El Magazín Cultural
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“En este país nos salva la creatividad que está en todos los seres”

La Corporación Colombia Crea Talento (CoCrea) lanzó la semana pasada su convocatoria 2023 bajo el lema “Cultura viva”, que busca seleccionar proyectos culturales, artísticos y del patrimonio que ayuden a promover el ejercicio de los derechos culturales. Entrevista con María del Pilar Ordóñez, su directora.

25 de abril de 2023 - 12:00 p. m.
“Si todos nos conectamos y ayudamos, todos estamos bien, si no ninguno lo está”, dice María del Pilar Ordóñez.
“Si todos nos conectamos y ayudamos, todos estamos bien, si no ninguno lo está”, dice María del Pilar Ordóñez.
Foto: Cortesía

CoCrea es una herramienta de financiación para proyectos culturales y creativos. Este año su lema es “Cultura viva”, ¿por qué?

El lema de “Cultura viva” tiene un mensaje explícito y uno subliminal. Por un lado, el implícito es que queremos hacer homenaje al poder transformador de la creatividad. En este país nos salva la creatividad que está en todos los seres. Cuando los seres creativos que le apuestan a CoCrea logran que sus proyectos sean financiados, transforman vidas, comunidades y maneras de ver el mundo. Queremos hacer un homenaje a esa vida que hay en cada uno de nosotros, seamos o no artistas. Por otro lado, estamos celebrando que el incentivo que gestionamos sobrevivió a la derogatoria que hubo en la reforma tributaria; seguimos vivos.

Durante la convocatoria del año pasado, dentro de los proyectos que podían presentarse, se tuvieron en cuenta los relacionados con las áreas de desarrollo naranja. ¿Cómo impactó el cambio de gobierno en la convocatoria 2023?

CoCrea y el incentivo fue creado durante el gobierno de Iván Duque, quien lideraba el tema de la economía naranja, que tuvo un énfasis en la industria, pero que no es nada distinto a la economía cultural y creativa, concepto que viene acuñándose desde los años 70 en los foros internacionales. Este Gobierno ha quitado el sello naranja, que es un sello de gobierno, y ha regresado a la economía cultural y creativa, haciendo énfasis en la parte artística y patrimonial. El Estado es el dueño del incentivo tributario que gestionamos. Los primeros cambios se realizaron con la exministra Patricia Ariza, en donde se hizo todo un trabajo de acercamiento y entendimiento para poder contarles que lo naranja era la misma economía creativa y cultural. Entonces, hoy en día seguimos con el mismo incentivo.

¿Cómo les afecta el cambio ministerial, sobre todo teniendo en cuenta que en estos momentos hay es un ministro encargado?

Nos impacta a CoCrea y al país. En el lanzamiento de nuestra convocatoria 2023, el exministro Ramiro Osorio le pidió al ministro encargado, Jorge Zorro, que le dijera al presidente que para llegar a la “paz total” el sector cultural es fundamental y este funciona con personas titulares; la interinidad prolongada siempre es dañina y el sector tiene mucha interinidad en su ministros, viceministros y directores. Y un encargado no se siente con la misma libertad que un titular, ni para armar equipo, tomar medidas o establecer una política. Cuando hay una persona titular en propiedad, pues está más empoderada. El ministro Zorro dice que cuenta con todo el respaldo de la Presidencia; eso es positivo, pero para nosotros, que percibimos el sector, quisiéramos tener titulares en todos los cargos.

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¿Por qué la cultura es una tarea de todos y no solo del gobierno de turno?

En el lanzamiento el exministro Ramiro Osorio decía que en una sociedad democrática la cultura no es función exclusiva de nadie, sino de todos. Entonces, es una corresponsabilidad de la ciudadanía, no de Estado y empresa.

¿Y por qué cree que suele suceder lo contrario: que la carga se la dejamos solo al Estado?

Depende de cómo concibas los límites de acción del Estado, dependerá de hasta dónde llegue el Estado. Nosotros somos una mezcla, y la ciudadanía tiende a pensar que todo lo que falla, muchas veces, es culpa del Estado. Todo pasa porque cada uno asuma su rol y responsabilidad; es decir, si manejas pésimo, no pretendas que el Estado resuelva todos los problemas de movilidad, más allá de la infraestructura que le corresponde. Entonces, si el Estado hace la infraestructura y si los conductores se comportan debidamente, el tráfico mejora, pero van de la mano, aunque tendemos a responsabilizar al otro; para la ciudadanía ese otro es el Estado, pero tienen la posibilidad de exigir y al mismo tiempo el deber de aportar no solo en ingresos, sino en ciudadanía, en cultura. No se nos puede olvidar nunca que todos somos individuos creadores que pueden interactuar con una producción artística o con un eje cultural.

Los aportantes de los proyectos de CoCrea tendrán derecho a recibir la deducción del 165 % en la base gravable del impuesto de renta. ¿Por qué ese porcentaje?

Eso viene de unos estudios que hicieron en su momento unas personas del sector cultural que sabían de tributaria. Ellos empezaron a mirar qué incentivo proponer para la economía creativa. Un tributarista les dijo que no se inventaran cosas nuevas, que se pegaran a lo que ya había, pues era más fácil. Entonces, el incentivo de CoCrea es una extensión del que ya tiene la cinematografía en Colombia.

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Más allá de los beneficios económicos que ofrece CoCrea a los aportantes, también hay otros a nivel organizacional, social y cultural. Si solo hubiera beneficios sociales y culturales, ¿cree que la contribución sería la misma?

Con el tiempo sí, pero no para iniciar, porque el incentivo económico es un gancho para atraer a un inversionista, involucrarlo en un proceso y que él pueda darse cuenta de las ventajas. La gente que ya ha recorrido este proceso vuelve por segunda o tercera vez a CoCrea. El año pasado la representante de una farmacéutica nos decía que no les importaba el incentivo, sino lo que pasaba en Aguablanca. Eso no significa que solo sea altruismo, hay también un interés económico. El grupo de energía de Bogotá, que financia varios proyectos de CoCrea, dice que son aportantes porque mejora su entorno de inversión, pues tienen una relación diferente con la comunidad, comprenden de otra manera qué significa llevar una línea de energía a su territorio. Entonces, por ejemplo, disminuyen los índices de seguridad y de niños electrocutados, porque el grupo de energía está trabajando con ellos, haciendo sus museos, recuperando su patrimonio, así que se establece un diálogo distinto entre un inversionista y un titular. Si no estamos conectados no es posible, ya lo hemos visto en este país por medio, por ejemplo, de los estallidos.

¿Por qué cree que muchas veces se necesita un gancho económico y no basta con la construcción de un tejido social para incentivar a la gente?

Porque hablamos lenguajes diferentes. Si bien un empresario y un creador, de una u otra forma, buscan audiencia, ambos se hacen con un lenguaje distinto, uno empresarial y otro creativo. Esos lenguajes deben acercarse y comprenderse cada vez más y tratar de tener términos comunes. Si todos nos conectamos y ayudamos, todos estamos bien, si no ninguno lo está.

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