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Después de sus éxitos anteriores, ¿qué la inspiró a crear “La botella”?
Después de una noche de rumba me inspiré para escribir esta canción. Estaba anotando todo mientras le contaba la historia a mi abuelita. Esa noche estaba mirando la vista desde un balcón y dije: “Qué tal si hago una afrocumbia”; en ese tiempo no sabía que así se iba a llamar este género. Solo dije: “Qué tal si mezcló el afro con la cumbia… le hace falta algo”. Le agregué reguetón por el fondo y ahí nació La botella.
¿Con qué género musical empezó?
Empecé con pop urbano. En ese sentido, creo que era muy mente cerrada; me acuerdo de que en mi primera gira de medios me preguntaban si me atrevería a probar otros géneros. Después de que colaboré con Randy, que hice un reguetón romántico, y luego de la canción que hice con Silvestre Dangond, dije: “Me toca ampliar más esto”. Siempre sacaba lo mismo y quería algo más allá de lo que estaba acostumbrada.
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¿Qué género musical le gusta más?
Todos. Aunque hice una cumbia en 2020, que se llama Como tú me gustas, mezclado con lo urbano. Ahí creo que hacer el dembow, con el mayor clásico, me facilitó hacer la champeta con Mr. Black. Luego, con Silvestre y el dembow comencé a tener una apreciación por los otros géneros, hasta con Rochy RD que se metió al género mío; aprendí mucho de él, de su estilo y su rapeo. Aprendí de todos ellos y fui creando mi propio sello en la música, también creo que Un verano sin ti es el álbum que me inspiró a no tenerle miedo a los afrobeats y todo eso.
¿Por qué eligió el nombre “La Botella”?
En la canción ya íbamos para el “chanteo” y Lucho siempre me lo deja a mí. Él me preguntó: “¿Cómo vamos a llamar esto?”, y le dije: La botella, porque es lo que más pega. Además, la botella tiene el simbolismo de ella; soy eso, es el cuerpo femenino.
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¿Qué desafíos encontró al tratar de mezclar tantos géneros?
Creo que, la primera vez, la duda. Pero Lucho me dijo: “Sí, vamos a intentarlo”. La versión más folclórica era hermosa, pero le faltaba más reggaetón. Ya a la tercera versión, dije: “No”. Cuando ya teníamos los instrumentos en vivos, después le quería agregar trompetas, porque Lucho me invitó a una grabación; era algo en vivo y yo escuché esa trompeta. En el carro cuando íbamos de vuelta, le dije a mi mamá: “Será que le agregó trompetas a La Botella”, y me dijo: “Yo tenía la misma idea”. Ahí fuimos agregando cosas, por eso hay siete versiones de esa canción.
Menciona mucho a su mamá… ¿Ella en qué le ayuda?
Qué no hace mi mamá. Ella es mi mánager; me ayuda a componer canciones, nos da ideas y también es mi asesora de imagen. Ella diseña ropa; dos de los tres vestuarios de la canción fueron diseñados por ella. Hace tantas cosas… es mi psicóloga y mi mejor amiga (cuántos papeles, además de ser una gran madre). Ella iba a ser diseñadora y dejó todo eso para apoyarme. Ahora la han buscado para que diseñe para otras personas y ella dice que no, que “mi musa es mi hija”; algo muy bonito.
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