Lo extranjero y lo colombiano en la Bienal de arte de Venecia
El curador de la edición 60 de esta muestra, Adriano Pedrosa, habló para El Espectador sobre el tema que guía la exhibición de este año y los artistas colombianos que estarán presente en ella.
Andrea Jaramillo Caro
El Palacio Ducal veneciano, la Basílica de San Marcos y otros íconos de la ciudad acanalada reciben a diario a miles de personas entre turistas y locales. Sin embargo, desde el 20 de abril la ciudad sobre el agua recibirá a otros visitantes en forma de obras de arte. Hasta el 24 de noviembre, Venecia será la anfitriona de la edición número 60 de su Bienal de Arte. Bajo el tema “Stranieri ovunque” (Extranjeros en todas partes) se reunirán las obras de más de 300 artistas articulados por la curaduría del brasileño Adriano Pedrosa.
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El Palacio Ducal veneciano, la Basílica de San Marcos y otros íconos de la ciudad acanalada reciben a diario a miles de personas entre turistas y locales. Sin embargo, desde el 20 de abril la ciudad sobre el agua recibirá a otros visitantes en forma de obras de arte. Hasta el 24 de noviembre, Venecia será la anfitriona de la edición número 60 de su Bienal de Arte. Bajo el tema “Stranieri ovunque” (Extranjeros en todas partes) se reunirán las obras de más de 300 artistas articulados por la curaduría del brasileño Adriano Pedrosa.
La temática de este año parte de una serie de obras del colectivo Claire Fontaine. En las esculturas en neón realizadas por este grupo de artistas, que participará por primera vez en la Bienal, se lee el mensaje de “Extranjeros en todas partes”, el cual ha sido replicado en 53 idiomas hasta la fecha.
Pedrosa, en diálogo para El Espectador, contó que ha tenido esta idea curatorial durante los últimos 10 años. “Consideraba que este sería un tema interesante para abordar en una bienal en la que hubiera solamente extranjeros. Partimos de un colectivo en el que la mitad de su equipo es italiano”. Para el curador era importante proponer una línea narrativa didáctica con la que fuera posible suscitar reflexiones en diferentes frentes, pues en el pasado se había encontrado con “títulos y temas de bienales alrededor del mundo muy crípticos y teóricos, o poéticos e históricos que no se comprenden muy bien o son temas tan amplios que abarcan todo y pierden su especificidad”.
La historia detrás de su elección para esta edición de la Bienal se remonta a 2009 cuando, luego de visitar el evento ese año, decidió hacer el ejercicio curatorial y especulativo de preguntarse: “¿cuál podría ser un tema interesante que tuviese una cierta generosidad, un carácter didáctico, que fuera más palpable, y a la vez poético?”. Así abrió las puertas a la obra de Claire Fontaine en la edición 31 de la muestra Panorama de Arte Brasileira, la cual comisarió en 2009 en el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo. En esa muestra decidió hacer algo que, en sus palabras, fue provocativo y polémico. Exhibió artistas extranjeros que de alguna forma se relacionaban con el arte brasileño en su trabajo, bajo la lógica de que a lo mejor “el arte brasileño no es necesariamente producido por brasileños, sino que tiene contenidos brasileños”. Esto se probó con el colectivo que le dio el nombre al tema de la Bienal de Venecia de este año, pues en 2009 produjeron dos de sus esculturas en inglés y la lengua indígena tupí antiguo para su serie “Foreigners everywhere”.
A pesar de que la muestra de 2009 es diferente a la que se inaugurará en el Arsenale de Venecia, la idea para seguir desarrollando esta temática continuó rondando la mente de Pedrosa. Su reflexión sobre los extranjeros ya tenía un origen. Quince años más tarde sus conclusiones se pueden ver en las narrativas que desarrolló en las exhibiciones del núcleo histórico y contemporáneo de la Bienal.
Para la edición 60 de este evento el curador fue más allá de sus reflexiones pasadas e hizo una relación entre la proximidad etimológica de las palabras “extraño” y “extranjero” y sus variaciones en otras lenguas romance. La palabra que en español leemos como “extraño”, en portugués se leería como “estranho”, en italiano “stranno” y en francés “étrange”. Fueron esas conexiones la que lo hicieron llegar a los cuatro ejes amparados bajo la sombrilla de lo “extraño” y “extranjero”: el extranjero, el indígena, el queer y el autodidacta.
“El “outsider” (forastero) es como el artista que opera u operó fuera de los circuitos tradicionales del arte moderno, contemporáneo y de la academia, pero en Brasil y América Latina hablamos no solamente del forastero, que es un poco distinto, sino también del artista popular. En Perú, por ejemplo, se habla del artista campesino, en inglés se habla del artista folk, que es quien está ligado a esta dimensión del pueblo. Por eso me pareció también interesante tratar ese tema. Otra arista, que es también una preocupación contemporánea de nosotros, es el artista indígena, que es más nativo que todos los otros, pero muchas veces es tratado como un extranjero en su propia tierra”.
En ese sentido, Pedrosa eligió obras de 13 artistas colombianos y un artista italiano radicado en Colombia para participar de las exhibiciones. Por un lado, en el núcleo contemporáneo se interesó por las relaciones familiares, en donde el artista Abel Rodríguez y su hijo, Wilson, más conocido como Aycoobo, estarán presentes.
Iván Argote y Daniel Otero Torres, artistas colombianos radicados en París, estarán dentro de la muestra haciendo eco de aquellas personas que laboran como extranjeros. Desde lo queer, el curador volcó su atención hacia Miguel Ángel Rojas, quien trabajará con fotografías de cines gay en la década de los 70 y en la actualidad, en una sala específica junto a un artista alemán.
Umberto Giangrandi, artista italiano radicado en Bogotá, hará parte de una de las tres secciones del núcleo histórico, aquella dedicada a la diáspora italiana. La segunda de las tres secciones de este eje trata la abstracción, en la que se incluyeron obras de Olga de Amaral, Marco Ospina y Fanny Sanín. Finalmente, en el núcleo de retratos, donde solo habrá una obra por artista, se presentarán piezas de Enrique Grau Araújo, Emma Reyes y Alejandro Obregón.
Más allá de sus ejes temáticos, la decisión de Pedrosa tiene una dimensión política que está relacionada con la inmigración. “Está atada a la noción de que no importa a donde vayas, hay siempre extranjeros y tú también serás un extranjero de alguna manera. Adicionalmente, en el contexto de Venecia hay una especificidad aquí en el contexto local porque es una ciudad que recibe muchos turistas. La población se triplica en un día con tantos visitantes que llegan, acá, de hecho, hay extranjeros por todas partes, pero extranjeros privilegiados”.