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“Lo esencial es ser honesto con lo que uno quiere transmitir”: Camilo Giraldo

Ayudó a producir el último disco de la artista Katie James, con quien también ha compartido escenario; además, ha hecho música para series de televisión y proyectos audiovisuales.

Danelys Vega Cardozo
13 de junio de 2022 - 02:00 a. m.
Camilo Giraldo fue profesor de Música y Producción en universidades como la Nacional y los Andes, entre otras. Se retiró de la docencia desde hace unos cinco años.
Camilo Giraldo fue profesor de Música y Producción en universidades como la Nacional y los Andes, entre otras. Se retiró de la docencia desde hace unos cinco años.
Foto: Mauricio Alvarado / El... - Mauricio Alvarado
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Estudió en el Instituto Superior de Artes, en La Habana (Cuba). ¿Cómo recuerda esa experiencia?

A mí me cambió la vida completamente (…) No había distracciones, había mucho tiempo, y yo me acuerdo de que regresaba a Colombia casi todos los años a ver a mi familia y el tiempo cambiaba. Es un acelere de información y de mucha contaminación, en cambio allá había mucho tiempo, porque no están bombardeando con consumo, con propagandas (…) También me di cuenta de que los cubanos quieren mucho su música popular, independiente del nivel, porque ellos estudian técnica clásica, pues, por la influencia rusa que todavía tienen en las artes, estudian música casi quince años; entonces, terminan muy bien preparados y esos mismos que toca música clásica tocan música popular.

Usted toca la guitarra, ¿por qué este instrumento y no otro?

Yo inicié en el colegio de una manera muy casual. Éramos un combo de amigos que nos gustaba el rock, y una vez un profesor dijo que se estaba armando el grupo del colegio, tendría yo unos trece años, preguntó que quién sabía tocar, —yo sabía que había una guitarra en la casa, pero no tenía ni idea cómo tocarla—, levantamos la mano porque uno de los del combo sí sabía, entonces le dijimos: “Pues usted nos enseña, hágale”, y armamos el grupo de rock del colegio. (…) Empecé a interesarme más por el instrumento, también como una forma de expresión, porque la música es una forma de expresarse hacía dentro. Soy hijo único, entonces también estaba en una posición familiar que no era la más favorable para ser extrovertido, yo agarraba mi instrumento y eran horas ahí dándole, y pues cuando uno se enamora de un instrumento y de la música, se le pueden pasar las horas ahí y es una delicia. Y ya después sí me decidí por estudiarla y tomar clases en el conservatorio en Pereira, antes de venir a Bogotá. Estaba entre estudiar psicología y música, obviamente nadie quería que estudiara música, pero yo insistí, y me vine para acá.

¿Por qué había pensado en estudiar psicología?

No sé, por la misma forma de ser una persona más que escucha que ser alguien que habla y que es extrovertida. Como que a veces tenía esa facilidad con amigos y familiares de escucharlos, y cuando uno es atento y escucha, pues la gente empieza a hablarle de sus problemas a uno, y pues yo sentía que tenía también un talento para eso, pero la música es mi pasión y era mi pasión, entonces insistí con la música.

Me decía que durante su etapa escolar tenía una fascinación hacia el rock. Pero, ¿ entonces cómo fue ese primer acercamiento con la música clásica?

El rock tiene también música clásica. Metallica tiene unas introducciones que requieren un poco más de técnica, —recuerdo también sacando una de Led Zeppelin, “Stairway to Heaven”—, eso es un poco tirando más hacía la técnica clásica. Pero así fue como empecé a escuchar más cosas de guitarra clásica y a leer partituras. Y para poder pasar a estudiar música, pues a uno le exigen un repertorio, —que de hecho era más estricto antes, cada vez se ha vuelto más relajado, pero algunas universidades mantienen esa exigencia de que para uno poder ingresar tiene que pasar algunos exámenes —. Uno no es que decía: “Salí del colegio y voy a estudiar música, de la nada”, uno debía tener una preparación, tocaba hacer preparatorios unos dos o tres años antes de entrar a la carrera. Hay gente que de hecho dice: “¿Eso se estudia?, y la realidad es que es una carrera larga.

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Tiene razón, de hecho, el rock tiene ese componente clásico, pero de pronto uno no cae en cuenta de eso tan fácilmente…Cuando uno piensa en música clásica tal vez se le vienen a la cabeza nombres como Bach, Beethoven, Mozart…

Sí, en esa influencia europea...Pero no, todos los géneros tienen su complejidad. (…) Todos los géneros tienen su gracia, no solo desde el componente musical, sino desde la producción, de cómo hacer sonar bien algo, incluso así suene comercial, entonces es empezar a abrir un poquito la mente a todo, y apreciar de todos los géneros lo positivo que tengan.

