Más espacios para acercarse a la literatura colombiana
Cooltivo Libros es una nueva librería enfocada en literatura colombiana. Algunos de los escritores que fueron invitados a su inauguración hablaron de sus referentes y primeros contactos con autores nacionales.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Para algunos, la literatura colombiana podría describirse con ciertas palabras, enfoques e imágenes. Que, por ejemplo, la violencia ha sido uno de sus temas transversales y que, a partir de la narración de algunos hechos, nos fuimos convirtiendo en lo que somos. Que no solamente ha tenido que ver con la tragedia, sino con la memoria que se configuró a partir del dolor, el recuerdo y la experiencia. Que, al contarlo, el pasado se convirtió en algo más que un hecho, y que esa narración del hecho nunca podrá describir la exacta realidad, pero sí se aproximará a aquel que lo recordó, lo contó o se lo inventó. Que esto constituye nuestra identidad. Que contarnos y leernos a través de la literatura nos ha convertido en algo más que testigos, víctimas o victimarios.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Para algunos, la literatura colombiana podría describirse con ciertas palabras, enfoques e imágenes. Que, por ejemplo, la violencia ha sido uno de sus temas transversales y que, a partir de la narración de algunos hechos, nos fuimos convirtiendo en lo que somos. Que no solamente ha tenido que ver con la tragedia, sino con la memoria que se configuró a partir del dolor, el recuerdo y la experiencia. Que, al contarlo, el pasado se convirtió en algo más que un hecho, y que esa narración del hecho nunca podrá describir la exacta realidad, pero sí se aproximará a aquel que lo recordó, lo contó o se lo inventó. Que esto constituye nuestra identidad. Que contarnos y leernos a través de la literatura nos ha convertido en algo más que testigos, víctimas o victimarios.
El ejemplo de la violencia es eso, solo un ejemplo. Al preguntarles a quienes llevan mucho tiempo siendo lectores o escritores, los temas comienzan a brotar como el agua de nuestras cascadas naturales, que miramos con tanto orgullo y las sentimos tan colombianas y cercanas a nuestra historia. O como los muertos de nuestras periferias, que recordamos con tanta amargura y los sentimos tan colombianos y cercanos a nuestra historia. Así no hayamos nacido cerca a las cascadas, llevamos algo de ellas en nosotros. Así no hayamos conocido a los muertos, llevamos algo de su tragedia en nuestras huellas.
Le sugerimos leer: “Antes de que los niños del Amazonas aparecieran, me negaba la esperanza”
Ayer se inauguró la librería Cooltivo Libros, enfocada en literatura colombiana. Su fundadora, Gabriela Carrillo, es politóloga de profesión, pero desde que se graduó trabajó en el sector editorial. Ha coordinado bodegas, ha vendido obras y ha sido librera. Cuando trabajó en el Teatro Nacional y ayudó a fundar su oferta virtual, entendió el valor de la presencia. El sueño de abrir una librería se fue reforzando con esta experiencia, que la condujo a crear este nuevo proyecto, abierto desde el pasado 23 de noviembre.
El enfoque de este nuevo espacio será la literatura colombiana, por contribuir al trabajo editorial nacional. “Tenemos una riqueza que se ve opacada o compite mucho con editoriales internacionales. Son maravillosas y tienen contenidos de gran calidad, pero no conozco tantos espacios que se dediquen a promover nuestros esfuerzos editoriales locales”, dijo Carrillo en diálogo para El Espectador.
Investigaron en profundidad sobre procesos de editoriales colombianos como Go Up Comic, Luna Libros, Jardín, Jaula Ediciones, Peregrino, Laguna y Lazo Libros, entre otras, y entendieron que la visibilidad era baja. Decidieron que esa sería su apuesta: aumentar la promoción de los textos hechos y editados aquí.
Desde pequeña, Carrillo tuvo acceso a los libros. En un gran porcentaje, sus lecturas han sido locales. Sus escritores tutelares han sido Santiago Gamboa, Laura Restrepo, Piedad Bonnett, Lina Parra Ochoa y Juan Gabriel Sánchez, entre otros, y también ha disfrutado de la crónica periodística colombiana.
Podría interesarle escuchar: Jorge Cardona: “Lo importante en la vida es cumplir un deber y realizar una obra”
Federico Díaz-Granados, poeta y director de la Biblioteca Los Fundadores del Gimnasio Moderno, participó en la inauguración de este nuevo espacio cultural. Su contacto con la literatura colombiana comenzó con su papá, José Luis Díaz-Granados, quien le presentó el mundo de la poesía. Además, Manuel Zapata Olivella, autor de Changó, el gran putas, amigo de su familia, vivía cerca. Como el escritor no tenía televisor, visitaba a los Díaz-Granados para ver peleas de boxeo y partidos de béisbol o fútbol. Otros escritores como Germán Espinosa, María Mercedes Carranza, Héctor Rojas Herazo y Juan Gustavo Cobo Borda, entre muchos otros, también acudían a las tertulias que allí se organizaban. Y poco a poco, después de ver a las figuras en persona que calentaban sus gargantas a punta de café o alcohol, el poeta hijo comenzó a leer.
Con el pasar de las páginas y los años llegó Gabriel García Márquez, con quien su abuela Margot cruzaba correspondencia. Cuando lo conoció, tenía ocho años, y recuerda que el Nobel colombiano lo trató con la misma importancia con la que se refirió a los adultos presentes. Aquel momento, junto con su cotidianidad y fascinación por las letras, lo condujeron a enfrentarse a libros que alimentaron su camino poeta.
Federico Díaz-Granados dijo que para intentar definir la literatura colombiana habría que revisar la identidad y la historia. Es de los que piensan que ha tenido un cimiento marcado por la violencia y para sustentar su opinión enumera libros como La vorágine, Cien años de soledad, las sagas de Rojas Herazo y narradoras como Elisa Mújica. También habló del mestizaje y de los paisajes como algunos de los temas en los que se ha enfocado la literatura nacional.
Le sugerimos leer: Y eso pasa por tener prisa
Yulieth Mora Garzón también fue invitada a La Semana de las Letras, una serie de eventos organizados por la librería en cuestión con motivo de su inauguración. A diferencia de Díaz-Granados, la escritora bogotana se acercó a la literatura colombiana por intuición, pero, sobre todo, por los talleres de escritura a los que comenzó a acudir para afinar sus habilidades de autora. A donde finalmente llegó para “no sentirse tan sola leyendo”. También se distanció del poeta Díaz-Granados al intentar definir o describir la producción literaria nacional: “Es muy difícil: hay diversidad de escritura y, sobre todo, hay una que está a los bordes del país. Lo triste de intentar contestar esto es que no sabemos qué se esté escribiendo en la Amazonia colombiana ni en el Tolima”.
Mora Garzón, quien estudió Comunicación Social y Periodismo, mencionó a Margarita García Robayo, Tomás González, Giuseppe Caputo y Fernando Molano como los escritores que han guiado su camino por la producción nacional. Para ella, la oferta es tan amplia como sus ganas de leer, pero celebra que surjan espacios como Cooltivo Libros: “Nos hace falta saber qué se está escribiendo en otras partes del país. Nos hace falta interesarnos en lo nuestro”.