Martha Liliana Perdomo: la fiesta de las orquídeas
La XIX Exposición Nacional de Orquídeas tendrá lugar desde el 22 hasta el 25 de septiembre de 2022, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., en el Jardín Botánico, con más de 1.500 ejemplares.
¿Qué caracteriza la edición XIX de la Exposición Nacional de Orquídeas?
Esta edición la hemos denominado “Festejando la vida y la biodiversidad”. No tuvimos la posibilidad de hacerla en 2020 y 2021 por la pandemia, entonces lo primero es que es una fiesta en torno a los colores, olores, formas maravillosas que tienen las orquídeas. Toda esa magia de más de 1.500 ejemplares que vamos a tener en el Jardín Botánico de Bogotá, ya de por sí algo especial. Adicionalmente vamos a estar divulgando información sobre orquídeas nuevas que se han descrito durante este último tiempo. Para el caso del Jardín Botánico son la Pleurothallis viridialpicola y la Pleurothallis villahermosae, dos especies nuevas que se han descrito en este último año y que se suman a las especies que han venido identificando diferentes investigadores a lo largo y ancho del país para la ciencia.
Habrá una exhibición en miniatura, que se va a ver con lupa. Vamos a tener varias especies exóticas, muchos individuos vegetales de ecosistemas extranjeros, particularmente algunos géneros asiáticos, que tienen una belleza y una originalidad absolutas. La exposición va a ir articulada a una agenda académica y cultural muy variada de actividades que está dirigida a públicos de todas las edades y nos articulamos al Día sin Carro, con un descuento especial para quienes lleguen en bicicleta.
Le sugerimos: El abastecimiento del poeta
Durante la exposición habrá espacios académicos para reflexionar en torno al papel de las orquídeas en la historia y la memoria de la Nación. ¿Por qué diseñar espacios orientados a esto?
En el país las orquídeas como familia no solamente son ampliamente distribuidas, sino que Colombia tiene una residencia impresionante. Somos dueños, por decirlo así, de este patrimonio natural de más del 10 % de las orquídeas que hay en el mundo. Tenemos más de 4.400 especies. Muchos de los símbolos que tenemos son estas flores, por ejemplo, en el caso de Bogotá es la Odontoglossum luteopurpureum y la flor nacional es la Cattleya trianae, que es en honor a Triana, uno de los botánicos de la Expedición. Entonces es una oportunidad interesante para reflexionar sobre cómo la belleza y la forma de las orquídeas nos llenan de orgullo y constituyen símbolos a nivel nacional y territorial.
¿Qué es el banco de germoplasma?
Los jardines botánicos somos bancos de germoplasma en la medida en que contamos con material genético de diferentes plantas, muchas de ellas amenazadas en sus ecosistemas naturales. Nuestra colección de orquídeas tiene 393 especies en total y más de 2.100 individuos, de los cuales tenemos 48 especies con alguna categoría de amenaza. Esto quiere decir que, al tener esas orquídeas en las colecciones del Jardín Botánico, hay material genético que podemos producir in vitro y que podemos efectivamente volver a reintroducir a los ecosistemas.
Podría interesarle: Stephen King: cinco obras para acercarse a su mundo terrorífico
¿Este tipo de exposiciones también cumplen una función de educación ambiental, por ejemplo con este tema de las orquídeas que están amenazadas?
Claro, este tipo de eventos para el Jardín Botánico son de educación ambiental, donde podemos no solamente divulgar conocimientos científicos sobre una familia tan importante como es la de las orquídeas, sino también sobre los ecosistemas en los cuales ellas se desarrollan de manera natural y sensibilizar sobre la importancia de la conservación de estos. Solo para darte un ejemplo, una de las últimas orquídeas que identificamos, la Pleurothallis villahermosae, fue encontrada en un relicto de bosque de no más de cinco hectáreas, rodeado de potreros y de zonas de cultivo de café, en el municipio de Villahermosa, y solamente encontramos diez ejemplares. Entonces imagínate lo crítico que puede ser. Esta orquídea pudo haber desaparecido sin que siquiera la hubiéramos descrito para la ciencia por primera vez. Entonces la sensibilización en el cuidado de nuestro patrimonio natural es fundamental. Debemos sentirnos orgullosos de ser un país megadiverso y multicultural, pero también debemos sentir la obligación que tenemos como ciudadanos de garantizar que estos ecosistemas sean protegidos.
