Marte: el espejo de la tierra
“Marte. El espejo rojo” nos enfrenta a lo que sucede en la Tierra. La necesidad del ser humano de imaginar y crear, así como la pulsión inherente de querer colonizar otros mundos y dominarlos, se evidencian en los múltiples libros, en las colecciones privadas, en los cómics, videos y demás piezas de esta muestra.
Isabel-Cristina Arenas S.
“Estrella roja, dios telúrico, planeta favorito de la ciencia ficción, símbolo ancestral, arquetipo díscolo, metáfora del vertiginoso presente-futuro”: Juan Insua, comisario de la exposición Marte. El espejo rojo*. Barcelona.
Al comenzar el recorrido, un objeto se comunica en primera persona con el observador. En su rótulo se lee: “Soy una piedra rara. Llámame KSAR Ghilane 002 o como tu imaginación prefiera”. Sus primeras palabras abren el camino a lo creativo y lo científico. Después, cuenta que viene de los estratos más profundos de Marte y que ha vagado por el espacio durante miles de años, y al final alaba la curiosidad insaciable de nuestra especie, que la encontró en el desierto del Sahara y la clasificó como lo que es: un fragmento de meteorito. Esta piedra rara está entre los primeros objetos que reciben a los visitantes de Marte. El espejo rojo, una exposición del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
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¿Es posible que alguna vez hayamos jugado con un meteorito sin saberlo? En la exposición se tiene la certeza de que esta no es cualquier piedra del camino, pues ha estado en el espacio, allá en donde el ser humano ha buscado y sigue buscando respuestas. Y ahora mismo lo hace en Marte, en forma específica, que ha sido la inspiración de escritores, científicos, cineastas y artistas, que se ha convertido en la obsesión de multimillonarios, en la nueva Luna para las potencias de la Tierra. “La exposición invita a recuperar la fascinación por un mito que es sinónimo de violencia y muerte, pero que también protege la cosecha e inaugura la primavera”, escribe Judit Carrera, directora del CCCB, en el libro publicado con motivo de este evento.
Marte es uno de nuestros vecinos más famosos, en donde ahora mismo se pretende determinar si hubo vida con misiones no tripuladas, como el Perseverance Rover de la NASA. En Twitter, @NASAPersevere tiene 2,7 millones de seguidores y dice que sus aficiones son la fotografía y coleccionar rocas. El planeta más famoso de la ciencia ficción y el más estudiado por los científicos, aparece en las noticias con frecuencia desde 2020. El pasado 15 de mayo la sonda china, Tianwen-1, que quiere decir “preguntas al cielo”, aterrizó allí y cuatro días después su rover marciano, Zhurong, envió las primeras imágenes del terreno. Algunos terrícolas podrían sentir alivio, paz, quizás ilusión, al ver las fotos de lo que sucede en el espacio y mirar hacia Marte con esperanza, aun teniendo los pies en la Tierra. En cualquier caso, los asuntos científicos, mitológicos, creativos y financieros, entre otros, se plantean en el recorrido y en los eventos en torno a Marte. La exposición es comisariada por Juan Insua, director del CCCBLab, un departamento dedicado a la investigación y la innovación en cultura.
Ya sabemos que no llegarán los marcianos a invadir la Tierra, como en La guerra de los mundos, de H. G. Wells (por lo menos, ellos no). Ahora somos nosotros, los humanos, quienes queremos llegar a Marte, descubrir si hubo vida, si podrá haber tal, por si acaso en el futuro fuese obligatoria la mudanza.
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Marte. El espejo rojo nos enfrenta a lo que sucede en la Tierra. La necesidad del ser humano de imaginar y crear, así como la pulsión inherente de querer colonizar otros mundos y dominarlos, se evidencian en los múltiples libros, en las colecciones privadas, en los cómics, videos y demás piezas de esta muestra. Son más de 400 objetos que narran la historia de nuestro vínculo con este planeta, desde el cosmos antiguo, pasando por las culturas mediterráneas, el feminismo, la cultura pop, los proyectos de investigaciones en curso y las expectativas de los humanos con los descubrimientos venideros.
Las fotografías de sus terrenos no son ajenas a nuestro imaginario: un desierto, un paisaje fantasmal y sin vegetación son un espejo de lo que hemos hecho en nuestra propia casa, dando paso a la urgencia de salvar lo que tenemos, sanar lo que hemos dañado y cuidar lo que nos queda. Al parecer, y según diversos estudios, Marte no fue siempre así, árido, desértico y desolado, esperemos que en el futuro no se diga lo mismo de la Tierra.
