Martin Luther King y su lucha no violenta vista desde el cine
“Desde 1956 hasta 1968, Martin Luther King probablemente hizo más por conseguir la justicia política, social y económica que cualquier otra persona en la historia de los Estados Unidos”. Así muestran sus doce años de lucha la película Boicot y el documental King in the Wilderness.
Daniela Cristancho Serrano

Una mujer mira por la ventana del bus que circula por la capital de Alabama. Un policía le solicita que se levante de su puesto y continúe su recorrido en la zona posterior del bus, junto con los demás pasajeros afroamericanos. Pero ella se resiste, dice tener el mismo derecho que el hombre blanco que desea su asiento. Producto de su desobediencia, Rosa Parks es arrestada aquel primero de diciembre de 1955. Con su detención, inicia el boicot de los autobuses en Montgomery, que duró 381 días, liderado por el pastor Martin Luther King Jr.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Una mujer mira por la ventana del bus que circula por la capital de Alabama. Un policía le solicita que se levante de su puesto y continúe su recorrido en la zona posterior del bus, junto con los demás pasajeros afroamericanos. Pero ella se resiste, dice tener el mismo derecho que el hombre blanco que desea su asiento. Producto de su desobediencia, Rosa Parks es arrestada aquel primero de diciembre de 1955. Con su detención, inicia el boicot de los autobuses en Montgomery, que duró 381 días, liderado por el pastor Martin Luther King Jr.
Esta escena es el abrebocas de Boicot, la película que narra el nacimiento del Movimiento de Defensa de los Derechos Civiles en Estados Unidos y, con este, el del activismo de Luther King. La producción audiovisual, que se estrenó en el 2001, le muestra al espectador la elección de Martin Luther King Jr. como presidente de la Asociación de Mejoramiento de Montgomery y los desafíos que enfrenta la comunidad negra para lograr la integración racial en el sistema de transporte de la ciudad.
En conjunto, los 30,000 ciudadanos negros de Montgomery deciden abstenerse de hacer uso de los autobuses hasta que se cumplan sus peticiones: que los ciudadanos puedan sentarse en orden de llegada y que se contraten conductores negros para realizar rutas por los vecindarios de esta población. Y funciona. En lugar del bus, caminan o toman un taxi y, cuando le aumentan las tarifas a estos últimos, organizan todos los vehículos disponibles para hacer rutas entre ellos. En pro del mismo objetivo resisten hasta el 21 de diciembre de 1956, cuando la Corte Suprema de Justicia declara inconstitucional la ley de segregación de autobuses.
Le sugerimos: Un libro que te saca la lengua
El boicot tuvo como motor y cabeza más visible a Martin Luther King. En los primeros días de la protesta, el entonces pastor de 26 años, pronunció las siguientes palabras en la Iglesia Bautista de Holt Street:
“No nos equivocamos en lo que estamos haciendo.
Si estamos equivocados, entonces la Corte Suprema de esta nación está equivocada.
Si nos equivocamos, la Constitución de los Estados Unidos está equivocada.
Si estamos equivocados, Dios Todopoderoso está equivocado.
Si nos equivocamos, Jesús de Nazaret fue simplemente un soñador utópico y nunca bajó a la tierra.
Si nos equivocamos, la justicia es mentira.
Y estamos decididos aquí en Montgomery a trabajar y luchar hasta que la justicia corra como agua y la rectitud como un poderoso arroyo”.
Sin embargo, el Movimiento de Defensa de los Derechos Civiles apenas empezaba. “Desde 1956 hasta el 4 de abril de 1968, Martin Luther King Jr. probablemente hizo más por conseguir la justicia política, social y económica que cualquier otra persona en la historia de los Estados Unidos”, afirma Clarence Jones, asesor y abogado, en King in the Wilderness, un documental que da cuenta de las luchas que lideró este defensor de derechos humanos desde 1964 hasta su asesinato, cuatro años más tarde.
Podría interesarle: La nueva nacionalidad de la escritora Nélida Piñón
En conjunto, Boicot y King in the Wilderness, resumen los doce años de lucha de Martin Luther King y las protestas que nacieron en todo el país inspiradas por él y sus palabras: el boicot de los autobuses, el movimiento de las sentadas en los diners en 1960, la marcha de Selma a Montgomery, su célebre discurso ‘I have a dream’ en Washington, las protestas en contra de la pobreza y la Guerra de Vietnam y los disturbios tras su asesinato. Desde dos orillas distintas, un drama inspirado en el libro Daybreak of Freedom de Stewart Burns y un documental que entrevista a los allegados de Martin Luther King, estas dos producciones audiovisuales tienen un factor en común: ambas logran explicar la no violencia, su ideología más importante.
En el marco del boicot a los autobuses, Martin Luther King y su familia empiezan a recibir sus primeras amenazas vía llamada telefónica. Unos meses más tarde detonan una bomba en las inmediaciones de su hogar y, aunque nadie sale herido, los King comienzan a tener seguridad armada de manera constante.
“Te estás alejando de los principios de la no violencia”, le dice el activista Bayard Rustin a Martin Luther King en Boicot. “Eres el líder de un movimiento no violento y aún así tienes armas en tu hogar y hombres armados afuera. La no violencia no es una táctica, es una ideología, un estilo de vida, una religión”, afirma Rustin, tras lo cual King renuncia, irrevocablemente, a la posibilidad de utilizar armas y violencia en su lucha por la justicia, como lo hizo Gandhi.
Le recomendamos: Fallece Thiago de Mello, poeta brasileño
King in the Wilderness muestra un contexto aún más exacerbado que el de Montgomery en 1955. A través de los años, el racismo en Estados Unidos se potencializó con el desempleo, la migración y la guerra en Asia. Sin embargo, para King la no violencia se había vuelto el pilar de su causa y, más aún, de su camino espiritual. Así desafió a sus colegas que veían la violencia como una solución, como Stokely Carmichael. “Moralmente, no puedes derrotar a tu enemigo volviéndote el enemigo”, afirmaba King cuando Stokely incentivaba a la población negra a quemar los juzgados en Missisippi y a enfrentar con armas a su contraparte.
De acuerdo con quienes lo conocieron, King sabía que el Movimiento de Defensa de los Derechos Civiles nunca fue una lucha entre razas, ni siquiera era entre personas buenas y malas. Simplemente, era la lucha contra el racismo, que constituye, esencialmente una enfermedad. Su activismo no buscaba derrotar personas, sino ideas injustas inculcadas desde el nacimiento. Más que enojarse con aquellos que sufrían de la enfermedad llamada racismo, el movimiento de Martin Luther King los confrontó, los miró a los ojos y forzó su humanidad sobre ellos.