¿Qué caracteriza la edición XIX de la Exposición Nacional de Orquídeas?
Esta edición la hemos denominado “Festejando la vida y la biodiversidad”. No tuvimos la posibilidad de hacerla en 2020 y 2021 por la pandemia, entonces lo primero es que es una fiesta en torno a los colores, olores, formas maravillosas que tienen las orquídeas. Toda esa magia de más de 1.500 ejemplares que vamos a tener en el Jardín Botánico de Bogotá, ya de por sí algo especial. Adicionalmente vamos a estar divulgando información sobre orquídeas nuevas que se han descrito durante este último tiempo. Para el caso del Jardín Botánico son la Pleurothallis viridialpicola y la Pleurothallis villahermosae, dos especies nuevas que se han descrito en este último año y que se suman a las especies que han venido identificando diferentes investigadores a lo largo y ancho del país para la ciencia.
Habrá una exhibición en miniatura, que se va a ver con lupa. Vamos a tener varias especies exóticas, muchos individuos vegetales de ecosistemas extranjeros, particularmente algunos géneros asiáticos, que tienen una belleza y una originalidad absolutas. La exposición va a ir articulada a una agenda académica y cultural muy variada de actividades que está dirigida a públicos de todas las edades y nos articulamos al Día sin Carro, con un descuento especial para quienes lleguen en bicicleta.
Le sugerimos: El abastecimiento del poeta
Durante la exposición habrá espacios académicos para reflexionar en torno al papel de las orquídeas en la historia y la memoria de la Nación. ¿Por qué diseñar espacios orientados a esto?
En el país las orquídeas como familia no solamente son ampliamente distribuidas, sino que Colombia tiene una residencia impresionante. Somos dueños, por decirlo así, de este patrimonio natural de más del 10 % de las orquídeas que hay en el mundo. Tenemos más de 4.400 especies. Muchos de los símbolos que tenemos son estas flores, por ejemplo, en el caso de Bogotá es la Odontoglossum luteopurpureum y la flor nacional es la Cattleya trianae, que es en honor a Triana, uno de los botánicos de la Expedición. Entonces es una oportunidad interesante para reflexionar sobre cómo la belleza y la forma de las orquídeas nos llenan de orgullo y constituyen símbolos a nivel nacional y territorial.
¿Qué es el banco de germoplasma?
Los jardines botánicos somos bancos de germoplasma en la medida en que contamos con material genético de diferentes plantas, muchas de ellas amenazadas en sus ecosistemas naturales. Nuestra colección de orquídeas tiene 393 especies en total y más de 2.100 individuos, de los cuales tenemos 48 especies con alguna categoría de amenaza. Esto quiere decir que, al tener esas orquídeas en las colecciones del Jardín Botánico, hay material genético que podemos producir in vitro y que podemos efectivamente volver a reintroducir a los ecosistemas.
Podría interesarle: Stephen King: cinco obras para acercarse a su mundo terrorífico
¿Este tipo de exposiciones también cumplen una función de educación ambiental, por ejemplo con este tema de las orquídeas que están amenazadas?
Claro, este tipo de eventos para el Jardín Botánico son de educación ambiental, donde podemos no solamente divulgar conocimientos científicos sobre una familia tan importante como es la de las orquídeas, sino también sobre los ecosistemas en los cuales ellas se desarrollan de manera natural y sensibilizar sobre la importancia de la conservación de estos. Solo para darte un ejemplo, una de las últimas orquídeas que identificamos, la Pleurothallis villahermosae, fue encontrada en un relicto de bosque de no más de cinco hectáreas, rodeado de potreros y de zonas de cultivo de café, en el municipio de Villahermosa, y solamente encontramos diez ejemplares. Entonces imagínate lo crítico que puede ser. Esta orquídea pudo haber desaparecido sin que siquiera la hubiéramos descrito para la ciencia por primera vez. Entonces la sensibilización en el cuidado de nuestro patrimonio natural es fundamental. Debemos sentirnos orgullosos de ser un país megadiverso y multicultural, pero también debemos sentir la obligación que tenemos como ciudadanos de garantizar que estos ecosistemas sean protegidos.