Mamá es aguasuerte

A la artista y escritora mexicana Gimena Romero su madre le enseñó a bordar… pero no le enseñó cómo ser ella, solo ella y no su madre. Y esa búsqueda es el bellísimo libro, poema, bordado: Hebra de agua (Editorial Thule).

JULIANA MUÑOZ TORO
08 de mayo de 2020 - 04:00 p. m.
Estudio Gimena Romero
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A veces una mentira es un regalo. Sí, mamá, “que no me duele, que no crezco, que no tengo frío”. Que no te miento. Madre es el agua que fluye, que abraza, que cada noche pide un deseo por cada uno de sus hijos. Madre es aguasuerte, río del vientre que contiene, que crea, que enseña a crear. A la artista y escritora mexicana Gimena Romero su madre le enseñó a bordar… pero no le enseñó cómo ser ella, solo ella y no su madre. Y esa búsqueda es el bellísimo libro, poema, bordado: Hebra de agua (Editorial Thule).

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Romero empezó a escribir este libro por gotas, o por frases cortas. Salía de clases en un país lejos de su casa y se le venía a la cabeza una frase: “Mamá es aguafértil. / Mamá acorta las distancias, brinca en los charcos”. Al final, cuenta la autora, “me di cuenta de que tenía una lluvia para mi madre… mi madre es el agua que hay en mí”. Entonces empezó a bordar con hilo y con retazos, “porque yo soy un pedacito de ella y ella de mí”, con puntadas para hablar de cantos (“mamá va cantando bordado”), con autorretratos de una pequeñísima mujer desnuda, desnuda como quien deja ver su alma entre la urdimbre.

“Si mi mamá es agua, yo soy palabra”, dijo en una lectura que hizo del libro en su cuenta de Instagram (@gimenaromero). Luego lloró: “Y si lloro es porque soy feliz. Porque gracias a ella logré convertirme en deseo”. Entonces lloramos todos al otro lado de la pantalla, porque la única forma posible en estos días de darle un abrazo a la madre es así, con deseos, con palabras, o tal vez con pequeñas mentiras: “Así la cuido a veces de quererme tanto, la mantengo calientita para que me regrese las nubes que le mando en forma de lluvia”.

En Hebra de agua el hilo es palabra, es imagen que fluye, se desliza entre las hojas y a veces sentimos que tenemos en las manos el dechado mismo. Hasta podemos verle el revés y sus enredos y su intimidad. No solo se trata de la madre de Gimena, sino de la nuestra que también canta, se cae y nos extraña. Este libro está “dedicado a todas las madres de todas las hijas que a veces mentimos”. Por fortuna, “mamá me enseñó que el camino a casa no se olvida. Mamá y yo siempre seremos amigas”. Aun en la distancia de las calles, o de los países, o de la vida y la muerte. No hay que preocuparse: “Jugamos a que esto de la vida sea otro encuentro”.

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Coda: En estos tiempos la lectura es el mejor refugio y el mejor regalo. Ojalá sigamos apoyando a las librerías independientes para que, cuando volvamos a salir, la cultura siga ahí. “Hebra de agua” y otros libros de Gimena Romero están disponibles en Casa Tomada, Babel, Garabato, Tornamesa, 9 3/4 Bookstore de Medellín y Nido de Libros, de Barranquilla. La compra es en línea y se hacen envíos a todo el país.

Por JULIANA MUÑOZ TORO

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