Publicidad

Murió Sabine Weiss, la última fotógrafa “humanista”

La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, considerada la última discípula de la escuela francesa humanista, murió el martes en su casa en París a la edad de 97 años, informaron su familia y su equipo en un comunicado el miércoles.

29 de diciembre de 2021 - 02:39 p. m.
Aunque el color estaba presente en las fotografías de Sabine Weiss (foto), sus composiciones fotográficas se caracterizaron por ser a blanco y negro.
Aunque el color estaba presente en las fotografías de Sabine Weiss (foto), sus composiciones fotográficas se caracterizaron por ser a blanco y negro.
Foto: JOEL SAGET / AFP
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, considerada la última discípula de la escuela francesa humanista, murió el martes en su casa en París a la edad de 97 años, informaron su familia y su equipo en un comunicado el miércoles.

Nacida en Suiza en 1924, Weiss residía en París, donde tenía instalado su taller.

Al igual que Doisneau, Boubat, Willy Ronis o Izis, Sabine Weiss inmortalizó la vida simple de la gente, sin alardes ni arrogancia.

Le puede interesar: El grafiti censurado en Puente Aranda, más allá de una polémica viral

“Nunca consideré que hacía fotografía humanista. Una buena foto debe conmover, estar bien compuesta y desnuda”, dijo al diario La Croix. Ganadora del premio de fotografía Women in Motion en 2020, Sabine Weiss ha protagonizado unas 160 exposiciones en todo el mundo.

Nacida como Weber el 23 de julio de 1924 en Saint-Gingolph, a orillas del lago de Ginebra, Sabine Weiss adquirió a la edad de 12 años su primera cámara con su dinero de bolsillo y aprendió el oficio a los 16 años en un famoso estudio de Ginebra. Llegó a París en 1946 y empezó a trabajar para el fotógrafo de moda Willy Maywald.

Pionera de la fotografía de posguerra, de formación ecléctica, y amante tanto del color como del blanco y negro, vio su carrera despegar en el París de los años cincuenta.

Le puede interesar: Ser DJ en un pueblo

El año de su matrimonio, 1950, abrió su estudio en el distrito 16; en el mismo periodo, Doisneau la presentó a Vogue y a la agencia Rapho (ahora Gamma-Rapho).

Empezó a frecuentar los círculos artísticos de la época, retratando a Stravinsky, Britten, Dubuffet, Léger o Giacometti. Trabajó para las revistas de renombre como Newsweek, Time, Life, Esquire, o Paris-Match, y triunfó en varios registros: desde el reportaje (viajó mucho), a la publicidad, la moda, el espectáculo, o la arquitectura.

De personalidad discreta y menos conocida por el gran público que otros fotógrafos de su época, esta mujer efervescente de poco más de metro y medio negaba haber sufrido “discriminación” como mujer.

Le puede interesar: “La Náusea”, el pilar del existencialismo sartreano

Sobre todo, Weiss recorrió incansable la capital francesa, en ocasiones con su marido el pintor estadounidense Hugh Weiss, muchas veces de noche, para congelar momentos fugaces: trabajadores en acción, besos furtivos, idas y venidas en el metro... Con su cámara, decía, le gustaba capturar a los “mocosos”, “mendigos” o “sonrisitas” que se cruzaba en la calle.

“En fotografía he hecho de todo”, afirmó en 2020. “Fui a morgues, a fábricas, fotografié gente rica, tomé fotos de moda ... Pero lo que queda, son solo las fotos que tomé solo para mí, sobre la marcha”.

Prolífica y generosa, en 2017 legó unos 200.000 negativos y 7.000 hojas de contacto al Museo del Elíseo de Lausana. “No sé cuántas fotos tomé, dijo en 2014, de todas formas eso no significa mucho”.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar