Lo que hay detrás de la investigación de la muerte de Pablo Neruda
Este 20 de febrero de 2024, la fiscalía chilena anunció la reapertura a la investigación por la muerte de Pablo Neruda en 1973, que se había dado por terminada el pasado mes de septiembre. Una recapitulación de algunos sucesos claves para entender este caso.
Sarah Gutiérrez
El periodista judicial y editor en jefe de AgenciaUNO Chile, Mario Guzmán, habló en entrevista para El Espectador de la reapertura a la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda, de la que se cree, hubo una intervención de terceros por parte de la dictadura de Pinochet.
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El periodista judicial y editor en jefe de AgenciaUNO Chile, Mario Guzmán, habló en entrevista para El Espectador de la reapertura a la investigación sobre la muerte de Pablo Neruda, de la que se cree, hubo una intervención de terceros por parte de la dictadura de Pinochet.
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De ser así, considera que si a las más de 40 mil víctimas dejo el régimen se le añadiera la participación del gobierno como un tercero en la muerte de Neruda “las implicaciones serían terribles”, pero, al mismo tiempo, “son verdades que aunque nos duela, esperamos que las nuevas generaciones las tengan como ejemplo para dictaminar el criterio de los derechos humanos, la no repetición, la memoria y ojalá, algún tipo de reparación”.
Corría el año 1973 cuando en la ciudad de Santiago de Chile, el 23 de septiembre, falleció el poeta y ganador del Premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda. De acuerdo con los informes que fueron emitidos, el escritor y también exembajador de su país en Francia, había muerto por la metástasis que causó en su cuerpo el cáncer de próstata que padecía.
En ese año, el Estado chileno se enfrentaba a un panorama turbulento en cuestiones sociales y políticas. Fue en ese mismo septiembre, pero en el día 11, que la nación se vio eclipsada por un golpe de Estado que derrocó al presidente socialista Salvador Allende, y que se instauró la dictadura liderada por el general Augusto Pinochet.
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De acuerdo con el relato de Charo Cofré y Hugo Arévalo, una pareja de cantantes y amigos íntimos de Neruda, la última vez que vieron al poeta antes de caer en coma y morir, se encontraba convaleciente en su casa en Isla Negra, al sur del país, días posteriores al golpe militar. Él les dijo: “Chicos, estoy muy mal. Esto es el final. Tienen que quedarse conmigo”, así lo escribió la periodista María Angelica Rivera en el diario El Mercurio, a partir de los comentarios de los artistas en el 20 aniversario luctuoso del escritor.
La visita, según registró Rivera, fue el 18 de septiembre de 1973, y cinco días después, en la Clínica Santa María de Santiago, en la capital, se anunció el fallecimiento de quien recibió el Nobel de Literatura en 1971. “No sé si fue un deseo de él o simplemente coincidió. Se agravó repentinamente por los mismos hechos y no quiso vivir más. Si nosotros sostenemos que se murió de pena es un hecho real”, comentó en su momento Hugo Arévalo para el reportaje. A su vez aseguró que la Junta Militar envío a un edecán para emitir su mensaje de pésame a la viuda Matilde Urrutia, pero ella no lo aceptó.
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50 años después, el deceso de Pablo Neruda sigue siendo noticia. El martes 20 de febrero, la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile anunció la reapertura de la investigación para esclarecer los hechos alrededor de la muerte del autor de obras como “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (1924) y “Los versos del capitán” (1952), que se inició en 2011 tras las declaraciones de su chofer, Manuel Araya, quien aseguró que este fue envenenado.
El comentario de Araya a la revista mexicana Proceso, dio pie para presentar una acción legal solicitada por un sobrino de Neruda y el Partido Comunista, donde él fue militante. En un primer momento, la investigación fue liderada por el juez Mario Carroza, quien ordenó la exhumación del cuerpo en 2013, y después pasó a las manos de Paola Plaza, quien cerró el sumario en septiembre de 2023 porque “no había ningún hallazgo que rebatiera la causa de muerte por ‘caquexia cancerosa’ a causa de un ‘cáncer de próstata con metástasis’, que se había dictaminado inicialmente tras su deceso”, registró la BBC.
Al referirse a “caquexia cancerosa”, se sugirió que el poeta se encontraba en un estado de delgadez extrema por la enfermedad que padecía, pero esto fue desmentido por una muestra de su cinturón que, gracias a la marca que dejó el broche, reveló que pesaba un poco más de 90 kilos.
De acuerdo con la sentencia dictada por el Poder Judicial de Chile, “aún no se encuentra agotada la investigación”. Así mismo se ordenó “la reapertura del sumario con el objeto de practicar las diligencias solicitadas por los querellantes”, refiriéndose a los sobrinos del poeta y el Partido Comunista.
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En esta nueva etapa de la investigación, se llevará a cabo un nuevo peritaje caligráfico con respecto al certificado de defunción que supuestamente fue extendido por el Dr. Vargas Salazar. Este peritaje será realizado por expertos de las universidades de McMaster (Canadá) y Copenhague (Dinamarca), quienes realizarán una metapericia en busca de concordancia, errores u omisiones en los que el perito pudo haber incurrido.
Además, se ha citado a declaración judicial a Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación de Chile, así como a Eduardo Arriagada Rehner, para discutir su trabajo como jefe del Laboratorio Bacteriológico del Ejército durante la dictadura. Esto se relaciona con el hallazgo de la bacteria Clostridium botulinum en uno de los molares de Neruda, situación por la cual Arriagada Rehner había sido judicializado previamente en relación con la muerte del periodista Archibaldo Morales Villanueva.
Se ha ordenado a la Brigada Investigadora de Delitos contra los Derechos Humanos que investigue si existen similitudes entre el caso de Neruda y el de Morales Villanueva.
Además, se realizará un “peritaje de regresión de edad a la época de 1973″ para Eduardo Arriagada Rehren.
De acuerdo con el periodista Mario Guzmán, la investigación podría durar, aproximadamente, un año, y se daría por finalizada en el caso de que la evidencia científica no brinde una nueva mirada sobre los hechos.
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“Es como si se dijera que mataron a García Márquez”, comentó Guzmán sobre la repercusión del caso cinco décadas después. “El ‘Canto General’ de Neruda es como nuestra biblia de la chilenidad, en donde desplegó su amor por la cordillera y por los héroes de la independencia”, agregó. “Si nos quedamos con esa duda de que a Neruda lo mataron, la impunidad se convertiría en una sensación de tantas cosas que pasaron y no se dijeron”, finalizó.
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