Eva Duarte de Perón, en uno de sus tantos discursos para "los descamisados", como llamaba a la gente del pueblo que la idolatraba. / Cortesía
Juan Duarte era uno de los típicos terratenientes de la época, uno de los 1800 dueños de la Argentina de entonces. Alto, jovial, bien parecido y deshonesto, ejercía el derecho de pernada y otros muchos más que se inventaba en el camino. A Eva María y a sus cuatro hermanos (Elisa, Blanca, Erminda y Juan) los reconoció de hecho, paseándolos una que otra vez por el pueblo, pero ellos y los otros, los hijos legítimos de Juan Duarte, sólo se irían a conocer en su entierro, el 8 de enero de 1926. Luego se verían de cuando en cuando; Evita los...
Por FERNANDO ARAÚJO VÉLEZ
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