Desde su niñez, Velásquez soñó con que podría ser la próxima en construir la casa en el aire de la que hablaba Rafael Escalona: antes de ser actriz, quiso ser arquitecta.
Foto: Festival Internacional de Cine de Cartagena
Para Margot Velásquez, este reconocimiento fue una sorpresa. Dijo que, con la edad, las personas se estabilizaban y los acontecimientos ya no producían tanta exaltación. “A mí se me había olvidado esta posibilidad”.
Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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