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Los retratos ovalados de 20 centímetros de alto representan a un anciano fontanero llamado Jan Willemsz van der Pluym y a su esposa Jaapgen Carels. La pareja, pintada en un estilo inusualmente íntimo para Rembrandt, era amiga de la familia del artista y procedía de su ciudad natal de Leiden, en Países Bajos.
Se trata de los retratos más pequeños que se conocen del maestro holandés del siglo XVII, más conocido por sus obras de mayor tamaño encargadas por familias adineradas.
Los retratos fueron adquiridos por la familia Holterman en una subasta de Christie’s por más de 11 millones de libras en julio y cedidos al Rijksmuseum en préstamo a largo plazo.
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“El Rijksmuseum posee la mayor y más representativa colección de pinturas de Rembrandt del mundo”, declaró su propietario, Henry Holterman, en un comunicado. “Creo que estas obras pertenecen al museo”, añadió.
Expertos del Rijksmuseum utilizaron rayos X, fotografía infrarroja y análisis de muestras de pintura para demostrar que los retratos fueron efectivamente pintados por Rembrandt.
Los retratos también presentan un estilo similar al de otras obras pintadas por Rembrandt en la época, “especialmente en la construcción de los rasgos faciales y la pincelada suelta”, destacó el museo.
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Sobre Rembrandt
La pintura y el grabado fueron las dos áreas artísticas en las que se desempeñó Rembrandt Harmenszoon van Rijn. Su dominio en ellas, lo ha llevado a ser considerado por la historia del arte como uno de los mayores maestros barrocos en esas disciplinas. Entre otras cosas, es conocido por su pintura narrativa, que resalta por la interpretación de pasajes bíblicos, aunque también incursionó en la mitología griega con obras como El rapto de Europa, inspirada en una historia de Las metamorfosis, obra literaria del poeta romano Ovidio.
A pesar de su trabajo artístico, la pobreza acompañó a Rembrandt, sobre todo, en sus últimos años de vida. Su condición socioeconómica no era bien vista entre los pintores de Ámsterdam. Por eso, Hendrickje Stoffels, la última mujer con quien sostuvo una relación amorosa, y Titus van Rijn, su cuarto hijo, decidieron abrir una galería en 1660, en donde Rembrandt se desempeñó como empleado para poder comercializar sus obras.
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