En esta casa vivió y se suicidó el poeta José Asunción Silva el 24 de mayo de 1896.
Foto: Archivo particular
La imagen que mejor resume lo que está sucediendo con la Fundación Casa de Poesía Silva es la misma que vemos cuando nos paramos al frente y la vemos cerrada, cuando escuchamos a los funcionarios decir que hace un par de semanas Pedro Alejo Gómez, director del recinto cultural, ordenó cambiar las guardas del lugar para que nadie pudiera entrar. Todo un agravio que un lugar que alberga versos y testimonios de poetas cierre sus puertas a quienes buscan un alivio en este arte que otorga sentido y libertad.