Así nació la ópera prima de un grupo de excombatientes de las Farc
“Memorias Guerrilleras”, la primera película escrita, actuada, realizada y producida completamente por excombatientes se estrena ese sábado 2 de octubre.
Joseph Casañas Angulo
Con el dinero que ahorró trabajando en las películas que en Colombia se estrenan los 25 de diciembre, el director de cine y televisión Ricardo Coral Dorado, se metió de lleno en un proyecto personal: hacer una película en la que Manuel Marulanda Vélez, fundador de las Farc, fuera el protagonista. “Quería invertir mis ahorros en esa película y con la ayuda de un amigo historiador, investigué sobre la vida de Manuel Marulanda, un hombre que, con segundo de bachillerato, fue capaz de formar al ejército que tuvo en jaque a la institucionalidad colombiana durante 53 años”, dice Coral en diálogo para El Espectador.
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Con el dinero que ahorró trabajando en las películas que en Colombia se estrenan los 25 de diciembre, el director de cine y televisión Ricardo Coral Dorado, se metió de lleno en un proyecto personal: hacer una película en la que Manuel Marulanda Vélez, fundador de las Farc, fuera el protagonista. “Quería invertir mis ahorros en esa película y con la ayuda de un amigo historiador, investigué sobre la vida de Manuel Marulanda, un hombre que, con segundo de bachillerato, fue capaz de formar al ejército que tuvo en jaque a la institucionalidad colombiana durante 53 años”, dice Coral en diálogo para El Espectador.
En 2017, cinco años después de haber iniciado la investigación y con la autorización de Carlos Antonio Lozada, que entonces hacía parte del secretariado de la guerrilla, Coral Dorado empezó a recorrer las zonas en las que los guerrilleros iniciarían la dejación de armas, para entrevistar a los combatientes que habían conocido Marulanda Vélez.
Con la idea de entrevistar a Miguel Ángel Pascuas, más conocido como “Sargento Pascuas”, el único guerrillero sobreviviente de la Operación Marquetalia, ordenada en mayo de 1964 por el presidente Guillermo León Valencia, el director de cine llegó a La Elvira, Cauca. La cita era en la Zona Veredal de Transición y Normalización Carlos Patiño. Lo invitamos a leer: “La niebla de la paz”, entre la caleta y las memorias de las Farc
“Ese viaje salió mal porque resulta que en esa zona veredal no estaba Pascuas, pero cuando estábamos allí, vimos a unos guerrilleros aprendiendo a manejar cámaras e instalar trípodes”. La escena cambió la idea inicial del proyecto. Hacer una película sobre el fundador de las Farc quedó aplazada y nació “Memorias Guerrilleras”, la primera película hecha por excombatientes de las Farc.
“Siempre se habían hecho documentales sobre ellos, pero nunca se había abordado la posibilidad de hacer una película argumental de ficción. Esa posibilidad siempre se negaba por temas de logística. No se había planteado la posibilidad de que ellos escribieran y actuaran sus propias historias. El resultado es este, una película coral, con cinco historias paralelas, que abordan diferentes asuntos: ¿Por qué se ingresa a la guerrilla?, la sed de venganza de un protagonista al que el Ejército le mató a un familiar, el deseo de una joven por convertirse en enfermera, entre otras”, cuenta Coral Dorado
Más que una película, dice Dorado, “Memorias Guerrilleras”, es una forma de expresión que busca mostrar al cine como herramienta de transformación social. Durante varios meses unos 25 hombres y mujeres que durante años subieron y bajaron montañas con un fusil terciado, no hablaron de otra cosa más que de velocidades de obturación, profundidad de campo, arcos narrativos, guiones, luces, cámara y acción.
“No tenemos un interés comercial. Buscamos es que haya un relato que nos muestre la otra cara del conflicto. Que nos deje ver analizar cosas fuera de la narración oficial, que es estigmatizadora y violenta, que hubo unas causas para ese conflicto y si no hablamos sobre las causas, lo que estamos haciendo es negacionismo”.
La película se verá a través de https://memoriasguerrilleras.indyon.tv plataforma digital de cine creada por un excombatiente , exclusivamente para esta película por el valor simbólico de $10.000 pesos. Un gran porcentaje del recaudo será donado al Colectivo Audiovisual David Marín, colectivo realizador de la película y que lleva el nombre de quien fuera protagonista, director de arte y fotógrafo de la producción, asesinado en julio del 2019 y que hace parte de la lista de los más de 280 ex-combatientes asesinados desde la firma del Acuerdo Final de Paz.
Trailer de Memorias Guerrilleras
Trabajar con personas que formaron con la disciplina de una guerrilla, fue “la experiencia más maravillosa en términos audiovisuales que he tenido en la vida”, agrega.
Para explicar esta idea hace un símil. “Una película se rueda de una forma militar. Hay un director, que es como el comandante, luego hay varios subcomandantes, que son los de jefes de fotografía, producción, vestuario, ayudantes de dirección, entre otros. Y luego hay unos que son los soldados, ellos son los ayudantes de cámara, el cámara mismo y toda la gente que se encarga de la parte técnica. Eso beneficio mucho al flujo del trabajo porque ellos (los excombatientes) están acostumbrados a mandar y a obedecer. Son fluidos y no tienen problema con problema esa dinámica porque entienden los roles de cada uno.
Otra cosa que me hizo suponer que el proyecto funcionaría, es que es un proyecto realmente nuevo. Nunca se había hecho un experimento de esta clase. Las historias que ellos iban a contar iban a ser originales porque nadie las ha oído ni contado antes de ninguna forma”.
Llegan los cuestionamientos, lógicos por demás. La guerrilla, en los años que duró el conflicto cometió crímenes. El más atroz de todos, quizá, utilizar el secuestro como arma de negociación política. El equipo que trabajó con los excombatientes no se esfuerza en desmentir esa verdad histórica por la cual la misma dirigencia de las Comunes, ahora como partido político, ha reconocido y pedido perdón.
“Todo el mundo se ha centrado en decir que son matones, sanguinarios, carniceros, pero trabajando con ellos y viendo cómo se esfuerzan para aprender cosas que no tienen nada que ver con la guerra, es cuando te das cuenta de su calidad humana profunda. Son campesinos. Seres humanos maravillosos. Inocentes, dispuestos, solidarios y eso es lo que más rescato de la colombianidad. Filmando nos decían que ninguno se sumó a la guerrilla porque quisiera matar al presidente o a los soldados, para algunos el cuento de la revolución era secundario, realmente se metieron en la guerrilla porque era el escape de una vida de hambre, de miseria, de dolor”.
“La película cuenta una verdad incómoda que no se ha querido escuchar y pone de presente lo que pensaban y vivían estos jóvenes, los motivos por los cuáles se incorporaban a la guerrilla, la ausencia de Estado, la falta de oportunidades”. Y agrega “El largometraje es un documento de memoria histórica, desarrollado de manera colaborativa, que plantea también cómo la vida de estos jóvenes fue atravesada por temores y conflictos en el proceso de dejación de armas”.
He escuchado críticas, le digo a director de cine. Señalan que proyectos como el que usted dirige, y otros que se adelantan desde la literatura, lo que hacen es instrumentalizar a los excombatientes. ¿Qué decir al respecto?
“Es importante resaltar que la película es de ellos. Yo soy el creador y productor general, pero son historias de ellos narraron. Son historias que ellos mismos actúan y producen. Decir que queremos instrumentalizar gente, es una muestra clara de ignorancia. Nuestra acción como cineastas está enmarcada en el cambio social y la paz.”.