Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cómo llegó al flamenco y qué le apasionó de esta expresión cultural?
Llegué al flamenco porque en Venezuela esta es una actividad cultural muy popular. Nuestro país ha estado influenciado por el flamenco porque durante los años 60 hubo una gran migración de españoles, pero españoles artistas que llegaron a Venezuela a trabajar en el mundo taurino, y en Caracas, particularmente, abrieron varios tablados flamencos, y en estos hacían vida artistas flamencos de España que luego se enamoraron del país, se fueron quedando, entonces hubo una gran influencia de este arte en Venezuela, el cual pudimos aprender directamente de artistas que eran de España. Luego bailaoras venezolanas se especializaron, se profesionalizaron, algunas viajaron y volvieron.
¿Ese auge por el flamenco cómo surgió?
Nuestro país ha tenido mucha influencia de esa cultura, y para una niña promedio es muy común, además de hacer ballet, hacer flamenco como actividad extracurricular. El flamenco no llegó a mí así, pero dos de mis mejores amigas del colegio bailaban siempre flamenco y desde que las vi bailar siempre sentí algo muy especial, siempre se movía en mí algo que es muy difícil de explicar con palabras, pero que me hacía sentir plena y, a pesar de eso, bailé flamenco solo hasta que llegué a la universidad. Mientras estudiaba odontología con una de estas amigas, en un verano que teníamos que quedarnos para hacer unas materias que no pudimos pasar, ella hizo un taller especial vacacional de flamenco y desde la primera clase me sentí que llegué a mi casa, por fin me sentía en un lugar donde encajaba perfectamente.
Le sugerimos: Las secuelas del terremoto sobre el patrimonio sirio y turco
¿Qué implica aprender a bailar flamenco?
Creo que el flamenco como danza es una de las danzas más nobles con la edad que existen, porque no es una danza que necesitas aprender a bailar desde que estás muy pequeño, al contrario del ballet, en el que si uno no se inicia de muy pequeño, luego para desarrollar las habilidades técnicas es complicado. En el flamenco no es así, creo que solamente se necesitan las ganas, además de que es muy noble, porque el flamenco es una danza que tiene que ver con la expresión y con la entrega del alma y la pasión. Una persona que no necesariamente tenga muchas cualidades técnicas, pero sí cualidades escénicas, de igual forma se puede desenvolver dentro del flamenco como un buen intérprete. No todo va de la habilidad física, y la habilidad física se estudia y se entrena, como cualquier otra cosa, es como quien aprende a escribir en el teclado de la computadora, el primer día lo vas a hacer lento, pero al día 30 lo vas a hacer rápido.
¿Cuando usted baila, qué intenta comunicar o expresar?
De las cosas más bonitas que tiene el flamenco es que tiene muchos ritmos diferentes, y dentro de estos ritmos existen temáticas diferentes y se pueden expresar las emociones más vitales que tenemos todos los seres humanos. Se puede expresar desde la alegría y el gozo más profundo hasta la melancolía, la desdicha, el duelo, la tristeza profunda, y todo esto tiene que ver con el enamoramiento. Esto está relacionado con los distintos ritmos del flamenco, no es lo mismo escuchar una guitarra tocando un compás que sea más fiestero, por ejemplo, a un compás que sea un poco más profundo, más melancólico, más oscuro. La interpretación del bailaor no va a ser la misma dependiendo del ritmo que esté ejecutando en ese momento, creo que eso es algo demasiado noble del flamenco, porque el ser humano no se siente igual todos los días y no se va a bailar o interpretar igual todos los días. Se expresa todo a través del flamenco, dependiendo del ritmo de lo que estemos bailando.
Le recomendamos: “Creo que la rabia es una emoción que está prohibida para las mujeres”: Lina Munar
¿Cuál es el ritmo que prefiere bailar?
Depende de cómo me sienta, puedo pasar de un extremo al otro. Si es un día en el que estoy un poquito más hacia la tristeza o hacia la nostalgia me gusta mucho bailar por soleá y por soleá por bulería, pero si es un día en el que estoy muy feliz me encanta bailar por alegrías, por guajiras, son ritmos que están muy pegados conmigo. Sin embargo, casi todos los ritmos del flamenco me gusta interpretarlos, porque todos dan para todo.
¿Qué pasa por su mente cuando baila?
Muchas cosas, creo que mis interpretaciones de baile son pequeñas historias que cuento sobre mí misma y las comparto en lugar de hablar, y contar mi historia, simplemente bailo. A través de los movimientos comparto lo que estoy sintiendo, puede ser desde el duelo de mis padres que lo he procesado infinitamente a través del flamenco, mi divorcio también lo procesé y lo pude digerir a través del flamenco. Muchas veces le he dedicado piezas a ese momento de mi vida, al igual que a la etapa en la que perdí a mis padres; la migración para mí también ha sido un capítulo que ha sido particular, que si bien este país me ha recibido de forma excelente, llegué aquí porque me quedé por la pandemia, no lo decidí. Ese proceso de decidirlo mientras estuve aquí lo pude digerir a través del flamenco. Siempre cuento algo, no son pasos, no son movimientos por movimientos, sino son sentimientos que se traducen en movimiento.
¿Qué sentimientos expresó a través de la danza cuando se quedó en Colombia?
En el primer momento fue incertidumbre porque bueno tuvimos todos tuvimos mucha incertidumbre en la pandemia, no sabíamos muy bien qué iba a pasar, luego también fue culpa de dejar lo que yo pensaba que era mi hogar, culpa de sentirme bien aquí y luego fue gozo por finalmente entender que había encontrado un hogar. Pasé por varias etapas, porque fueron dos años de ese proceso. En el 2022 finalmente me quedé, estoy en Colombia y este es mi hogar, pero me costó desde el 2020 hasta el 2022 decirlo con palabras.
Podría interesarle: “Bayare”, la banda sonora de las protestas en Irán, se premió en los Grammy
¿Qué significan para usted la danza y el flamenco?
La vida, eso es lo que significa. Todo lo que hago en mi vida, a pesar de que también soy profesora de idiomas, todo está relacionado con el flamenco, porque a través de este he podido canalizar y he podido descubrir realmente quién soy. Por eso para mí la vida y el flamenco están íntimamente relacionados, porque así esté lesionada, que he pasado por varias lesiones en mi vida, de igual forma el flamenco está en mí, a través de su música, a través del cante, a través de mis compañeros del medio que son mis hermanos y mis mejores amigos. Para mí el flamenco es mi vida, lo baile o no.
¿Cuál es la mayor enseñanza que le ha dejado el flamenco?
El flamenco me ha enseñado a ser resiliente, pienso que esa es la enseñanza más importante que le debo al flamenco, la resiliencia y también la persistencia. Porque como es una forma de danza en la que se involucran tantos sentimientos, uno puede transmutar las energías o catalizar lo que siente a través de la danza, y por eso si estamos pasando por situaciones de la vida que son muy complejas, hacer estas actividades que son nuestras pasiones nos ayudan a conectarnos con nuestra energía vital, con nuestras ganas de vivir. Pienso que el flamenco enseña la resiliencia, porque no hay vivencia dura que no podamos atravesar en la vida cuando estamos conectados con nuestro ser, y el flamenco nos conecta.