Alan Pauls opina: "Portento de inteligencia y malicia, la de Jorge Luis Borges (izq.) y Adolfo Bioy Casares es una amistad literaria particularmente sarcástica".
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Como se sabe, Borges y Bioy Casares compartieron cincuenta años de amistad literaria, buena parte de los cuales los pasaron encerrados, escribiendo juntos. La dinámica de esos cónclaves era más bien misteriosa. Se sabía que Borges, quince años mayor, solía engolosinarse: se cebaba fácil, perdía el hilo y se iba por las ramas. (Recomendamos: Homenaje a Astrud Gilberto, “la chica de Ipanema”).