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“Los personajes que resultan demasiado buenos a la larga son aburridos”

Mañana a las 6:30 p.m., en la Librería Prólogo, será el lanzamiento de la novela policíaca “Pregúntale a la luna”, de Carmen Restrepo, donde la autora conversará con Jaime Arracó.

Danelys Vega Cardozo
27 de julio de 2022 - 02:00 a. m.
Carmen Restrepo también es autora de la novela “Alexa Nery y la amenaza de Las Sombras”.
Carmen Restrepo también es autora de la novela “Alexa Nery y la amenaza de Las Sombras”.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
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¿Cómo surgió la idea de escribir esta novela?

Yo hace muchos años hice una novela que publicó Alfaguara también, pero para literatura juvenil, y después pasó un montón de tiempo, y siempre había querido hacer algo de novela negra, porque la verdad en español aquí hay poco de ese estilo. Entonces, siempre le había estado dando como vueltas y vueltas, y quería hacer como una cosa que fuera muy divertida de leer, fácil de leer, que se siente uno y la lea rápido, se encarrete, digamos, y hasta que por fin me salió y ahí quedó Pregúntale a la luna.

Hay un aspecto que me llamó la atención de esta novela: los títulos de los capítulos, porque son letras de canciones, pero, sobre todo, de canciones de tango y bolero, aunque por ahí también se coló “Te busco”, de Celia Cruz…

La verdad es que son canciones también como de la época. Quería también que uno se acordara de los capítulos, un poco, por el pedacito de la letra de la canción. También hay refranes. Pero quería que en lugar de capítulo uno o dos, o lo que fuera, uno pudiera acordarse por el pedacito de canción; entonces me pareció divertido que tuviera eso.

Los personajes principales de la novela, Rosa y Charito, son madres solteras. ¿Por qué?

Porque así les vino la vida. La una que se encontró con su niño y la otra que lo tuvo; decidieron tenerlos solas. Y además me gusta que son unas mujeres mayores, que además son madres solteras, que son valientes, que han sacado a sus niños adelante; todas esas son cosas que me gustan mucho. Así les tocó la vida y así echaron adelante también, como tantas mujeres que les toca así.

¿Es también reflejar un poco la realidad?

Pues sí, claro. Tanta mujer, por ejemplo, en nuestro país que tiene su bebé y no quiere que tenga papá, no le interesa lo del papá, lo que le interesa es tener un hijo. Son capaces de criarlos y sacarlos adelante, y le ponen todo el empeño a eso y lo logran. Eso es muy bonito y es una cosa que a mí me gusta mucho.

Mencionaba antes la valentía de estos dos personajes, y es que se observa en la novela que están revestidos de una gran fortaleza… A pesar de que atraviesan ciertas dificultades en su vida, no se rinden y, por el contrario, siguen adelante…

Así es. Si tú te fijas ahí no hay nadie perfecto. Una es chiquitica, la otra es demasiado grande, el otro tiene como una especie de catatonia rara, hay un policía que es obsesivo compulsivo y no soporta la sangre, pero tiene que estar en escenas de crímenes. Todo el mundo tiene como una imperfección, y como que se juntan los unos con los otros, y se ayudan los unos a los otros, de tal manera que, digamos, sumando esas imperfecciones logran hacer lo que quieren hacer. También pienso que la gente que es demasiado perfecta, los policías que son buenos, los personajes que resultan demasiado buenos a la larga son aburridos. Estos con estas debilidades como que uno los quiere más, ¿cierto? Uno como que siente más aprecio cuando una persona que no es del todo perfecta logra hacer cosas.

Ese cariño que menciona viene, tal vez, de que los lectores los vemos como personajes más reales, más humanos…

Exacto. Como más humanos, llenos de defectos, como es uno, inseguros. Los personajes están llenos de inseguridades: a la otra a veces le dan unos ataques de rabia tremendo, entonces la amiga la tiene que calmar o la amiga a veces le dice cosas que la hacen sentir mal y siente que se desmaya. Si tú te fijas, son personajes que no acaban de cuadrar bien en la sociedad tampoco, todos tienen algo raro que no los deja cuadrar bien.

Palacios, como mencionaba antes, es una persona obsesiva compulsiva. Si lo que se quería era resaltar una imperfección pudo ser cualquiera, pero se construye un personaje compulsivo obsesivo con la limpieza y que además no deja que esto lo frene, como que puede desarrollar su oficio con normalidad a pesar de eso…

Claro. Tiene eso, pero también tiene la sensación de que tiene que cumplir con el deber, —yo creo precisamente porque es obsesivo—, y que tiene que ser un policía apto, absolutamente recto y digno. (…) Esa sensación de que él tiene que cumplir con el deber es lo que hace que supere esas cosas, que las haga un lado y vaya y cumpla con su deber.

“Pregúntale a la luna” es una novela con componentes astrológicos. Todo gira en torno a las cartas que lee Rosa. ¿Por qué agregar ese elemento esotérico?

Yo quería que no solo fuera unas más de tantas novelas que hay, algunas buenas y otras malas, de criminalística, y de novela negra, y del policía y el ladrón. Es muy particular una mujer que acaba siendo medio detective, pero a través de una cosa tan singular como lo es leer el tarot. Ella, algunas veces, yo me imagino que las cartas le dirían algo, puede que sí, pero otras veces ella tenía esa capacidad de leer el alma de las personas, de poder sacarle a la gente cosas.

En la novela a medida que pasan las páginas uno ve una transformación de los personajes ligado al tema de la fama y el dinero…

Sí, aunque en el caso de Charito y Rosa hacen todo porque les sale del corazón realmente. (…) Lo de fama es muy sorprendente, claro, pero fíjate tú que hoy en día le dicen a una persona que va a salir en televisión y piensan: “Uy, qué emoción. Voy a salir en televisión”, calcula lo que sería en esa época cuando la televisión estaba llegando, cuando los programas eran en vivo y en directo, es que salir en televisión era lo máximo que le podía pasar a uno, hoy también es así: cualquiera que sale en televisión es como si hubiera alcanzado la gloria.

Esta es una novela que toca también un poco el tema de la trata de personas…

La trama sí está ahí y se trata precisamente de eso, como de la trata de personas, pero digamos que es la razón, pero no es lo importante de la novela. Uno sabe que se trata de eso, pero lo importante son los personajes y cómo evolucionan los personajes.

Danelys Vega Cardozo

Por Danelys Vega Cardozo

Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com

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