Sí, es que uno a veces se deja llevar por preconceptos…

Exacto y pasa mucho en la música clásica. Por eso te digo que fue muy positivo encontrar en Cuba también ese contacto con la música popular desde la técnica, con el jazz, y todo eso, porque hay músicos clásicos que son tan acartonados que tienen problemas rítmicos, por ejemplo, o que si no le ponen la partitura como que no tienen la facilidad de sacar algo a oído o acompañar a una cantante. La versatilidad es muy importante, sobre todo en este medio. Como te decía, para ser guitarrista clásico tendría que estar justificándolo con docencia o con algo más. (…) Aunque a mí también me tocó el bicho de la composición, de la creatividad, entonces como que se abren más caminos y más posibilidades, en donde no tienes que estar solamente encerrado tocando un instrumento, sino que el instrumento te sirva para componer, para producir, me parece mucho más divertido la versatilidad, aunque no dejo de mantener la técnica en el instrumento. Dedicarse solo a eso es muy exigente, a la guitarra clásica.

Requiere mucha disciplina dedicarse solo a la guitarra clásica…

Bastante disciplina. Y hay músicos clásicos que uno los ve muy estresados. Cuando también son creativos y logran tener una técnica buenísima, creo que disfrutan más, que estar solo interpretando e interpretando (…) Hay intérpretes que por medio de la interpretación le aportan tanto a la obra que son también de un nivel de creatividad muy alto. Recuerdo que en una clase Pepe Romero dijo algo muy lindo: que para él las partituras eran como un mapa del tesoro y que cuando ya está el mapa tan estudiado para encontrar el tesoro es ahí cuando aflora la parte realmente creativa, no como de técnica. Yo he visto guitarristas que tienen una técnica impresionante, pero a veces no me transmiten tanto como otros que se pueden estar equivocando, pero están sintiendo, tienen una propiedad de lo que están diciendo, así se equivoquen o no tengan el mejor sonido.

De pronto lo que sucede es que hay una desconexión de la emoción…

Sí… Por eso mismo te decía que no me gustaba ese camino de tanta disciplina, de repetir y repetir, porque tiene ese riesgo. Si uno no tiene nada qué decir por estar estudiando, pues se vuelve fría la cosa, porque uno necesita experiencias en la vida para poder compartir, y esa experiencia está más relacionada con la creatividad o incluso si sales de gira, te invitaron a España a tocar, en vez de encerrarte en el hotel a que todo salga bien, pues uno estudia antes y llega allá y sale a conocer, a caminar. El estar viviendo el momento a la hora de tocar eso se va a notar, más que si estás encerrado, perfeccionando todo. Hay que equilibrar esas dos cosas: la disciplina y el tener que compartir y contar experiencias.

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En el deporte se habla de algo denominado como “círculo virtuoso”, un ciclo que se repite una y otra vez. El deportista se pasa la vida entrenando, compitiendo y descansando… ¿Será que en la música sucede lo mismo?

A este nivel de interprete clásico, claro que sucede eso, pero hay casos de instrumentistas que cada vez se van volviendo mejores, y eso de volverse mejores no es volverse más virtuoso, como que el virtuosismo puede ser una etapa. Y con los deportistas desgraciadamente pierden el virtuosismo y ya les toca jubilarse. Independientemente de que el virtuosismo vaya bajando con los años por las capacidades físicas, pues tienen más qué contar, entonces hay unos interpretes que cada vez van madurando más.

Dedicarse a la música también puede llevar, en algunas ocasiones, a ciertas renuncias económicas…

Si el objetivo en la música fuera económico, pues uno también lo puede hacer, como que uno va buscando el espacio, pero eso no es lo que me llama la atención.

¿Entonces qué es lo esencial para usted?

Lo esencial es ser honesto con lo que uno quiere transmitir, en el caso mío componer. Me encantan los proyectos que están como en la mitad, que le pueden llegar a mucho público, pero siendo honesto con lo que estoy haciendo (…) Si quisiera hacer solo plata, yo creo que llega también un momento en el que uno se aburre. Tuve un grupo que se llamaba “Retrovisor”, era una mezcla de música electrónica con música colombiana, arrancamos por la misma época de Bomba Estéreo, y giramos, estuvimos hasta en China, pero hubo un momento que a mí me empezó a aburrir eso. En vivo casi no tocábamos, era todo un show bien armado, pero había algo que me faltaba, y de hecho, empecé a perderle un poco el corazón a ese proyecto, pero si a ese proyecto le hubiera metido con toda pensando en algo comercial, de repente estaría en estos momentos ganando más plata, pero solo dedicado a eso, y esa es otra cosa que tengo: soy un poco infiel con los proyectos, me gusta estar haciendo cosas distintas, estar en varias cosas.