*La exposición Marte. El espejo rojo está abierta hasta el próximo 11 julio.
“Estrella roja, dios telúrico, planeta favorito de la ciencia ficción, símbolo ancestral, arquetipo díscolo, metáfora del vertiginoso presente-futuro”: Juan Insua, comisario de la exposición Marte. El espejo rojo*. Barcelona.
Al comenzar el recorrido, un objeto se comunica en primera persona con el observador. En su rótulo se lee: “Soy una piedra rara. Llámame KSAR Ghilane 002 o como tu imaginación prefiera”. Sus primeras palabras abren el camino a lo creativo y lo científico. Después, cuenta que viene de los estratos más profundos de Marte y que ha vagado por el espacio durante miles de años, y al final alaba la curiosidad insaciable de nuestra especie, que la encontró en el desierto del Sahara y la clasificó como lo que es: un fragmento de meteorito. Esta piedra rara está entre los primeros objetos que reciben a los visitantes de Marte. El espejo rojo, una exposición del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).
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¿Es posible que alguna vez hayamos jugado con un meteorito sin saberlo? En la exposición se tiene la certeza de que esta no es cualquier piedra del camino, pues ha estado en el espacio, allá en donde el ser humano ha buscado y sigue buscando respuestas. Y ahora mismo lo hace en Marte, en forma específica, que ha sido la inspiración de escritores, científicos, cineastas y artistas, que se ha convertido en la obsesión de multimillonarios, en la nueva Luna para las potencias de la Tierra. “La exposición invita a recuperar la fascinación por un mito que es sinónimo de violencia y muerte, pero que también protege la cosecha e inaugura la primavera”, escribe Judit Carrera, directora del CCCB, en el libro publicado con motivo de este evento.
Marte es uno de nuestros vecinos más famosos, en donde ahora mismo se pretende determinar si hubo vida con misiones no tripuladas, como el Perseverance Rover de la NASA. En Twitter, @NASAPersevere tiene 2,7 millones de seguidores y dice que sus aficiones son la fotografía y coleccionar rocas. El planeta más famoso de la ciencia ficción y el más estudiado por los científicos, aparece en las noticias con frecuencia desde 2020. El pasado 15 de mayo la sonda china, Tianwen-1, que quiere decir “preguntas al cielo”, aterrizó allí y cuatro días después su rover marciano, Zhurong, envió las primeras imágenes del terreno. Algunos terrícolas podrían sentir alivio, paz, quizás ilusión, al ver las fotos de lo que sucede en el espacio y mirar hacia Marte con esperanza, aun teniendo los pies en la Tierra. En cualquier caso, los asuntos científicos, mitológicos, creativos y financieros, entre otros, se plantean en el recorrido y en los eventos en torno a Marte. La exposición es comisariada por Juan Insua, director del CCCBLab, un departamento dedicado a la investigación y la innovación en cultura.
Ya sabemos que no llegarán los marcianos a invadir la Tierra, como en La guerra de los mundos, de H. G. Wells (por lo menos, ellos no). Ahora somos nosotros, los humanos, quienes queremos llegar a Marte, descubrir si hubo vida, si podrá haber tal, por si acaso en el futuro fuese obligatoria la mudanza.
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Marte. El espejo rojo nos enfrenta a lo que sucede en la Tierra. La necesidad del ser humano de imaginar y crear, así como la pulsión inherente de querer colonizar otros mundos y dominarlos, se evidencian en los múltiples libros, en las colecciones privadas, en los cómics, videos y demás piezas de esta muestra. Son más de 400 objetos que narran la historia de nuestro vínculo con este planeta, desde el cosmos antiguo, pasando por las culturas mediterráneas, el feminismo, la cultura pop, los proyectos de investigaciones en curso y las expectativas de los humanos con los descubrimientos venideros.
Las fotografías de sus terrenos no son ajenas a nuestro imaginario: un desierto, un paisaje fantasmal y sin vegetación son un espejo de lo que hemos hecho en nuestra propia casa, dando paso a la urgencia de salvar lo que tenemos, sanar lo que hemos dañado y cuidar lo que nos queda. Al parecer, y según diversos estudios, Marte no fue siempre así, árido, desértico y desolado, esperemos que en el futuro no se diga lo mismo de la Tierra.
*La exposición Marte. El espejo rojo está abierta hasta el próximo 11 julio.