Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hablemos de Dama, el nombre de la galería...
Tiene varios significados. Por un lado, es el juego de palabras entre el nombre de mi socio y el mío. Él se llama Daniel y yo Mariana, pero claramente tiene también un significado social, porque quiero que la galería sea un lugar muy equitativo entre hombres artistas y mujeres artistas. Vemos que siempre hay más artistas hombres que artistas mujeres, así me interesa balancear esa dinámica. Entonces arranca con un juego entre nuestras sílabas, pero termina siendo el concepto de lo que la galería quiere con los artistas con los que trabaja.
¿Hace cuánto abrió la galería y cómo pensó en construir este espacio en un edificio residencial?
Abrimos en abril o mayo de este año. Desde hace rato venía con la idea de montar un espacio para artistas, porque llevo muchos años trabajando en galerías, en ferias, en diferentes proyectos aparte de mi propia obra artística, en diferentes proyectos de gestión. En la pandemia trabajé mucho con otros artistas vendiéndoles obras a mis colegas y dije que ya era un buen momento de abrir un espacio mío, donde pueda mostrar las obras de mis colegas, que sea un espacio seguro para los artistas, y como yo soy artista, pues lo más importante para mí es un espacio en el que uno se sienta bien, en el que pueda mostrar lo que está haciendo, lo que está trabajando. Entonces arranqué con la idea y le propuse este proyecto a un socio que es arquitecto y él me dijo que sí, que tenía un lugar muy chévere, en el que podía funcionar muy bien el proyecto. Conseguimos este edificio, que se hizo pensando que fuera un hotel, pero como no iba a tener residentes, el garaje del edificio estaba vacío. De manera que teníamos el hueco perfecto y en obra negra, porque el edificio todavía no estaba terminado, y al verlo así me pareció espectacular, pues juega con un concepto, el de algo escondido, pero al mismo tiempo algo así como gris, como si fuera un búnker. Tiene los techos altísimos y eso para una galería funciona muy bien, porque uno puede hacer instalaciones que requieran bastante espacio. Y decidimos dejarlo así porque le da la fuerza de un espacio alternativo, no el típico cubo blanco, sino algo nuevo.
¿Qué exposiciones hay actualmente en la galería?
Tenemos dos exposiciones. La principal se llama Fenómenos ambulatorios, es una individual de un colectivo, la artista se llama Carolina Borrero y el artista se llama Lucas Gallego, todo está bajo la curaduría de Angélica Pulido. Ellos tienen una obra divina que trata sobre el territorio, en la sala principal, en el primer piso. En el segundo tenemos la sala alternativa, que se llama El cofre, que son los tesoros de la Dama. Esta funciona más como tienda de arte, aunque no quisiera llamarla así, y siempre va a tener obras que estarán en constante movimiento, con colectivos de varios artistas. Queremos que haya variedad de precios, colores, tamaños y artistas.
¿Cuáles son las apuestas o los lineamientos de Dama para las exposiciones?
El lineamiento principal es que siempre haya la misma cantidad de mujeres que de hombres, o más mujeres que hombres. No quiero tener una galería solo geométrica o solo figurativa. Quiero estar abierta, poder mostrar todo lo que estamos haciendo los artistas en este momento porque no todos somos figurativos, no todos somos abstractos, no todos somos escultura, entonces, por un lado, me gusta mostrar siempre variedad, o sea, la pintura, la escultura, el grabado, la instalación, etc. En este momento el tema principal es el territorio, cómo el territorio cambia según la intervención del hombre y cómo eso se ve reflejado a través del color y la luz. También queremos enfocarnos en artistas emergentes y de mediana trayectoria, queremos mostrar exactamente lo que está pasando en este momento. Somos millones de artistas trabajando y eso hay que mostrarlo para saber qué se está haciendo en Colombia artísticamente hablando.