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Murió Attilio Cassinelli, autor e ilustrador de literatura infantil, a sus 100 años

El autor italiano publicó más de 200 obras ilustradas, propias y versiones de algunos de los clásicos de la literatura infantil, que fueron traducidos a 15 idiomas.

11 de junio de 2024 - 01:51 p. m.
Attilio Cassinelli murió en la ciudad italiana de Novi Ligure.
Attilio Cassinelli murió en la ciudad italiana de Novi Ligure.
Foto: Redes sociales
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El autor e ilustrador de literatura infantil Attilio Cassinelli falleció a los 100 años en Novi Ligure, Italia, de causas que aún se desconocen. El próximo 18 de junio, cumpliría 101 años de vida, la que se gestó en Génova y la que dedicó a crear libros para niños y niñas, que fueron traducidos a más de diez idiomas.

A lo largo de más de 40 años publicó alrededor de 200 títulos en los que se destacan sus ilustraciones, a las que les imprimió un estilo único: figuras geométricas, líneas negras y muchos colores. Y las acompañaba con frases cortas cargadas de humor, o muchas ocasiones, solo eran sus dibujos lo que protagonizaban y contaban las historias.

A pesar de que dedicó toda su vida a hacer textos para infantes, aseguraba que no tenía idea de cómo hacer un libro para este público. “Realmente no sé cómo debe ser un buen libro para niños. Solo puedo decir que siempre he buscado la ligereza y la síntesis. Creo que las cosas sencillas son más fáciles de llevar”, dijo en una entrevista para El País. Sin embargo, en esa misma conversación atribuyó su éxito a que nunca se desligó de su infancia.

“No escribo para ellos, sino para mí, para el niño que fui hace muchísimo tiempo. Si la cosa sigue funcionando, tal vez sea porque los niños no han cambiado mucho o porque, al menos de jovencitos, tenemos algo que nos hace iguales a todos”, expresó.

Una de sus piezas más destacadas fueron las ilustraciones que hizo para celebrar el centenario de Pinocho, la novela escrita por Carlo Collodi. Asimismo, publicó una versión cómica de Había una vez un trozo de madera. Era usual que en sus libros dejará dos páginas sin texto, como una invitación para los niños y las niñas a encontrarse con su imaginación. “Creo que cada cuento debe incluir una pausa, un respiro hecho solo de una atmósfera, o un silencio. Y me gusta pensar que un vacío permite al niño imaginar una parte de la historia”, señaló.

Fue galardonado y reconocido por su trabajo. En 2019, recibió el premio internacional de la Feria del Libro Infantil de Bolonia y al año siguiente la Galería Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Roma le dedicó una exposición, que se convirtió en la primera muestra dedicada a la ilustración.

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