del triunfo de su esposo y de la pérdida del plebiscito, que fue un “golpe difícil de comprender” para ella, para su familia y sus colaboradores. Entre esos momentos, también recordó uno especialmente doloroso, que fue cuando guardó en secreto la noticia del cáncer del expresidente Juan Manuel Santos, quien también estuvo presente durante la presentación del libro en cuestión. “Tuvimos ese secreto durante dos meses, en donde nos estábamos básicamente muriendo de la angustia, de la tristeza, de la incertidumbre.”
Le puede interesar: Notable daño del buen servicio
El papel de primera dama ha experimentado una transformación significativa a lo largo del tiempo, es un rol social pero también íntimo, que se centra en la importancia del hogar, de ser soporte para su familia, que no es un asunto menor, si hablamos de todo lo que tienen que enfrentar diariamente. El libro Las primeras damas, de Felipe Zuleta Lleras, ofrece una mirada sobre la vida y el trabajo de estas mujeres durante los últimos 36 años.
Por medio de entrevistas y testimonios directos, se revela la complejidad y los desafíos inherentes a este cargo, así como la determinación y el compromiso de las mujeres que lo han ocupado. Desde la construcción de programas sociales hasta la representación internacional, las primeras damas escribieron una historia en el que también hubo oportunidad para demostrar sus intereses y sus múltiples facetas.