Focio, santo patrono de Constantinopla, representado en un fresco del siglo XVII.
Foto: Wikimedia Commons
El hombre que multiplicó el sentido de la palabra biblioteca, y la misma palabra, cuyo origen se derivaba del griego “bibliotheke”, se llamaba Focio. Vivió a mediados del siglo IX en Constantinopla. Era un hombre de guerra y también de paz, de trámites diplomáticos y de espionaje, y más allá de todo aquello, era un hombre de letras. Cuenta la historia que un día fue enviado a liberar a unos prisioneros de guerra con los árabes, y temiendo que de aquel viaje probablemente no volvería, le escribió una carta a su hermano Tarasio con el recuento...
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com