¿Por qué cree que le cuesta mantenerse en un solo proyecto?

Sí…como esa inconstancia…De pronto, por eso: porque me aburre lo mismo, no sé si es algo positivo o negativo…

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Pues depende, como todo… ¿Esa inconstancia se traslada a otros aspectos de su vida?

Sí…Pero no es como de escapar, sino simplemente de dejar ser, hasta cierto punto las cosas no hay que forzarlas, y si se está forzando mucho, pues cambiamos de camino y ya. Pero no siento que no sea exitoso por no ganar mucho dinero con esto, para mí, por ahora, es suficiente.

Pero es que el éxito es algo personal…

Sí…Y para mucha gente sí se traduce en solo económico, pero para mí no es necesario. Desde que tenga techo que sea mío, comer, y que pueda ahorrar algo, pues vivo bien…Obvio hay momentos tensos, en la pandemia estuvo complejo. (…) Dependemos también de cosas externas, de que haya apoyo a la cultura, de si van a fusionar el Ministerio de Cultura con el del Ambiente, y el Ministerio de Cultura en el 1% del presupuesto, entonces estamos más jodidos.

Me llamó la atención la cara de preocupación que hizo cuando dijo que también dependen del apoyo que haya a la cultura. ¿Por qué esa cara?

Porque si yo buscara ser comercial, no dependería de esto. Cuando uno se vuelve comercial, pues tiene su público que paga la boleta, que está escuchándote en plataformas, y eso genera regalías, pero si estás, como es el caso mío, en la búsqueda de un sonido y de componer, que vas más allá, que se aburre siempre de lo mismo, a uno le toca apegarse a las convocatorias, qué convocatorias hay del Distrito, del Ministerio, a veces uno tiene suerte y el teatro lo contratan a uno directamente, pero las convocatorias son las que lo salvan mucho a uno, entonces en gran parte nos ayuda mucho que haya presupuesto para la cultura.

¿Piensa que faltan más convocatorias?

Sí, claro, siempre faltan más espacios para eso, para otros puntos de vista. (…) Es importante que haya esos otros espacios de apoyo del Gobierno y de los teatros para que se genere también un público que le guste eso, que aquí también es un nicho más bien pequeño, que en Europa sí hay un espacio para eso, y gente que gana muy bien; es otra cosa, pero ellos ya están en otro nivel: les interesa que la gente sea culta y hay presupuesto para la cultura.

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Hay prioridades distintas…

Sí, exacto…Hay un documental que estaba viendo de pájaros en Netflix, que es una belleza, que es en Borneo, que los pájaros se vuelven impresionantemente lindos, con unos plumajes, y para poder cortejar el macho a la hembra tiene que ensayar una danza como por todo un año, con su plumaje hacen una coreografía, entonces la otra llega y es como “no, no me gustó”, entonces el próximo año a ver qué. Como no tienen depredadores, la naturaleza es favorable, ¿entonces a qué se dedican?, pues al arte, a la danza, a la belleza, y no a la belleza superficial, sino que obviamente todos los artistas, entre comillas, buscamos o belleza o cuestionar para que mejoren las cosas.

¿Usted también ha utilizado la música para eso, para cuestionar?

Cuando las cosas están muy mal, musicalmente no lo digo, pero tal vez sí en el título, porque como es música instrumental, pues en el título puede haber alguna sugerencia. (…) El arte plástico se presta mucho para eso, para cuestionar las cosas que están mal y pueden mejorar. En Noruega, o no sé, en otros países, en donde nos les importa pagar el 40% de impuestos porque todo está perfecto, de repente todo se va enfocando en la búsqueda de la belleza, en lo efímero, o qué sé yo, preguntémonos por la muerte u otras cosas que no sean tan políticas. Es una manera también de canalizar lo que uno está sintiendo, que no necesariamente tienen que ser cosas políticas, pues se murió mi abuela el año pasado y me dolió mucho, entonces canalicé también por medio de composición, hice una pieza para ella…

La música como catarsis, un uso al que también puede recurrir el artista…

Sí, pero ni tanto…Porque ahí yo estaba canalizando esa energía, pero no necesariamente lo que significa para mí, se significa para alguien más, como que la música puede ser tan abstracta, que no debe tener, sobre todo la música instrumental, un significado muy objetivo.

Danelys Vega Cardozo

Por Danelys Vega Cardozo

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com

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