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Este 22 de julio se conoció la noticia de la muerte de Felipe Ossa, reconocido como “el decano de los libros”. Hasta el momento no hay mayores detalles de su deceso. Sin embargo, su partida embriaga de luto al mundo cultural y del libro, en los que Ossa hizo grandes aportes y transformaciones, que se convierten en su legado.
Una las primeras personas en pronunciarse sobre el fallecimiento del hombre apasionado por las letras y las historias fue el expresidente Iván Duque.“Recibo con dolor la muerte de mi gran amigo Felipe Ossa. Fue un gran intelectual, librero, amante de la cultura y por años el gerente general de la Librería Nacional. Compartí su amistad con mi padre y pasar tiempo con Felipe fue siempre una aventura de conocimiento y de reflexión sobre su insuperable calidad humana. Nos harás mucha falta, querido Felipe”, escribió.
Durante más de 50 años, Ossa estuvo vinculado a la Librería Nacional, en la que fungió como gerente general. No obstante, antes fue ayudante de bodega y librero. Sembró el amor por los libros y la literatura en millones de personas, y lo siguió haciendo hasta sus últimos años.
Los libros siempre fueron una extensión de sí mismo. Aunque nació en Bogotá, se crio en Buga, y allí se apasionó e interesó por la lectura y la escritura. Se inició con los cómics y las historietas, y por eso quiso ser ilustrador e historietista. Pero no terminó el bachillerato porque lo echaron del colegio y se decantó por aprender fuera del aula de clase y adentrarse en los libros.
“No volví a entrar a ningún colegio ni nada. Soy un autodidacta. Sí estudié mucho por mi cuenta, historia, filosofía, literatura, ciencia y arte. Sistemáticamente, me puse a estudiar las materias de las humanidades, pero no terminé el bachillerato. Tampoco tuve la intención de entrar a la universidad. Mi verdadera universidad han sido los libros”, dijo en una entrevista para El Espectador.
Así, se convirtió en un coleccionista de libros. Comenzó a coleccionarlas a los seis años, hizo un receso en la adolescencia y retomó esta actividad cuando ingresó a la librería a los 18 años. Se dice que en la actualidad tenía más 3.000 revistas, novelas gráficas y libros bajo su poder. Entre esos, algunos estaban firmados por él, como El mundo de la historieta, La historieta y su historia y Los héroes de papel.