Malcolm y Angus Young: hermanos y fundadores de una estridencia llamada ACDC
En 1973, tras seguir los pasos de su hermano George Young, estos hermanos fundaron una de las bandas más icónicas del rock: ACDC.
Andrés Osorio Guillott
El legado y la esencia del rock n’ roll que inyectaron en la fundación de ACDC fue tan fuerte que, pese a las mutaciones de la banda por episodios trágicos e infortunados, sus sonidos se mantienen fieles a una época agitada que estuvo acompañada por guitarras estridentes.
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El legado y la esencia del rock n’ roll que inyectaron en la fundación de ACDC fue tan fuerte que, pese a las mutaciones de la banda por episodios trágicos e infortunados, sus sonidos se mantienen fieles a una época agitada que estuvo acompañada por guitarras estridentes.
Cabelleras largas que fueron el símbolo de una época de emancipación y rebelión. Pantalones ajustados y chaquetas de jean. Dos guitarras que eran el complemento a la hermandad que no solo estaba representada en la sangre sino en la música que fueron capaces de componer y de la leyenda que supieron narrar con los sonidos metálicos de aquellas cuerdas que retumbaron por años en los estadios y en los parlantes de los bares que nunca han dejado de oler a cigarrillo y alcohol.
Angus, Malcolm y George Young. Tres hermanos escoceses que migraron con su familia a Sidney, Australia, en 1963. Enamorados del rock n’ roll y su fuerza creciente en la música a nivel mundial. George, que era el hermano mayor de los tres, terminó siendo el maestro de Angus y Malcolm, que con todo el vigor y la curiosidad de la adolescencia empezaron a sentirse atraídos por una vida dedicada a las partituras, al descubrimiento de sonidos que encajaban con la energía descomunal de su época, y que invitaban a gritos y celebraciones entre ellos por composiciones que irían dando forma a su estilo y marcarían un hito en los llamados riffs de guitarra.
George Young fue el espejo cercano de sus hermanos menores. A finales de la década de 1960 ya era reconocido en Australia junto con su banda The Easybeats y la canción que los catapultó: Friday on my mind. Con una guitarra que predominaba y marcaba el ritmo y aumentaba la frecuencia del tempo, los hermanos de George empezaron a ser más cercanos de esos sonidos correspondientes a dos adolescentes con problemas escolares, con comportamientos que podían verse agresivos y que solo podían ser amainados por la rapidez con que los dedos alternan su caminar por las cuerdas de la guitarra eléctrica.
“Siempre fuimos muy arrogantes, estábamos muy seguros de nosotros mismos. Siempre hemos tocado pasando lo que la gente piense de nosotros, porque nos gusta tocar, por encima de todo. En un pequeño pub o en un gran escenario, da lo mismo. Todavía nos ilusiona subir a escena y hacer que la gente lo pase bien. Lo importante es sentirse parte del público, porque de esa manera la comunicación es mucho más fácil”, contó Angus Young en una entrevista en 1984 que se encuentra en el portal ruta66.es.
George Young vio que sus hermanos ya habían decidido el camino de la música, así que le propuso a Angus y Malcolm que crearan una banda a inicios de los 70′s. La agrupación, que se llamó The Marcus Hook Roll Band, fue un proyecto que resultó ser una especie de antesala para los Young en el universo de las estrellas de rock. Un álbum de aquellas reuniones previas quedó como testigo de ese tiempo. Warner Music, disquera que reeditó el disco décadas después, rescató los sonidos inéditos de dos hermanos que terminaron siendo los fundadores de una banda mítica que nació en 1973 y que logró superar sus propias tragedias e infortunios, quizá como un artilugio que justifica la grandeza misma de los integrantes que quisieron trascender a su época y sus límites: ACDC.
Entre los tres hermanos terminaron realizando una especie de carrera de relevos en esos años previos al nacimiento de ACDC. George iba siempre al frente; Malcolm experimentaba y cambiaba los instrumentos; Angus, que iba detrás con un uniforme escolar que terminó siendo su sello en los escenarios, se quedaba con las guitarras que iban dejando sus hermanos.
Ya para el 73 los menores de la familia Young (Malcolm y Angus) decidieron formar ACDC. Dave Evans (cantante), Larry Van Kriedt (bajista) y Colin Burgess (baterista) fueron los efímeros afortunados que vieron la luz de la banda. Sin embargo, ninguno de ellos logró perdurar. El cambio más significativo se daría entonces con el cambio del vocalista el año siguiente. Tras alejarse de Evans, los Young decidieron que la banda merecía tener integrantes que estuvieran más cercanos a la locura y el derroche de energía que querían expresar el escenario. Así decidieron buscar a Bon Scott, un rockero veterano que ya había pasado por bandas como The Valentines y Fraternity un lustro atrás.
“Nunca antes había visto ni escuchado a la banda. Su manager me dijo: “Espera aquí, la banda va a salir en unos dos minutos”. Esperé intrigado y al rato veo que sale ese jovenzuelo vestido con uniforme escolar. Al principio me dio la risa floja, pero después aluciné con su energía y su buen rollo. Solo fallaba aquel puto cantante. Pensé.. ¡Esta es la mía! Y aproveché la ocasión para explicarles que yo era mejor que ese payaso que tenían como cantante. Me dieron la oportunidad y me quedé con su puesto”, afirmó Scott años después.
Mark Evans (baterista) y Phil Rudd (bajista) fueron los elegidos para conformar la banda final, la que logró grabar el primer álbum, High Voltage y que también logró catapultar a la banda y equipararla con otras agrupaciones como Kiss o Aerosmith después de 1975.
Desde 1974 hasta 2014, y con variaciones entre sus integrantes, ACDC logró grabar 19 discos que dejaron toda una obra en la historia del rock. High Voltage, TNT, Highway to Hell, Back in black, For those about to rock, Who made who y Rock or Bust son algunos de los más recordados, coreados y aplaudidos por los fanáticos que guardan en sus memorias las presentaciones.
Tras la muerte de Scott en 1980 llegó Brian Johnson, que supo ser un aliado ideal para los Young en los últimos treinta años. Malcolm Young falleció en 2017, tres años después del último álbum de ACDC, Rock or Bust. La demencia fue acabando con su vida, pero no con el poder de su huella, pues hasta el último minuto supo que en su cuerpo y en su mente habitaban los largos riffs de las guitarras y los coros de un público que ovacionó cada presentación de una banda que supo traer el camino del infierno a la música.
Poco antes de morir, Angus Young, habló para los medios y afirmó que su sobrino le había comentado que aún en medio de la enfermedad, Malcolm había oído Rock or Bust, y que “Mientras lo escuchaba sonreía mucho. Eso para mí es suficiente. Nunca hemos buscado nada más”.