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Se trata de bienes arqueológicos e históricos del país latinoamericano, muchos de los cuales serán devueltos en fechas próximas desde Alemania, Italia, Países Bajos, Dinamarca, Australia, Francia y Estados Unidos, dijeron autoridades culturales en un comunicado.
La reintegración de estos objetos “deriva tanto de decomisos logrados por las autoridades judiciales de otras naciones, como de devoluciones voluntarias en el extranjero”, según Diego Prieto, director del INAH, de acuerdo con el documento.
Las autoridades culturales indicaron que la repatriación de estas 750 piezas es resultado de gestiones realizadas por el gobierno mexicano entre 2020 y lo que va de este año.
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El regreso de estos objetos al país se enmarca además “en las conmemoraciones emblemáticas programadas para este 2021”, cuando se cumplen 500 años de la Conquista española, añadió la secretaria de cultura, Alejandra Frausto.
La funcionaria destacó también que la recuperación de este legado cultural e histórico “es fruto de una política impulsada por el gobierno de México que busca incidir en el respeto y reconocimiento a la historia e identidad de los pueblos”.
Según el comunicado, el conjunto de piezas ya ha sido dictaminado por expertos del INAH, e incluye desde elementos de la cultura olmeca y del Altiplano Central mesoamericano (2500 a.C.-200d.C.), hasta el Posclásico (900-1521 d.C.) e, incluso, de la época novohispana.
Entre los objetos prehispánicos destaca una urna maya elaborada entre los años 900 y 1600 de nuestra era, la cual procede de la localidad arqueológica Laguna Pethá, en el estado mexicano de Chiapas (sur).
Procedente de Francia también se encuentra una pipa de barro con la figura zoomorfa de un mono sedente, pintada en color negro y elaborado en la Costa del Golfo de México en el periodo Posclásico.
Algunas de estas piezas formarán parte de una magna exposición que México inaugurará en septiembre, en el marco de lo que el gobierno ha denominado “500 años de resistencia indígena” para referirse a la caída de la Gran Tenochtitlán.