Mercedes Cabello de Carbonera: Positivismo y Realismo (Plumas Transgresoras)
La escritora peruana es considerada la iniciadora de la novela realista en su país. Además de novelas como “Sacrificio y recompensa” (1886) y “Blanca Sol: (Novela Social)” (1889), Cabello también escribió ensayos literarios sobre la educación y la condición de la mujer.
Mónica Acebedo
“En el curso de ciertas pasiones, hay algo tan fatal, tan inconsciente e irresponsable, como en el curso de una enfermedad, en la cual, conocimientos y experiencias no son parte a salvar al que, más que dueño de sus impresiones, es casi siempre, víctima de ellas. No sucede así en el desarrollo de ciertos vicios sociales, como el lujo, la adulación, la vanidad, que son susceptibles de refrenarse, de moralizarse, y quizá también de extirparse, y a este fin dirige sus esfuerzos la novela social”. Prólogo de Blanca Sol.
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“En el curso de ciertas pasiones, hay algo tan fatal, tan inconsciente e irresponsable, como en el curso de una enfermedad, en la cual, conocimientos y experiencias no son parte a salvar al que, más que dueño de sus impresiones, es casi siempre, víctima de ellas. No sucede así en el desarrollo de ciertos vicios sociales, como el lujo, la adulación, la vanidad, que son susceptibles de refrenarse, de moralizarse, y quizá también de extirparse, y a este fin dirige sus esfuerzos la novela social”. Prólogo de Blanca Sol.
Las tendencias de la novela realista en Europa, junto con el Naturalismo y el Positivismo, inspiraron a la peruana Mercedes Cabello de Carbonara a escribir novelas que dialogaban con el comportamiento social del momento. Se le ha atribuido ser la pionera de la novela realista en el Perú. Además, en varios de sus ensayos se perfila un discurso feminista, que resalta la defensa de los intereses nacionalistas e identitarios. Así, temas como la educación, la familia, el matrimonio, las consecuencias de la guerra, el papel de la mujer en las nuevas naciones y muchas otras temáticas sociológicas rezuman de la obra de Cabello.
Rocío Ferrera explica las ideas progresistas de la popular autora: «En el debate sobre la reforma educacional que plantea, Cabello subraya que los peores daños que se cometen en contra de la nación provienen del “fanatismo de alcanzar bienes materiales” que pululaba en el ambiente burgués limeño, por un lado, y por el otro, las interminables “batallas sangrientas” que impedían el progreso. De acuerdo con Cabello, ambas actividades masculinas muestran ser ineficaces frente a la eficiencia de las armas blancas de virtud y moral que la mujer educada utiliza en el hogar para subsanar los mismos problemas» (”Mercedes Cabello de Carbonera: “Obrera del Pensamiento” y Novelista de Varias Guerras” en Escritoras del Siglo XIX en América Latina, Edición y compilación de Sara Beatriz Guardia, 2012, p. 90).
Juana Mercedes Cabello Llosa, más conocida como Mercedes Cabello de Carbonara, nació el 7 de febrero de 1845 en Moquegua, Perú. Creció en el seno de una familia pudiente, con acceso a las letras y a la cultura en general. Al comienzo de su carrera se dedicó al periodismo, donde empezó a criticar el papel de la mujer en la sociedad que, a su juicio, era relegado y secundario. Se casó con el médico Urbano Carbonera, quien la introdujo en los temas del Positivismo y el Naturalismo. Escribió novelas, entre las que están: Sacrificio y recompensa (1886), Eleodora (1887), Los amores de Hortensia (1887), Blanca Sol (1888), Las consecuencias (1890), El conspirador (1892); numerosos ensayos, por ejemplo: Influencia de las Bellas Letras en el progreso moral y material de los pueblos (1887), La novela moderna (1892), La religión de la humanidad (1891) o El conde León Tolstoi (1894) y varios artículos periodísticos. Fue ampliamente criticada por sus ideas progresistas, feministas y antibélicas. Murió en Lima el 12 de octubre de 1909.
Posiblemente la novela que más relevancia tuvo fue novela Blanca Sol publicada en 1888, un retrato de la sociedad peruana de fines del siglo XIX. Se trata de la historia de una joven perteneciente a una familia tradicional que ha perdido gran parte de su riqueza. Por esta razón, sus padres la obligan a casarse con un hombre adinerado, a pesar de que está enamorada de otro hombre. La mujer se deja llevar por el mundo vanidoso de la alta sociedad limeña y se ve envuelta en escándalos, excesos, abusos, romances que muestran aspectos e injusticias del colectivo que la rodea al tiempo que se refiere a la situación política del momento. Eventualmente, se encuentra llega de deudas, su marido enloquece y ella se ve obligada a prostituirse.
Otra de las temáticas recurrentes de Cabello es la crítica a la guerra. Por ejemplo, en un relato llamado “Chincha” narra un viaje que le tocó hacer a ella misma en plena Guerra del Pacífico: “Mas, que la dolencia del cuerpo, la obsesión del enemigo, profanado con su planta la amada ciudad, me obligó a dejarla para ir á respirar, un poco de quietud, al abrigo de las silenciosas frondas que rodean aquel pueblo. Sin embargo, alejábame de Lima con gran pena. Parecíame oir la voz de una amiga moribunda, que me reprochaba el abandonarla en manos de sus verdugos”.
Otros ensayos fundamentales son: Sacrificio y recompensa (1886), en la que propone la función de ideológica de la novela y La novela moderna (1892) en la que termina de explicar los postulados científicos en la creación literaria y en la influencia en las sociedades hispanoamericanas.
En breve, Mercedes Cabello de Carbonara fue una de las escritoras más importantes del Perú de finales del siglo XIX. Su obra fue pionera de la novela social y realista en América Latina y tiene el sello del Positivismo como postulado aplicable a las artes. Así, el conocimiento científico, la investigación minuciosa de la sociedad y un análisis objetivo de la realidad: comportamientos, reacciones, la influencia del dinero, los abusos de poder y, por supuesto, un sistema patriarcal controlador y misógino, son temas que se observan cuidadosamente en esta narrativa, que nos recuerda el estilo de Naná (1880) de Émile Zolá, Papá Goriot (1834) de Balzac, o a la misma Madame Bovary (1857) de Gustave Flaubert.