Las interpretaciones de las obras de Maquiavelo se sucedieron, y sus verdades pasaron a ser otras verdades, por cuenta de quienes se tomaron el derecho de decir, o escribir, lo que él ya había dicho y escrito. Incluso, Napoleón escribió al borde de uno de los ejemplares de "El Príncipe": “El fin justifica los medios”. Fue su lectura de las palabras de Maquiavelo, y aquella lectura acabó por difundirse en centros de estudio, universidades, en salones del poder y en la calle.
Foto: Ilustración: Nátaly Londoño Laura
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación