Los colores del cine, los colores del mundo
Sobre uno de los cortos proyectados durante la clausura de la edición 62 del Festival Internacional de Cine de Cartagena.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Pero ¿no es mejor que me pasen cosas?, le preguntó la niña a la señora, a la adulta, a su madre. La chiquita le preguntó a la grande si no era mejor vivir para saber de la vida. Pero la que estaba a cargo, la que se suponía que sabía cosas o sabía más de algunas cosas, le dijo que no. Y no se lo dijo literalmente, sino a su manera. Entre caricias y con una dulzura que rayó entre el amor profundo y el pánico más paralizante, le contestó que sí, pero que mejor no. Y probablemente se lo dijo por “su bien”: claro que sería mejor que le pasaran cosas, pero solo cosas buenas. Y como ese es un poder demasiado grande como para dejárselo a la suerte o al criterio de la niña, mejor que no le pasara nada.
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Pero ¿no es mejor que me pasen cosas?, le preguntó la niña a la señora, a la adulta, a su madre. La chiquita le preguntó a la grande si no era mejor vivir para saber de la vida. Pero la que estaba a cargo, la que se suponía que sabía cosas o sabía más de algunas cosas, le dijo que no. Y no se lo dijo literalmente, sino a su manera. Entre caricias y con una dulzura que rayó entre el amor profundo y el pánico más paralizante, le contestó que sí, pero que mejor no. Y probablemente se lo dijo por “su bien”: claro que sería mejor que le pasaran cosas, pero solo cosas buenas. Y como ese es un poder demasiado grande como para dejárselo a la suerte o al criterio de la niña, mejor que no le pasara nada.
Color-ido fue uno de los cortos que se proyectaron durante la clausura del Festival Internacional de Cine de Cartagena. Lo dirigió Estefanía Piñeres. Su guion es sobre un miedo. Un miedo legítimo (o no). Su guion es, también, sobre los prejuicios y reservas con respecto a la otredad. Y la otredad es una palabra popular últimamente. Será porque la estamos usando más, porque ya sabemos usarla, o porque cada vez más nos preguntamos por la identidad propia. El punto es que ahora es más común, así que este guion también podría ser sobre una contradicción: un mundo que habla más de inclusión, pero que tiene más miedo del otro, del distinto. Podría ser, además, un guion sobre la crianza y la infancia. Sobre el origen, un lugar o una etapa en la que hay una genuina curiosidad por descubrir y solamente eso. Por la exploración sin ánimo de lucro.
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Color-ido es un corto animado sobre, justamente, un mundo en el que alguna vez hubo color, pero que ahora es binario: blanco o negro. En donde los unos son los buenos y los otros son los malos. Pero en donde siempre, todos ellos, todos nosotros, ocupamos los dos roles, dependiendo de quien esté mirando. Al comienzo del filme, la imagen se ve ordenadamente abrumadora: personas blancas o negras caminando con la mirada baja. Eran blancas o negras. Había cuadrados que se dividían en casas y calles que también eran blancas o negras. Las escaleras, de los mismos colores, eran las conexiones para los hogares de esas personas, que no alzaban la mirada, que parecían hipnotizadas. Que, finalmente, habían logrado entender el mensaje de la prudencia (¿o de la obediencia?): si el otro era distinto, el otro era malo, el otro no era como yo. Si no era como yo, no pensaba bien. O no pensaba para bien. Lo que decían los que se parecían a mí era lo que estaba bien. Lo que oliera, se viera o se sintiera distinto, no podía pasar, reinar o gobernar. No.
“Entre los rincones más valiosos de la resistencia está la creación. Eso es un festival, eso es el FICCI: una trinchera. El mundo binario es el que les conviene a los dictadores, a los tiranos y a los que no quieren que pensemos por nuestra cuenta. Y las máquinas tienen una aritmética basada en lo que se vende; es decir, en la industria, que fricciona con la creación y que es, justamente, la que reflexiona sobre la diversidad, sobre la diferencia. No es que la industria sea mala, no. Es que no le podemos ceder todo el terreno. La máquina no es humanista, es una máquina”, dijo Felipe Aljure, director artístico del Festival, quien reconoce en, por ejemplo, la inteligencia artificial una herramienta, pero también llama la atención sobre las tantas decisiones que se están dejando a su cargo.
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“Le agradezco al equipo de Color-ido: hacer cine no es fácil y sin ellos este corto no estaría vivo”, dijo Estefanía Piñeres. Este corto fue su debut como directora de cine. El proyecto hizo parte de las selecciones oficiales de festivales como Pixelatl, AniMaze, AnimaFilm y FICCI, que fue escogido por Proimágenes en el programa Refresh vol. 4 y en el Programa Educativo del Festival Internacional de Cine de Róterdam (IFFR). Piñeres también fue directora del Programa Académico del FICCI.
La clausura
Durante el cierre de la edición 62 el festival, se otorgó el homenaje al Clan Cinematográfico a la Familia Durán, Mitrotti, Ventura, quienes, por su trayectoria en la industria, que empezó con el nortesantandereano Ciro Durán, iniciaron un legado lleno de cine para el país en cada generación. Alexis Durán, Hyalmar Mitrotti y Joyce Ventura son algunos de los integrantes que estuvieron presentes para recibir el reconocimiento hecho por el Festival. Entre las sombras arden mundos (2023), de Ismael García; Gualí (2023), dirigido por Rosa Patricia Perea; Hippomane Mancinella (2022), bajo la dirección de Ricardo Muñoz, y Tape (2023), de Carlos Nieto, fueron los demás cortos proyectados durante la ceremonia, que se llevó a cabo en el Teatro Adolfo Mejía, de Cartagena.
Ganadores
El Festival y Cine Color Group entregaron los premios WIP con US$15.000 en servicios de posproducción a cada proyecto, entre los cuales estuvieron: Infra rojo Ficción: Adiós al amigo; Infra rojo Documental: Pasajeros; Infra rojo Corto: Gente como uno, e Infra rojo - PuertoLab: As quatro estações da juventude. El cortometraje y premio de WIP de Centro Ático fue La marcha del hambre. El documental iberoamericano elegido para los Óscar será El eco, de Tatiana Huezo, y Entre las sombras arden mundos es el cortometraje iberoamericano seleccionado para los Óscar.
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