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Que un relato impregnado de despojo, de avaricia y de transgresión de los principios por una incesante sed de poder patrocinada por el dinero vaya acompañado de sonidos que aumenten la tensión y armonicen los comportamientos de los protagonistas es una tarea de alta complejidad, pues la coordinación de movimientos y la precisión de quienes hacen la música y quienes se encargan de apropiarse de los personajes debe pasar desapercibida, es decir, que la naturalidad con que se lleve a cabo la obra sea el mayor mérito de una obra tan importante en la cultura occidental como lo es Los Gavilanes.
José Ramos Martín y Jacinto Guerrero estrenaron esta zarzuela en diciembre de 1923 en Madrid, época en la que España recién se empezaba a adaptar a un giro político tras la llegada al poder del general Primo de Rivera, quien tras derrocar al rey Alfonso XIII estableció una dictadura que iría hasta 1930. La obra narra de manera transversal la vida de Juan, un inmigrante que regresa a su territorio tras haber captado una gran fortuna en Latinoamérica. El hombre, que causa asombro entre sus coterráneos por su regreso, ve en Rosaura, la hija de Adriana, su antiguo amor, una nueva posibilidad de enamorarse, y para ello busca comprar su amor a través del pago de la deuda de su familia. No obstante, Rosaura, que es muchos años menor que él, está enamorada de Gustavo, un hombre que por edad es mucho más acorde a sus intereses. El alcalde Clariván y Trinquet, el jefe de guardia, tras percatarse de la situación, apodan a Juan el Gavilán, animal que se caracteriza por cazar palomas. La culminación de la historia llega en el instante en que Juan es consciente de su paso en falso. Su estado de arrepentimiento y su sentimiento de miseria causan en él la decisión de alejarse de Rosaura. Este gesto de reivindicación, que muestra también un ápice de sabiduría, es aplaudido y valorado por el pueblo.
La lírica y la prosa que se ensartan en la zarzuela y que la instalan como un clásico del género artístico ensalzan la complejidad y la exigencia de quienes llevan a cabo la presentación. El reto de Ignacio García como director escénico y de Alejandro Roca como director musical refleja la responsabilidad y la altura con que toman este tipo de obras para adaptarlas y desarrollarlas con la misma magnificencia con que se crearon.
Entre los 120 artistas que estarán en escena se destacan la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, el Coro de la Ópera de Colombia, los cantantes colombianos Carlos Cárdenas, Karoll Márquez, Nancy Rodríguez y Manuel Franco. Además se realza la presencia de los líricos españoles Cristina Faus y César San Martín.
Para el director español Ignacio García, la zarzuela es un patrimonio cultural de Colombia y España. La relación de ambas naciones en el sentido histórico también implica una semejanza muy estrecha en el legado social y cultural, de manera que este tipo de posibilidades de adaptar e intercambiar obras que expresan una época y que son espejos de los ideales y la realidad de la misma, ayudan a identificar las expresiones que surgen como respuesta a una realidad social. Así, la sátira política y la crítica social que están inmersas en la obra reflejan la crisis que se avecinaba en España y el rompimiento de varios principios que fueron afectando la convivencia en la sociedad.
La boletería para la zarzuela Los Gavilanes tiene un costo entre $35.000 y $90.000 y puede adquirirse en puntos Tu Boleta o en la taquilla del teatro.